/ 
Capítulo XVIII: La bruja de mirada triste
Descargar
https://es.novelcool.com/novel/original/id-247221.html
https://es.novelcool.com/chapter/Cap-tulo-XVII-La-extra-a-con-ojos-de-bosque/11405848/
https://es.novelcool.com/chapter/Cap-tulo-XIX-El-bosque-neblinoso/11405850/

Capítulo XVIII: La bruja de mirada triste

Suelto un suspiro cansado, después del extraño encuentro con Scarlett decidimos instalar un pequeño campamento a las afueras del reino, realmente el castillo me da escalofríos y me siento más segura con Phaos a mi alrededor. El capitán ha estado renuente a aceptar la invitación de Lourdes, él está completamente seguro de que es una trampa para atraparnos. Mi mirada no se aparta de la piedra que me dio Scarlett; puede ser nuestro único boleto de regreso a casa, pero también pudiese ser una elaborada trampa de Lourdes, realmente no sé qué pensar; quisiera con toda mi alma que la bondad de Lourdes fuese cierta, pero yo misma he visto con mis propios ojos la maldad que ha desatado en el reino, toda esa oscuridad y crueldad con la que reina; mientras más pienso, más rápido se desvanece la esperanza de que ella no sea malvada. Pero sea lo que sea, necesitamos verla; ella es la única que nos puede dar respuestas. Jorge se acerca a mí con una sonrisa, sus manos esconden algo detrás de su espalda, su sonrisa es feliz y emocionada, como si le acabasen de dar la mejor noticia del mundo. Yo le miro con una sonrisa curiosa. La luz de la fogata ilumina su semblante infantil.

-¿Qué tienes allí? -le pregunto, él me sonríe nuevamente.

-Si estuviésemos en Londres habría ahorrado para comprar un pastel, pero aquí no se puede hacer mucho. -dice con gracia, yo le miro sin entender.

-¿Un pastel? -cuestiono.

-Feliz cumpleaños Eli. -dice mientras saca una manta detrás de su espalda, la desata y miro varias frutillas deliciosas. Abro mis ojos con sorpresa; han pasado tantas cosas que había olvidado por completo que hoy cumplo años. Él me mira con diversión.

-Jorge. -exclamo.

-Lo olvidaste ¿No es así? -cuestiona divertido, yo simplemente me acerco a abrazarlo.

-Pero tu no. -le digo en un susurro, él acaricia mi espalda con cariño.

-No podría. -dice al separarse de mi con una sonrisa. Yo le devuelvo la sonrisa. Veo como el dragón se levanta de su lecho y me mira fijamente.

-Mis mejores deseos por sus veintiún primaveras Princesa Eliana. - escucho la inconfundible voz de Phaos, yo le dedico una sonrisa de agradecimiento, aunque realmente aun no me acostumbro a ser llamada de esa forma. El capitán se acerca con lentitud, puedo ver como juega con sus manos, en señal de nerviosismo. Yo le dedico una sonrisa amable.

-Felicidades princesa. -dice haciendo una reverencia hacia mí. Mi sonrisa se borra completamente al ver su actitud, no puedo evitar sentirme decepcionada de su actitud formal y fría, como si el título de princesa me hiciera una completa desconocida para él.

-Gracias capitán. Si me disculpan, iré a tomar un poco de aire fresco. -digo con una sonrisa fingida, no espero la respuesta de nadie y me alejo del campamento.

Se que el bosque es peligroso, pero realmente estoy cansada de tener miedo todo el tiempo. No sé cuánto tiempo he caminado, pero encuentro un lugar realmente hermoso; un campo de flores silvestres de todos colores, el roció las hace brillar y por la oscuridad de la noche los colores son un poco más opacos, el aire es cálido, me siento en la colina a observar el campo de flores que parece extenderse hacia el infinito. No recuerdo haberlo visto cuando veníamos hacia el castillo, aunque bueno, no disfrute de la vista del paisaje de Arthegón precisamente cuando veníamos, estaba más ocupada torturándome con los recuerdos de la muerte del señor Colin.

-Precioso ¿No es así? -escucho una voz a mis espaldas. Volteo para encontrarme con una persona desconocida, por lo menos a simple vista. Ella se sienta a mi lado, viste un vestido de manga larga color azul oscuro, su cabello dorado está preso en una trenza gruesa y larga trenza y dos mechones de cabello claro enmarcan su rostro. Ella me resulta conocida, bastante familiar; demasiado familiar. Abro mis ojos con sorpresa y le miro, ella me dedica una sonrisa cálida. Su parecido con mi madre es sorprendente, trago en seco con fuerza.

-¿Lourdes? -cuestiono con terror, ella asiente con una sonrisa.

-Tía Arleny para ti. -dice con gracia, se supone que debería sentirme realmente en peligro con su presencia y sin la piedra preciosa o el tren de Jorge estoy completamente desprotegida, lo que significa que ella puede matarme cuando quiera, pero su actitud parece relajada y amable, no parece la persona colmada de odio de la que tanto he escuchado, muy al contrario, sus ojos claros están colmados de una tristeza que no puedo descifrar muy bien, pero su mirada parece melancólica.

-¿Qué hace aquí? -cuestiono, ella me dedica una mirada apenada.

-Espero no te moleste, sé que ustedes aún no han decidido si aceptar mi invitación y es completamente entendible considerando lo que dicen de mí, pero...hoy es un día especial y quería venir a darte algo. -dice y me entrega una caja de madera oscura con unos tallados de madera iguales a los de la enorme puerta, con una hoja de otoño en el centro y con un cerrojo dorado.

-¿Qué es esto? -cuestiona, ella me mira con melancolía.

-Es un regalo de tu madre. -me dice, yo le miro con sorpresa, veo nuevamente la caja e intento abrirla, pero esta no cede.

-Está cerrada. -digo, ella se levanta del suelo sin dirigirme una mirada.

-Lo está. Pero estoy segura que cuando el momento llegue, sabrás que hacer. Espero tener noticias suyas pronto, hay muchas cosas que discutir, felicidades sobrina. -dice, yo me levanto con rapidez para detenerla, pero, así como ella apareció de la nada, así desaparece en un remolino azul, dejándome con más preguntas que respuestas, pero si de algo tengo seguridad más que nunca; debemos hablar con ella.

Regreso al campamento con la caja en mis manos, más sin embargo nadie me dice nada, todos se quedan en silencio. No tardan mucho en quedarse dormidos, yo sin embargo no dejo de pensar en todo lo que ha pasado, me siento tan abrumada con todo esto, lo peor de todo es que no sé qué pensar. Me levanto de las mantas y salgo de mi pequeña tienda improvisada, veo a Phaos con los ojos cerrados mientras su gran cabeza esta recostada sobre sus patas delanteras. Suelto un suspiro y me siento a su lado, a veces estar con Phaos me tranquiliza bastante incluso aunque no hablemos, su presencia es sumamente familiar y tranquilizadora.

-Luce bastante consternada Princesa. -escucho su voz en mi cabeza, volteo hacia él, quien aún mantiene sus ojos cerrados y su semblante impasible.

-No me digas así Phaos, no tu. Solo dime Eli, aun no me acostumbro a esto y dudo mucho que lo haga algún día. -le digo, él dragón resopla.

-¿Qué le agobia tanto? -cuestiona, ahora yo resoplo y me recuesto sobre sus patas. Él hace un leve movimiento con su pata derecha para que yo quedase en una mejor posición.

-El asunto de Lourdes. Ella vino a verme hoy. -digo, el dragón se queda en silencio por un rato.

-¿Qué ha pasado en ese encuentro? -cuestiona, pero su voz no luce preocupada, sino más bien extasiada y curiosa.

-Ella...no parece la persona mala de la que todos hablan, sino...parece bastante triste y no tenía intenciones de hacerme daño, me entrego una caja, dijo que era un regalo de mi madre. -le comento.

-¿Cree que tenga buenas intenciones? -cuestiona, yo suelto un suspiro cansado, realmente no lo sé, pero no parece una persona despiadada, sino todo lo contrario, luce bastante preocupada y triste, dudo mucho que un villano luzca de esa manera.

-No lo sé Phaos, me siento confundida, no sé en quien confiar más que en ti, todo aquí parece tan engañoso que no sé qué pensar. -le digo, él suelta un suspiro.

-Solo diré que nada es lo que parece Eliana, en las cosas más pequeñas y hermosas podemos encontrar la maldad más grande y, al contrario, en las cosas más grotescas y enormes podemos encontrar la bondad más pura. -me dice, entonces comienzo a darle la razón; las ninfas tan pequeñas, preciosas y tan malvadas, mientras que los Ogros enormes y grotescos tienen el corazón más grande que he visto. Le dedico una sonrisa, aunque él no puede verme.

-Eres la criatura más sabia que he conocido Phaos, muchas gracias por compartir tu sabiduría conmigo, ahora tengo claro lo que debo hacer. -digo, él no dice nada, solamente se queda en silencio.

-A veces quisiera rescatarla de las decepciones, pero sé que no puedo hacer eso, simplemente es algo que tiene que pasar. -dice con pesar y abre sus ojos para verme. Yo le miro confundida.

-¿A qué te refieres? -cuestiono.

-Los dragones tenemos premoniciones. -dice, yo le miro con sorpresa.

-Eso significa que... ¿Pueden ver el futuro? -digo con sorpresa, él hace un leve asentimiento.

-Por eso somos las criaturas más sabias, lo sabemos todo, más sin embargo no podemos evitar un suceso. -dice, yo asiento.

-Eso...debe ser muy difícil ¿Cuántos años tienes? El capitán dice que los dragones son antiguos. -digo, él me mira sin emoción.

-No este. Yo nací hoy hace veinte años. -dice, le miro con sorpresa; nació el mismo día que yo.

-¿Eso quiere decir que...?

-Si, nacimos el mismo día, justamente a la misma hora, hoy también cumplo veinte años de vida. -dice, yo me acerco a él y le abrazo.

-Felicidades Phaos. -digo con una sonrisa. Siento sus pesuñas en mi espalda correspondiendo mi abrazo.

-Nosotros no celebramos cumpleaños, pero gracias de todas formas. -dice con una pequeña sonrisa. Yo me acuerdo de algo y le dedico una sonrisa.

-Creo que tengo algo para ti. Espera aquí. -digo y corro directo a mi tienda, rebusco entre mis cosas y encuentro lo que busco, regreso hacia él y le muestro lo que llevo en mis manos, él se muestra confundido.

-¿Qué es eso? -cuestiona. Yo abro la envoltura roja con dorado.

-Debes probarlo, es chocolate. -le digo, ofreciéndole la barra grande de chocolate que el acepta, lo que en mi mano parece enorme, en sus garras parece diminuto. Él me mira con un poco de desconfianza, yo le dedico una sonrisa. Finalmente, el dragón lleva el trozo de chocolate a su boca, suelta un gruñido complacido y devora la barra de chocolate de un mordisco, yo le dedico una sonrisa. La imagen es bastante bizarra, el enorme e imponente dragón devorando una diminuta barra de chocolate, su cola se mueve de un lado a otro complacido, parece realmente tierno y por un momento esa pose imponente y sabía desaparece dejando ver a un cachorro de dragón feliz de comer su chocolate favorito.

-Esto es...lo más delicioso que he probado en mi vida ¿Cómo dijo que se llamaba? -dice, lo que me sorprende es que, por primera vez no escucho su voz en mi mente, sino que él ha movido su boca para hablar, su voz sin todo ese eco es diferente, un poco menos aguda y más juvenil, yo le sonrío.

-Es chocolate. Ten otra barra. -digo y le extiendo otra barra, él la toma y comienza a comerla con rapidez. Yo le dedico una sonrisa.

-Es el mejor regalo. -dice con diversión y yo suelto una risa floja. Pero todo cambia, escucho un rugido de lobo, todo pasa demasiado rápido. Siento el dolor clavarse en mi brazo, seguido del cuerpo de Phaos moverse rápidamente, lo único que pienso es; en la tienda esta Jorge. Veo el fuego de Phaos extenderse por todo el lugar mientras yo corro hacia la tienda con lo que me queda de fuerza, Jorge está medio dormido, sin perder el tiempo llego hacia él y comienzo a gritarle que se levante, él se despierta desorientado. Yo le tomo de la mano y lo saco de la tienda, pero un enorme lobo se acerca hacia nosotros, yo retrocedo colocando a Jorge detrás de mi cuerpo, quien solamente mira con sorpresa lo que está pasando. El enorme lobo nos ruge, sus dientes blanquecinos tienen unas manchas de sangre y la saliva cae por sus costados, sus ojos lucen aterradores. Él enorme lobo se lanza hacia nosotros, yo solo cierro los ojos esperando el impacto, pero este no llega, abro mis ojos con sorpresa y veo como el lobo está suspendido en el aire con los ojos verdes y una pequeña aura de luz del mismo color cubre todo su cuerpo, volteo hacia la derecha y lo veo; ella parece hacer una fuerza enorme por sostener al animal.

-Deben irse. -grita con desespero, el capitán se acerca a nosotros, su uniforme impecable ahora está destrozado, él se acerca a nosotros y nos jala para llevarnos hacia Phaos.

-Scarlett ven ¡Rápido! -digo cuando estoy sobre Phaos, el capitán niega.

-No podemos esperarla, es demasiado arriesgado, debemos partir. -dice. Yo niego y antes de que pueda detenerme de un salto bajo de Phaos quien sigue lanzando fuego para impedir que los lobos se acerquen a nosotros. Pero Scarlett se encuentra rodeada de tres lobos enormes, con quienes pelea con una fina espada.

-Lo siento capitán, pero no dejare que nadie se sacrifique por mí, ya no más. -le digo desde el suelo y comienzo a correr hacia ella. El capitán se quiere bajar, pero es detenido por el ala del dragón.

-Ella puede. -dice con seguridad. Yo corro hacia ella quien se debate entre los arañazos y mordiscos de los animales. Ella me mira con terror.

-¡Que haces! ¡Vete! -dice con terror, pero yo me coloco a su lado sin hacer caso a su petición.

-Salvaste a mi hermano, no podía dejarte, solo dime que hacer. -digo, ella me mira preocupada, pero asiente.

-Cierra tus ojos, toma mi mano y repite después de mí, no abras tus ojos bajo ninguna circunstancia. -yo asiento ante sus órdenes y tomo de su mano mientras cierro mis ojos, un extraño cosquilleo se extiende por mi cuerpo al hacerlo y una calidez extraña aparece en mi mano la cual esta entrelazada con la de Scarlett.

-leseli, lefifi, letsatsi, khoeli, lefatše, leholimo, lihloliloeng tse hohle, li re fa matla a ho sebelisa tsebo ea li-runes ho hlola bobe le ho pholosa bao re ba ratang. - ella susurra en cantico, yo intento escuchar perfectamente cada palabra y el rezo de la misma manera que ella, aunque no estoy segura de sí lo hago correctamente. Escucho un sonido parecido al crepitar de las llamas del fuego, quiero abrir los ojos para saber lo que está pasando, pero Scarlett claramente me dijo que no debo hacerlo. Escucho un sonido extraño y siento como una onda extraña sale azotando mi cuerpo. Aquello me deja agotada.

-Abre tus ojos. -dice, yo hago lo que me pide y me doy cuenta de lo que pasa; los lobos ya no parecen hostiles, sino confundidos, los ojos antes negros ahora son de un fuerte ámbar. Los lobos me miran.

-¿Qué ha pasado? -exclama uno de ellos, yo me sorprendo cuando de golpe y ante mis ojos la figura del lobo de pelaje blanco brilla de un color plateado y cuando el brillo desaparece frente a mi esta un hombre de cabello largo en una trenza gruesa, ojos ámbar, piel canela, orejas puntiagudas y cuerpo fornido cubierto por un traje de cuero beige y una estola gruesa sobre su hombro que rodea su dorso. Seguido de esa transformación, los demás lobos hacen lo mismo, un total de doce hombres y diez mujeres de atuendos similares aparecen frente a mí, todos con expresiones confundidas. Pero eso no me importa mucho, cuando veo como un hombre sumamente conocido para mí se levanta, yo camino decidida hacia él, con los ojos echando chispas. Me planto frente a él, quien retrocede unos pasos con una sonrisa y cruza sus brazos, el hombre hace sonar un pequeño silbato.

-Nos volvemos a encontrar princesa. -dice divertido.

-Tu, tú eres el hombre que los mato. -digo con odio, el enojo no me hace pensar las cosas, ni siquiera soy consciente de cómo, pero tengo al hombre del cuello contra un árbol. Aprieto mi agarre sobre su cuello, pero él no parece inmutarse por ello. Siento como la tierra comienza a temblar bajo mis pies, pero no me detengo a pensar en nada, el odio me ciega.

-Eliana. -escucho el grito de Jorge y su voz me hace reaccionar, me alejo del hombre como si este quemase mi piel, volteo hacia Jorge con sorpresa y cuando volteo el hombre ya no está en el árbol.

-Nos volveremos a ver, poderosa princesa de las estaciones. -dice divertido haciendo una reverencia sobre una enorme ave de plumajes rojos y naranja. El emprende vuelo, el capitán se acerca a nosotros con preocupación.

-Entonces es cierto ¿Es usted la princesa de las estaciones? -escucho la voz del hombre que había hablado con anterioridad, yo realmente no sé cómo contestar esa pregunta.

-Lo es. La princesa Eliana de las estaciones les ha despertado del maleficio. -dice Scarlett llegando a mi lado. Entonces el hombre me sorprende cuando se arrodilla frente a mi seguido de los demás.

Todos los que alguna vez fueron lobos se arrodillan ante mí, yo solo le dedico una mirada sorprendida a Jorge quien simplemente se encoge de hombros mientras susurra un "te lo mereces."

-Mi nombre es Nauzet Hermonay, líder de la manada de invierno y nuestra lealtad estará siempre con usted Lady Eliana, princesa de todas las estaciones. -

Fin del capítulo

Informe
<<Prev
Siguiente >>
Silvia Rosales
Donar
Catalogar
Ajuste
Fuente
Arial
Georgia
Comic Sans MS
Tamaño de la fuente
14
Antecedentes
Informe
Donar
Oh no, este usuario no ha configurado un botón de donación.
English
Español
lingua italiana
Русский язык
Portugués
Deutsch
Éxito Advertir Nuevo Se acabó el tiempo NO Resumen Más detalles Por favor califique este libro Por favor escribe tu comentario Respuesta Seguir Seguido Este es el último capítulo. ¿Estás seguro de eliminar? Cuenta Le hemos enviado un correo electrónico con éxito. Puede consultar su correo electrónico y restablecer la contraseña. Has restablecido tu contraseña con éxito. Vamos a la página de inicio de sesión. Leer El tamaño mínimo de tu portada debe ser de 160 * 160px El tipo de portada debe ser .jpg / .jpeg / .png Este libro aún no tiene ningún capítulo. Este es el primer capítulo Este es el último capítulo Vamos a la página de inicio. * El nombre del libro no puede estar vacío. * El nombre del libro ha existido. Al menos una foto Se requiere la portada del libro Introduzca el nombre del capítulo Crear con éxito Modificar con éxito No modificar Fallar Código de error Editar Borrar Sólo ¿Estás seguro de eliminarlo? Este volumen todavía tiene capítulos Crear capítulo Doblez Eliminar con éxito Introduzca el nombre del capítulo ~ Luego haga clic en el botón 'elegir imágenes' ¿Estás seguro de cancelar la publicación? La imagen no puede ser menor de 300 * 300 Ha fallado El nombre no puede estar vacío El formato del correo electrónico es incorrecto La contraseña no puede estar vacía Debe tener entre 6 y 14 caracteres Verifique su contraseña nuevamente