Hace mucho tiempo, cuando la tierra era joven y los humanos comenzaron a asentarse, existían tres reinos; el reino de Babilonia, el antiguo reino de Sumeria, y por último el mágico reino de Arthegón, conocido por su espiritualidad y conexión con las fuentes mágicas. Cada reino vivía en armonía, gracias a la ignorancia de la magia de Arthegón. El Reino de Arthegón era una tierra inmaculada y prospera, llena de criaturas puras y mágicas que vivían en armonía con la naturaleza y la humanidad. Arthegón era especial, algunas pocas veces sus habitantes nacían con la capacidad de ser conectores de la magia más antigua y poderosa; la magia arcaica. Estos seres eran conocidos como arcanos mágicos capaces de controlar la magia de las seis estaciones. Los arcanos eran escasos y sumamente importantes para el reino ya que estos por gracia divina nacían el mismo día, a la misma hora y en medio de una lluvia de estrellas fugaces. Pero la magia arcaica desapareció milenios atrás gracias a una guerra, donde el último arcano sacrificó su vida para salvar al reino. La historia de Eliana comienza en 1939 cuando la segunda guerra mundial estalla. En este suceso pierde a sus padres de manera misteriosa y tiene que cuidar de su hermano George de cinco años en una floreciente guerra. Lo que ambos no saben es que años después gracias a un accidente terminarán por atravesar un portal marino que los llevara al mundo perdido de Arthegón, dónde se convertirán en la última esperanza para salvar al reino de una inminente oscuridad. En Arthegón ambos descubrirán secretos que cambiarán sus vidas. Eliana tendrá que enfrentar no solo a enemigos poderosos, sino también el arrasador sentimiento que comienza a formarse por el capitán Andrew, un hombre frio, calculador e indiferente lleno de traumas y heridas emocionales, pero también un hombre que la protege con su vida y que; por fugaces momentos es cálido, dulce y arrasadora mente encantador.