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Feliz cumpleaños Lisa. Max y Miriya, felices por siempre.
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Feliz cumpleaños Lisa. Max y Miriya, felices por siempre.

Minmei confunde la situación. Lisa regresa a la tierra. –















Estábamos llegando a la tierra, y verla desde un lejano espacio, nos hacía recordar momentos. Regresar al hogar, es regresar a los sitios donde todo es nuestro.



Max Sterling







El día después del evento, lo soldados retomaban las tareas iniciales. Lisa se preparaba, pues tanto ella como Rick, y otros serían condecorados por los esfuerzos hacia el SDF-1. Ello conllevó también una manera de incentivar a las personas por haber tenido la paciencia, y concientizarlos del hecho de que al estar en una guerra, se hizo todo lo posible para protegerlos de la amenaza alienígena que permanece latente lejos del espacio.



Minmei en las noticias dio por enterada de la llegada y partida del SDF-1, y que los tripulantes desaparecidos estaban con vida. De ello, su esperanza se reafirmó. Luego como parte del show televisivo de la conferencia, ella era la predilecta para cantar y animar a todos. De todas maneras le interesaba la noticia de todos los que regresaron, y entre ellos el teniente Hunter, ahora comandante. No sabía quiénes eran, pero añoraba que fuera Rick Hunter. Ese hombre que le otorgaba su tiempo como alivio a su vida extremadamente compartida en su pasión al canto, que se convirtió en un pesado fenómeno del comercio mundial. Era el precio en la fama musical.



Los preparativos se inicializaron con noticias de todo tipo. En una pantalla grande conmemoraron la creación del SDF-1, con una reseña histórica. Los esfuerzos de los ingenieros en la construcción de la avanzada nave. Luego desde que partió y los contratiempos que se fueron gestando a medida que llegaba al espacio. El desarrollo de la ciudad en su esplendor y todos otros aditamentos que emocionaron a esos seres humanos colmados de algarabía y esperando por el pronto aterrizaje. Desde un inicio tuvieron









presente los productores de no enviar noticias e informes que fueran lesivos. Luego de ello, manifestaron un pésame para todos los caídos.



Fue entonces, en la plática de la conferencia en la cual el almirante Global otorgaba un discurso de regreso a la tierra. Algo que hizo que la población se alegrase y festejase la llegada al hogar.



- Volveremos – dijo el almirante Henry Global, en sus palabras representativas.





- Volveremos – Dijo el alcalde de la ciudad Macross.





Luego un presentador expresó un discurso emotivo y breve y entre sus palabras estaba Minmei.



- Y ahora para deleite de todos, la artista consagrada Lin Minmei.





Ella apareció en medio del escenario en cuanto se retiraron Global y el alcalde. Solo una luz iluminaba sus pasos lentos y comenzó una canción dedicada a la tierra. Al concluir los aplausos se expandieron junto a los medios televisivos e internet en toda la nave. Las redes sociales transmitían en vivo.



Termina la canción. Y agradece.





- Muchas gracias a todos. Pero ante todo, gracias a los verdaderos héroes que luchan día a día. Gracias a ellos por todo. - Se emociona. -



- Y para seguir celebrando. Recibamos a quienes hacen posible que estemos aquí. – comento la voz del presentador



Inmediatamente aparecieron todos los pilotos. Había ausencias entre bajas y quienes permanecieron en Marte.



Allí Hunter se presentó junto a Lisa. Y luego Max, Lían, Miriya.





Minmei al verlo se contuvo sorprendida. Unas lágrimas se soltaron, mientras lo nombraba.





- ¿Eres tú? – Se preguntó. – Si. Tu mi Rick ¡Rick! – fue corriendo hacia él y al llegar lo abrazó con fuerza y entusiasmo nombrándolo continuadamente.









Lisa observaba en un primer plano con sumo disgusto. Le devolvió el abrazo Rick, sin saber cómo resolver la situación y solo se remitió a observar a Lisa que continuaba con mirada lasciva. Minmei, se dijo. Te extrañé y él no respondía. Luego ella percibió algo diferente. Una energía potente que acechaba su espacio y volteó la vista a Lisa. Ambas intercambiaron dudas y luego desprecio por la situación. Lisa no perdonaría nada y Minmei, era de aquí en adelante su enemiga cuando intentó entender lo que sucedía. Sin importar siguió abrazando a Rick.



Ella al soltarlo, lo contempla con sus ojos de ternura, en cuanto que Lisa en su cumpleaños percibía el encono de ver como aquella bella dama, rodeaba a Rick. Él, se mantuvo impoluto con postura firme, Minmei volvió a observar a Lisa, y luego le sonrió y regreso al centro del escenario para una nueva canción.



Rick no podía expulsar palabra alguna, y todos estaban allí tomando la distancia, hasta que se retiraron luego de recibir sus medallas.



- La condecoración fue muy bella, ¿No lo piensas así? – expulsó Lisa con un tanto de enojo. No hacia Rick, sino en aquella mujer que tenía todos los dotes, necesarios



para enamorar a quien sea.



- Si, ¿Te encuentras bien? – Generó una pregunta intuitiva el comandante, a sabiendas de la impronta que tuvo que pasar. –



- Si, no hay problema alguno Amor. –





Ambos se fueron caminando juntos a la base. Rick se colocó junto a ella, y pasó su brazo izquierdo por su cuello para traerla hacía él, ella le sonrió, y tomó su mano. Un mensaje del radio, dio la noticia de algunas naves que se acercaban desde el cuadrante de cáncer.



- ¿Nos están atacando?



- No lo creo Lisa ¿Es una alerta amarilla parece? – Expresa el comandante Hunter. –Un alerta de poca preocupación. - Manifiesta. -



Ambos se fueron de inmediato. Estaría solo Rick, en la retaguardia, pues le correspondía el patrullaje.



Max y Miriya fueron a realizar los preparativos, y el almirante Global les asignó a varias personas que los ayudarían. Incluso el alcalde de la ciudad lo veía como algo fantástico.









Pues demostraba la unión de las dos razas Humana-Zentraedi-Meltraedi. Max, de todas maneras se sentía un tanto molesto. No tenía intención de hacer de su casamiento un circo mediático, pero era necesario para que la humanidad supiera que en algún momento debemos llegar a un acuerdo de paz, y acabar con toda la destrucción. -



Rick se apuró en abordar su caza mecha veritech. Otra vez debía regresar a la batalla. Tanto tiempo pasado en Marte, ya se había olvidado de que estamos en plena conflagración. Lisa se había colocado su uniforme lo más rápido posible, y abordó una cabina de emergencia en la cual controlaría el ingreso y egreso de aquellas naves que se mantenían intactas sin moverse siquiera. Rick dio la orden y despegó, y de inmediato transformó su veritech en modo battleoid conjuntamente con un nuevo armamento que le posibilitaría abordar a los navíos Zentraedis – Meltraedis en caso de pugna por su parte. Desde las afueras del espacio la gran máquina con forma humana le otorgaba protección como el fantasma de la imagen de Rick que se dibujaba en la mente de Lisa. El solo hecho de poder delinearlo con trazos era suficiente para sonreír. Era una bomba para que su corazón latiera con el ritmo suficiente de la vida para sobrellevar la batalla que el comandante Hunter afrontaba. Y él necesitaba salir de su nave para poder estar allí con la capitana Hayes. Necesitaba poder existir; estar a su lado, aunque fuera solo un recado espectral. Separados ambas almas, pero juntas en su imaginación. Así se protegen los que se enamoran. Así es como se enfrenta una contienda.





Rick se colocó del otro lado del espejo y ella lo miraba con su gesto de afirmación sonriente. Luego pasó del otro lado del vidrió y como siempre hizo su saludo militar con su battleoid, y se fue acercando a ellos.



- Rick, ten mucho cuidado – Le expresó Lisa – por favor, que no le suceda nada. – mencionaba en su mente, queriendo comprender que estaba sucediendo. Al ver su tablero, se contuvo, y efectuó un escaneo amplio de los dos mini cruceros. Era claro que no tenía un armamento amplio como para producir una batalla, incluso de hacerlo serian liquidados de inmediato. – ¡Rick! ¡Rick! ¿Escúchame? Detente. Mantente vigilando en la posición central.



- ¿Qué me mantenga vigilando? ¿Pero? ¿Por qué?









- Tengo una corazonada. – Dijo ella, cuando el almirante global desde la otra base junto a las demás chicas, se comunicaba con Lisa.



- Lisa. Ordene al comandante Hunter que no habrá fuego aún. – Expresa Global, que había detectado lo mismo que ella.



- ¿Almirante que es lo que pueda llegar a suceder?



- Aparentemente no vienen armados, y tengo cierta curiosidad que me da a expresar que quieren entablar un dialogo. Aunque no se comunican todavía.



- Lo mismo pensaba señor. –





En la nave Zentraedí Bron, Rick, Konda y otros rebeldes decidieron escapar de las manos de la milicia Zentraedi-Meltraedi. El escape de Miriya, con los rehenes, y las nuevas sensaciones de vida, los animaban a otro mundo diferente, la música de Minmei Lin, fue el detonante necesario. No querían volver a ser militares, querían orden, querían paz.



En la nave central se había producido un tumulto en cuanto llevaron un televisor, cuyas imágenes otorgaban en vivo y directo el canto de Minmei, y su película. Y todos los programas. Estaban sorprendidos.



- ¿Y dices que ella tiene un poder especial? – Se refirió un Zentraedi



- Ella es única. Y miren esas imágenes. – Konda señala una pareja besándose.



- ¡Oh! No, ¿Qué es eso?



- Eso. – Comenta Rico. Es una demostración de amor.



- ¡Wow! – Expresan varios compañeros. –



-



Los Zentraedis - Meltraedis, luego de días. Estaban enaltecidos por aquel sentimiento de la cultura microniana. De la cultura humana. Los objetos. Estaban al alcance de su mano. Uno de los soldados llamó a otro, para cubrir guardia. Y éste se negó.



- No destruiré más. Hay otros motivos – Objetó – Erika – Meltraedi.



- - ¿Qué dices?



- Lo que oíste. – Le dijo a su compañera Amelia. - Pronto un plan de Bron estaba gestándose.



- ¡Oigan! No sé ustedes. Pero quiero regresar con los humanos.









- También, opino lo mismo – manifestó Rico



- ¿Qué haremos? – se acercó un de tantos otros Meltraedis.



- Micronizarnos , y escapar. – Expresó Konda. –



- ¿Tienes un plan? – Expresa Meline, otra de las Meltraedis rebeldes. -



- Tengo uno – Erika expuso su idea. – Como bien aclara Konda, micronizarnos, y escapar en dos naves manipuladas por varios. Es el mismo plan de Miriya. Podremos, si nos unimos todos.



- Son aparatos gigantes no podremos hacerlo.



- Si podemos. Solo requerirá un esfuerzo de nuestra parte. – Comenta Amelia, que conocía bien la operatoria de los circuitos.



- Bien manos a la obra.





Con ayuda de otros rebeldes que decidieron permanecer, todos se micronizaron, para emprender la huida. Llevados por uno de los gigantes en una caja, en la sala de despegue se fueron preparando. Las compuertas se abrieron en seguida.



Uno de los Zentraedis que no estaba al tanto de la situación y del motín dio la orden de detenerlos. Breetaii desde su pantalla veía lo que ocurría y no comprendía.



- ¿Qué sucede? ¿Qué está pasando? – Grita con furia. –



- Señor parece que un grupo intenta escapar, y otros abrieron las compuertas. -



- Deténganlos.



- Señor parece que varios de ellos se han revelado y están en la nave.



- Les ordeno aplaquen a esa masa, y que no los dejen que huyan. – Expresa Breetaii a Exedore. - Si mi Lord.



Al intentar tomar las armas otro grupo estaba al acecho, y comenzaron los disparos entre ellos, mientras sus compañeros eran expulsados al espacio. Otra nave intentó interceptarlo, pero antes de ser alcanzados por el láser, la tele transportación los hizo desaparecer en una nube de fragmentos de asteroides.



La balacera concluyo con el encarcelamiento de aquellos amotinados.





- ¿Por qué? ¿por qué han hecho esto?



- No entiendes. Es la cultura microniana.









- No comprenden ustedes. Véanlo por sí mismo ¡Los rostro los dicen todo! -





Muchos soldados estaban confundidos.





- Mi Lord. Han escapado, y los soldados están bajo arresto, aunque defienden la postura de que la traición es medida, y efectiva. –



- Maldición. Estos micronianos nos han contaminado. Exedore. Déjame solo. Debo pensar que hacer. – Breetaii se tomaba con su mano la placa de metal de su rostro – Es increíble lo que han hecho, y como su dominio mental nos ha conmocionado. Incluso siento ese mismo dolor, y su voz de alivio ¿Qué haremos?



Exedore estaba ordenando sus ideas también. Y veía los informes y videos, pensando un plan, que de aceptarse sería crucial para ambas razas, pues él, era el emisario en los buenos oficios internos y externos. -



Rick estaba esperando órdenes y apuntaba a las dos naves que aparecieron de la nada frente a la tierra y al SDF-1. –



El precio de la espera era estar atento. No pasaran, si por ello depende de Rick.





- Ministro Exedore, el proyecto calavera está listo – Se acerca uno de los científicos encargados en biomecánica. Ellos aparte de la milicia, y los Zentraedis-Meltraedis de baja categoría suponían tareas extras, y las únicas que suelen solo aplicarse en la milicia como lo conformaron los maestros de la robotecnia.



- Perfecto, queremos ver que evolución nos espera. –



- Los estudios son sorprendentes.



- Idénticos por lo que sospecho



- Así es señor.



- Utilizamos, bio fibras para todos los daños que se han generado, reemplazando ello. Fue un éxito, y pudimos reconstruir y maximizarlo al tamaño promedio.



- Bien. Entonces pudimos devolver la vida. Eso es espléndido para nuestros soldados.



- Sí señor, pero fue por causa de la resistencia que poseía, sino hubiera sido imposible, solo hubiera formado parte de un copia. -Le daré la noticia a lord Breetaii.









- Perfecto señor. Con su permiso, me despido. – Exedore gesticuló un ademan positivo de retiro.-



En la radio transmisión, Sammie, captó la voz de uno de ellos. Era un español entendible, que habían podido descifrar los espías, Bron, Konda, y Rico.



- Almirante, tengo la comunicación de una de las naves enemigas.



- Pongo en alta voz Sammie. - Acentuó el Almirante Global.





La voz era nítida.





- Por favor. No disparen. Venimos en son de paz.



- ¿Qué es lo que quieren? – Pregunta con extraña sensación, y dudando de ello al fruncir el ceño.



- Queremos estar con ustedes. Su cultura. Hemos experimentado las sensaciones de su vida, las canciones y películas de Minmei



Allí todos los tripulantes del Prometeo fruncieron más el ceño por todo lo que les comentaba. Pues detallaron tanto los sistemas, y hasta explicaron ¿el por qué? de muchas situaciones verosímiles que fueron remarcando. Esto convenció al almirante por lo menos de permitirles el ingreso para una junta y análisis con interrogatorio, algo que no veía con muy buenos ojos sus camaradas subalternos Maistrof, y otros.



- Por favor, no podemos regresar. Si lo hacemos nos encarcelarán, y luego nos mataran. No se tolera a los desertores, ni traidores rebeldes. Por favor se lo pedimos.







El almirante lo pensó en diferentes formas. No podrían ser un grupo armado que nos ataquen internamente, ni tampoco llevarían a una táctica espía, pues sabían todo sobre el SDF-1.



- Bien, me culparé por esto si algo sale mal. Lisa, ordena un grupo de veritech que cubran al comandante Hunter, y ordénele que escolte la nave. Que ingrese en ella en cuanto los demás lleguen









- Sí, señor – Se contuvo sorprendida Lisa desde el Delta uno. – Señor, ¿puede ser una trampa?



- No lo creo capitana Hayes, sería una locura de su parte querer atacarnos internamente, a sabiendas, podrían haberlo hecho antes, o después sin que nos enteremos



- Sí, señor. Rick, me escuchas, cambio. Debes escoltar a la nave, un grupo de veritech ira hacia ti. Solo ingresa, ten cuidado.



- ¿Debo ingresar?



- Sí, hay que verificar, antes de que arriben al SDF-1



- Perfecto.



- Mantente en contacto conmigo, en pantalla, quiero ver lo que tú. Si algo pasa no me lo perdonaré, es bastante peligroso.



- Lisa, el almirante sabe que no nos atacaran.



- Lo sé amor, pero no quiero riesgos innecesarios.





El grupo de cazas veritech llegaba en orden hacia las dos naves. Max, había sido designado para chequear el otro navío.



Al introducirse en cada uno en ellas, verificaron todos los puntos. Un grupo reducido de zentraedis y meltraedis diminutos estaban allí con sus miradas preocupadas. Rick podía sentir que realmente eran refugiados que escaparon



- Lisa, parece que está todo en orden – Comunicó Rick -



Comandante Hayes. Todo en orden - Menciona Max. -





El grupo de zentraedis y meltraedis fu escoltado hasta llegar a las compuertas de la pista A uno. Allí fueron cerradas y dos destrois se colocaron en posición de guardia vigía.



Los rebeldes descendían, y Miriya los esperaba para darles tranquilidad. –





- ¿Miren? ¿Es Miriya? -



- Todos fueron hacia ella. Las mujeres que le tenían un gran respecto y que ella conocía, pronto entablaron relación. –



- Supimos de ti – Dijo Erika. Luego se sumó Amelia, y Meline.









- Quédense tranquilos. Los llevaran a un lugar seguro. – Expresó ella, mientras Max



se colocaba a su lado.



- Es por ello que vinimos.



- ¿Por qué?



- Por todo lo bello que experimentan. Queremos una vida de paz. Solo eso. – Explayó Amelia, y todos asintieron con un gesto positivo. –



De inmediato fueron trasladados, para darles ropa, y comida, antes de realizar la junta de la cual estarían todos los principales jerarcas.



- Lisa, perdona parece que tu cumpleaños, será ajetreado hoy – Le expresó Rick con un poco de desazón. –



- No importa y lo toma del codo para pegarse a él. Tengo mi mejor regalo aquí.





Él le sonrió.





Max estaba también un poco cansado. Los preparativos de su casamiento, se encontraban



en proceso, pero las idas y vueltas no le dejaban finiquitar nada en absoluto con Miriya.





La junta se programó de manera inmediata. Todos estaban presentes al mediodía luego de que los rebeldes fueron recibidos. En una habitación extensa a la cabeza el almirante Global, Maistrof, Mc Carty, Eleonor Fridman, Dr Lang, y otros. Luego ingresaron Claudia, Lisa, Rick, Max, Miriya, Lían.



Entre los expositores Zentraedis y Meltraedis. Erika, Rico, Conda, Bron, Amelia, Meline.





Se realizaron análisis médicos, y genéticos para detectar los posibles casos de ADN. La identidad era exacta como había sido con Miriya. No había duda alguna. Comentaron la explicación sensata. Las mismas palabras expuestas en personaje en todas las indagatorias sucedidas sobre ello. Maistrof, no estaba convencido, y pensaba hablar con los representantes de la tierra unida.



- Vamos Sub Almirante - Expresa el comandante Hunter. Pienso que debemos entablar un paso para la paz. Los vemos en ellos – Señala a Max y Miriya. Es hora de colocarnos al frente de la situación y cerrar de una vez por todas esta guerra que









ya se ha llevado demasiadas vida. – El discurso de Rick parecía convencer, solo al Almirante.



- Esta demente comandante Hunter – Dice Maistrof con autoridad. – ¿Qué pasa si ellos se revelan o tienen un plan contra nosotros? Las hostilidades no han cesado para nada. Que un grupo de refugiados venga, a convivir a la nave, no es una solución. –


- Lo que nos preocupa es su actividad, su forma de vida por así decir belicosa.



- Es por ello – Comenta Lisa – Su forma de vida ya no es aceptada. Ellos quieren la paz.



- Han experimentado tantas emociones que no volverían a su naturaleza de guerreros



– Explica el comandante Sterling. -



- Estoy de acuerdo en ello. Es cuestión de vigilarlos, y tratar de que su estadía sea lo que ellos quieren hoy en día – explica el comandante Cou.



- Si bien las pruebas han dado que existe una genética idéntica. E incluso el reporte de la comandante Hayes sobre los protocultura, y la creación de las copias por parte de los maestros de la robotecnia, me da a entender que somos de la misma especie con una cultura diferente. – Argumenta el doctor Lang, sin decir un sí, o no. –



- ¡Por favor! No tenemos donde ir – Expresa Meline, lo mismo los demás. – Dénos, aunque sea un pase de asilo provisorio, y analicen nuestros movimientos, y actividades. Y tomen una decisión.



Miriya pide la palabra y se la conceden.





- Mi nombre es Miriya, mi apellido como lo dicen ustedes Parino. Fui la comandante del ejército del Lord Azonia de la raza zentraedi - meltraedi. Como meltraedi que soy, he matado enemigos, y he visto como han aniquilado a mis compañeras, y he visto como zentraedis fueron acabados. Sabemos que somos un producto que fue despojado de los protocultura, y tomados como guerreros para los maestros de la robotecnia. Solo conocimos la guerra y la destrucción. No sabíamos hasta que vimos que existe algo llamado amor, que se experimenta en muchos niveles dentro de eso que ustedes proclaman sentimientos. Mi pueblo siempre estuvo determinado a la batalla, y ahora conocemos algo más que es nuestro y perdimos. Que los tienen ustedes en su









ADN, y son esos sentimientos de la risa, la alegría, la tristeza, y la rabia. Y lo estamos desarrollando hasta ser como son ustedes. Todos ellos dentro del amor. Déjenos que podamos ser como ustedes, pero enséñennos, pues eso es lo que precisamos. Alguien que nos tienda una mano para poder lograrlo, y con ello llegar a una paz entre las razas.



El discurso de Miriya, no solo fue emotivo, sino que convenció al almirante Global. Max tomaba la mano de ella, feliz por su valor.



- Esto es parte de ser humano y de esos sentimientos. El valor a expresarse. – dijo él. Ella le sonríe a Max



- No creo que alla mas que decir. Vamos a permitirles quedarse con una vigilancia extrema.



- No lo considero adecuado almirante – Comenta Maistrof y Mc Carty – Usted sub Almirante Fridman ¿Qué piensa?



- No creo que sea lo indicado, pero el almirante tiene razón podemos dar una vigilancia – Comento Eleonor Fridman



- Bueno, no podemos negarnos – Explica Maistrof – No obstante hay que darle aviso a los representantes de la tierra unida. –



- En efecto, y se hará – Aclara el almirante Global. –





Luego de tanto discurso, los Zentraedis y meltraedis festejan y agradecen. Maistrof se retira con Mac Carty y Fridman. Lisa se acerca al almirante Global.



- Almirante sabe que darán sus explicaciones en la tierra.



- Lo sé, y daré las mías – Manifestó él. –





Todos salieron de la sala. Rick y Lisa iban hacia la base debían retomar tareas, así como los demás, luego se prepararían todos para la velada de cumpleaños de ella.



Al despejarse el corredor los zentraedis y meltraedis fueron direccionados al sector de la entrada del gama -2. Era en un principio una reclusión de vigilancia desarrollada para contener física y psicológicamente a los refugiados. Sus naves fueron puestas en observación pronta a fin de verificar que no hubiera peligro alguno proveniente de las









mencionadas flotas. En cuanto los ingenieros detallaban en sus inventarios el armamento se sorprendían de lo bien preparadas y del poco mantenimiento.



Lisa se colocó con un vestido de esos que le gustan a ella. En un principio llegaron Kim, Sammie, y Vanessa con Lían.





- Lisa te vez hermosa – Dijo Kim – ¿Y el comandante Hunter?





- Él, llegará en cualquier momento. Se encuentra preparándose





- ¿Te traerá algún regalo no?





- Supongo. Ya me ha dado.





- ¡Es muy atento! – Recita Vanessa – otros podrían ser así





- ¡Oye! Trato de dar lo mejor – Comenta Lían colocándose la mano en su cabeza





Luego la aparición de Claudia, para nuevamente saludar a Lisa. Siempre fueron y serán las amigas del alma. Se contenían en todo desde que se conocieron y fueron compañeras de cuarto.



Le regaló un presente interesante. Un collar con el nombre de Lisa.





Rick estaba casi listo, cuando de su móvil recibió un mensaje y luego un llamado. Al atender el auricular era Minmei que saludaba con grata voz animada.





- Hola, comandante Hunter. Te extrañé tanto – Dice ella con una voz sollozando.





- ¡Minmei! ¿Qué sorpresa? – Comenta asombrado





- Tenemos mucho de qué hablar ¿Por qué no nos vemos? - Propone. -





- Es que Minmei, no podría. Tengo planes.





- Solo un momento Rick quisiera hablarte de algo importante. – Expresa con suma



sinceridad.





- Bueno una amiga es una amiga. Iré de prisa, pero no podré quedarme mucho tiempo.









- Gracias. Tú me entiendes –Comentó Minmei – No te preocupes no será mucho. Al colgar la llamada el comandante Hunter, pensaba en su interior si realmente estaba en lo correcto. Minmei solo era el pasado y su presente es Lisa. No obstante, la recordó en su momento de intimidad



Rick no deseaba ninguna situación embarazosa que pudiera complicar su relación de amor. Había quitado de su cuarto una foto de Minmei que estaba a la vista en un marco de vidrio y la colocó en un álbum personal en formato de libro físico. No poseía imágenes tampoco en su celular. El hecho de tener otra relación era motivo suficiente. Y su álbum poseía las fotos más preciadas de si mismo junto a todos los que fueron y forman parte de seres queridos. Entre ellas una que están todos juntos con Ben y Roy.



Al producirse de manera informal fue al encuentro en un restaurante- café que indicó Minmei. Era un encuentro a fin de platicar sobre ella y sus problemas. Rick por entonces debería indicarle quien era Lisa en su vida a parte de comentarle sobre toda la odisea de Cerbero y Marte ¿Cómo lo tomaría ella? Aun temía por todo lo sucedido. -







Ingresó en una mesa junto a la ventana derecha en la cual en su pared un poster autografiado en cuadro de la cantante vestida de militar.



Ella llegó tan radiante que Rick se sorprendió. Sus rizos azulados en su cabello extenso que se distribuía por todos los sitios. Era brillante verla así y vistiendo una camiseta ajustada en el cual denotaba un busto mayor del que posee y unos short cortos de jeans, y zapatillas. Su estilo muy juvenil. Unos lentes oscuros. Realmente era encantadora.

Fin del capítulo

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