Capítulo XXV: El ultimo dragón lunar

Yo suelto un suspiro cansado. Todo lo que Lujhan me ha contado es increíble, en el mal sentido por supuesto. Dicen que los arcanos dejaron de existir hace siglos ¿Entonces por qué Zaul había dicho que yo poseía una magia arcana poderosa? Si ese tipo de magia dejo de existir hace mucho tiempo.

-Entiendo lo de la magia arcana, pero aun no entiendo que fue lo que paso con tu gente Lujhan. -le digo.

-La magia oscura que se usó para lanzar la maldición en Arthegón es muy poderosa. Se necesito de la sangre de mitad de seres lunares existentes, pero, así como la vida de nuestras criaturas mágicas fue sacrificada, así también la magia de los que quedábamos era capaz de contrarrestar la magia oscura, nuestras plantas eran capaces de curar a los snubeds, las plumas de los fénix lunares eran capaces de curar la tierra, el canto de los Raevis era capaz de romper la oscuridad del bosque. Nuestra magia había creado la maldición conjunta con fuerzas de las sombras, pero la pureza de la magia lunar era capaz de vencerla. Esa fue nuestra ruina, quien lanzo la maldición en Arthegón temía que el pueblo lunar fuese el fin de la oscuridad y que los demás reinos se enteraran de ello y pudieran apoyar en la guerra, entonces mando una horda de criaturas oscuras a acabar con todo, desde los árboles, las criaturas, los pobladores, todos murieron, excepto unos pocos que con el tiempo también fueron muriendo por defender lo último que quedaba de nuestra civilización. -dice y veo como sus ojos están cristalizados.

-Ese es el motivo por el cual es imposible llegar aquí ¿No es así? Las pruebas los defienden. -digo.

-Así es, toda la colina esta creada para que los seres con intensiones impuras no puedan entrar. La primera prueba ¿Cómo supiste qué dejarte arrastrar en el remolino era la solución? -me pregunta.

-Pensé en mi hermano, el siempre busca las cosas buenas en cualquier situación, pensé que si el estuviese en mi lugar habría hecho lo mismo; hubiese visto una solución donde todos los demás ven un problema. -digo, él asiente con una sonrisa sincera.

-La primera prueba simbolizaba tu oscuridad, el lago espeso es una materialización de tus tormentos, el remolino simbolizaba la lucha que llevas dentro; muchas veces es bueno dejarse ir; una persona con intensiones oscuras hubiese deseado con desespero salir del lago con apuro, jamás habría considerado la idea de dejarse ir en el remolino porque eso supondría hundirse en las aguas y nunca poder salir, moriría y eso arruinaría sus planes egoístas, tú en cambio pensaste que si hundirte era la forma de salvar a Cailyn, lo harías sin importar si funcionase o no y aun con el miedo que sentías por dejar a tu hermano que es lo más importante para ti; lo hiciste para salvar una vida y el agua reconoció tus puras intenciones. El rio de lava simbolizaba la convicción de tu alma, fue la prueba más difícil porque esta media la fuerza de tu alma y la convicción que tienes para cumplir lo que deseas, incluso cuando todo estaba perdido no te rendiste, jamás paso por tu mente la idea de dejarte vencer. La última prueba fue la más significativa, la luz trajo de vuelta todo aquello que guardas en tu alma; cosas buenas y malas, momentos felices y tristes, fue así como evaluó tu corazón y has sufrido mucho, pero a pesar de toda la oscuridad que te ha rodeado, siempre has sabido brillar; cuan luna en un firmamento oscuro. -dice, yo me quedo en silencio, sorprendida por todo lo que acababa de decir. Suelto un suspiro.

-¡Cuidado allí! -escucho la voz de Lahiny soltar un fuerte grito, seguido de eso veo como un remolino celeste corre hasta nosotros, no soy capaz de reaccionar cuando siento un peso extra hacerme caer en el pasto y una áspera lengua besar mi mejilla. Suelto una pequeña risa mientras dejo que el animal siga sobre mi atacándome con su lengua. Minutos después me siento con una pequeña bola de pelo en mis piernas, su piel es celeste y sus cuatro patas pequeñas y tiernas tienen garras blancas, una abundante melena en su cabeza, orejas puntiagudas que se mueven de un lado a otro al igual que su pequeña cola. Sus ojos celestes son tiernos y su lengua sobresale dulcemente por su hocico. Es un pequeño dragón, me imagino a Phaos de cachorro.

-Luhá ¡No se hace eso a gente extraña! -regaña Lahiny con el ceño fruncido, pero el animal solo me mira con su cola ondeando de un lado a otro. Con ella viene Allura quien me sonríe con pena.

-Disculpa a Luhá, no está acostumbrado a las personas nuevas. -dice Allura.

-Está bien, es una criatura de lo más tierno. -digo acariciando su melena y el menea su cabeza con aceptación.

-No es normal que Luhá acepte tan rápido a una persona nueva ¿Recuerdan cuando comenzó a venir Thelodius? Luhá siempre mordía sus pies cuando lo miraba entrar al castillo. -comenta pensativa Lahiny.

-Tengo cierta habilidad con los animales, en especial con los dragones. -digo con una sonrisa recordando a Phaos.

-Un momento ¿Dragones? ¿Acaso has visto a más dragones además de Luhá? -cuestiona Lujhan con el ceño fruncido, yo asiento lentamente.

-Un dragón viajaba conmigo, pero se quedó al inicio del bosque seco, no pudo avanzar más. Me gustaría saber si pueden hacer algo para ayudarlo-digo.

-¡Eso es! Ella tiene el sello. -dice Allura, los otros dos asienten.

-¿Sello? -cuestiono curiosa.

-El sello de protección, un dragón tiene la opción de unirse de esa manera a otro ser, lo que simboliza un lazo irrompible entre ustedes, por lo mismo las reglas de los dragones dicen que ningún otro dragón podrá dañar a una criatura con el sello de protección. El dragón que te ha colocado el sello será tu guardián toda la vida y te protegerá con su vida. Es por eso que Luhá se ha lanzado sobre ti; sabe que eres buena persona, un sello de protección no es portado por cualquiera. -comenta Lujhan.

-Y no te preocupes, Lahiny ira ahora mismo a traer a tu dragón. -dice Allura con una sonrisa. Yo asiento agradecida.

Después de aquella platica, Lahiny bajo la colina con Dalú, seguramente para ir a por Phaos. Yo me quedo un rato más conversando con Lujhan, mientras que Allura se disculpó diciendo que quería preparar una deliciosa cena para nosotros. Lujhan es una persona sumamente divertida muy a pesar de su actitud fría, en media hora de conversación me ha hecho reír fuertemente muchas veces. Phaos había aparecido una hora después, yo le había abrazado con fuerza, unas pocas lagrimas habían salido de mis ojos; realmente no me hubiese podido perdonar si algo malo le hubiese pasado a Phaos por mi culpa. Él solo me había abrazado diciendo que se encontraba bien. Después de aquel emotivo momento, Allura nos había llamado al enorme comedor; una enorme habitación con una gran mesa cuadrada y larga de manteles blancos con dorados, la fina cristalería de los platos hace juego con los tenedores y cucharas doradas, el techo en forma de cúpula es de cristal, el cielo estrellado se aprecia y unas luces doradas ondean alrededor de todo el lugar, el enorme banquete abarcaba la mitad de la mesa, es demasiada comida para nosotros cuatro, pero Allura parece complacida y feliz de cocinar para medio ejército, por lo que Lujhan me había dicho a ella le gusta mucho hacerlo. Luhá se había encariñado con Phaos, lo cual es completamente normal; Luhá es un cachorro de dragón que nunca había convivido con ningún otro de su especie, por lo cual al ver a Phaos -quien además tiene un color similar a él- siente familiaridad con él. Muy a pesar de la actitud fría de Phaos con Luhá, había accedido a enseñarle a volar, por lo cual después de que Allura les diera un enorme banquete a ellos también, ambos habían desaparecido del castillo.

-Phaos es especial. -comenta Allura con una sonrisa, yo asiento sonriente.

-Lo es, se ha convertido en familia para mí en cuestión de unas pocas semanas. -digo con una sonrisa.

-¿Querrá acompañarme a cortar los claveles? -cuestiona Lujhan con una sonrisa, yo asiento.

-¿Entonces siempre si se marcha esta noche? -cuestiona Lahiny con tristeza, yo asiento con una sonrisa apenada y aprieto cariñosamente su hombro.

-Tengo que. Azul no tiene mucho tiempo antes de convertirse en snubed, además es lo mejor, ustedes son lo más preciado que tiene Arthegón y no puedo arriesgarme a que las personas que me buscan lo hagan aquí, no puedo quedarme y comprometer la ubicación de las ultimas criaturas que podrían ser la última esperanza para el reino. Fue un honor conocerlos y hare lo que está en mis manos para ayudarles. -digo con una sonrisa, ellos asienten con una sonrisa.

Lujhan sonríe mientras toma de mi mano mientras me hace correr entre el césped, yo suelto una risa divertida mientras corremos guiados por la potente luz de la luna, es extraño, pero nunca había sentido tanta paz como ahora mismo, este lugar me transmite una tranquilidad de la que fui privada desde la tragedia de mis padres, por primera vez no siento el peso de la culpa, tampoco me siento responsable por el peso del mundo en mis hombros. En este momento, mientras mojo mis pies con las gotas de rocío nocturno del césped, me siento en paz, respirando el puro aire nocturno, sintiendo el silencio arrullador. La idea de quedarme pasa por mi cabeza, cada vez se vuelve más intensa y necesitada ¿Por qué me iría de un lugar tan magnifico? Aquí me siento en paz, siento que nada puede faltarme. Lujhan se detiene en la punta de una pequeña colina, me sonríe, yo hago lo mismo. Entonces señala hacia el frente y puedo verlos; una pequeña extensión circular repleta de brillantes claveles blancos, él toma mi mano y me arrastra hacia ellos. Los pétalos abiertos tienen una textura suave y el blanco tornasol con brillantes líneas celestes se mezcla. Tienen un olor agradable, dulce, pero sutil. Son hermosas, aunque las diferencias con los claveles normales son pocas, estos son claveles lunares, con brillantes líneas azules; la solución para salvar a Azul se encuentra en las yemas de mis dedos, pero sin embargo no quiero irme.

-¿Esta todo bien? -cuestiona Lujhan al ver que mi sonrisa ha desaparecido. Yo asiento lentamente.

-Si...supongo que sí. -digo dubitativa. No entiendo ¿Cómo puedo estar dudando? Hacia unas horas atrás salvar la vida de Azul me motivo a hacer cosas que nunca creí capaz lograr ¿Y ahora no quiero irme? No, algo anda realmente mal aquí. Lujhan no dice nada, solo se acerca a las flores y con sumo cuidado corta dos claveles para colocarlos en una caja de cristal. Se acerca a mí con una sonrisa triste mientras me entrega la caja.

-Con un clavel es suficiente para sanar a tu amiga, pero si algo así vuelve a suceder es mejor que lleves otro contigo. -dice con una sonrisa, yo levanto la comisura de mi labio en una sonrisa forzada; Lujhan parece tan atento y lindo, pero algo no termina de encajar aquí.

-¿Qué es lo que me está pasando Lujhan? -cuestiono. Él suelta un suspiro.

-Sera mejor que busques a Phaos y salgas de aquí cuanto antes. -dice en un tono seco. Yo le miro sin entender.

-No hasta que me digas lo que está pasando ¿Por qué me siento extraña? Nada me importa, solo deseo quedarme aquí y eso no es propio de mí. -digo con enojo, él suelta un suspiro cansado.

-Una vez que pisas Ostred no quieres irte, es una clase de encantamiento muy poderoso, mientras más tiempo pasas aquí menos deseas irte. Lentamente todas las preocupaciones y ataduras del exterior se borran, tú ya estas siendo afectada y lo mejor será que te marches. -dice.

-¿Quieres que me marche? -pregunto con tristeza, él suspira pesadamente y se acerca a mí, su mano acaricia levemente mi rostro.

-No-susurra despacio-Quisiera poder ser egoísta, por lo menos por esta vez y pedirte que te quedes, pero el destino de Arthegón depende de ti, será mejor que te marches. -me dice en un susurro, con la voz cargada de tristeza, su rostro se acerca al mío y siento sus fríos labios en mi mejilla, al alejarse puedo ver una lagrima salir de sus preciosos ojos y sus labios se curvean en una sonrisa triste.

-Adiós Lujhan. -digo con tristeza antes de apretar la caja de cristal en mis manos y marcharme de allí dejándolo atrás.

Phaos no cuestiono mi decisión cuando le dije que debíamos partir inmediatamente, Luhá se entristeció por nuestra partida y quise llevarlo conmigo por un momento, pero el pertenece a Ostred y es el único lugar donde el ultimo dragón lunar estará seguro. El camino fue silencioso, esta vez Phaos también se mantuvo en silencio, más sin embargo era un silencio tranquilo. Tardamos tal vez unas tres horas en llegar al campamento. Cuando bajo del lomo de Phaos el primero en llegar hasta mi es Jorge.

-¡Te extrañe mucho Eli! -dice con una sonrisa.

-Y yo a ti Jorge. -digo acariciando sus cabellos, mi hermano se aleja de mí y lo siguiente que siento es el aplastante abrazo de la rubia.

-¡Oh estás viva! He estado tan preocupada por ti, me alegra mucho saber que no moriste en esa colina del terror y... ¡Los has conseguido! -expresa con euforia Scarlett. Yo sonrío y asiento feliz.

-Prometí hacerlo ¿Cómo se encuentra ella? -dije y le entregue un clavel a Scarlett mientras el otro lo guardo en mi bolsa de viaje.

-Habíamos perdido las esperanzas...ella está a punto de convertirse ¡Pero con esto podremos salvarla! -expresa Scarlett con emoción mientras corre hacia la tienda de campaña donde se encuentra Azul. Me sorprendo al ver como todo su cuerpo a excepción de su cuello y cabeza tienen una textura escamosa y negra. Scarlett no pierde el tiempo, pensé que haría algún tipo de brebaje, pero lo único que ella hace es colocar el clavel justamente en su herida, la flor comienza a brillar y ese destello se extiende por cada parte del cuerpo afectada, causando que cierre los ojos por un segundo por la intensidad del brillo. Cuando el brillo disminuye la piel de Azul no es más escamosa y oscura, sino que tiene su característico color castaño, ella suelta un suspiro y abre sus ojos lentamente, lo primero que ve es el rostro feliz de Scarlett.

-¿Scar? -cuestiona con la voz rasposa.

-No hables, estas a salvo, descansa Cailyn. -dice mi prima con una sonrisa, puedo verla contener las lágrimas mientras acaricia su cabello, Azul no reniega y cierra sus ojos pesadamente, seguramente está muy cansada, pero después de todo; la hemos salvado.

Fin del capítulo