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Cerbero.

Quise ser piloto, pero no de combate. -

Rick Hunter





Encerrado en su camerino, Rick descansa luego de un combate exhaustivo. Los rumores de

la televisión sobre su encuentro con la cantante Minmei por segunda vez hicieron un estallido abismal. Habían pasado varios meses desde su primer vuelo en el espacio, y elenfrentamiento en el cual el SDF-1 con una de las naves de Bretaii. En ese entonces estaban batallando abismalmente y como era sabido el enemigo superaba en número a los combatientes Robotech.

- Muchachos ábranse paso para la izquierda cuadrante alfa, los sorprenderemos por allí – dice Roy –

El grupo de caza veritech se dirigía en dirección al punto en el cual se encontraba la nave.- Rick, ven a mi par, sorprenderemos desde el exterior. Lían, tu y Cramer, y los demás irán en a la derecha.

- Enterados – Dijimos todos. -En medio de las órdenes, el SDF-1 aplicó su campo de fuerza de punta de aguja, que se componía de burbujas que eran manipuladas con varias esferas por tres personas. Cada direccionaba la esfera haciendo que se mueva la burbuja al punto en el cual llega el disparo, y con ello evitando que los disparos dañen el crucero. Ante la comitiva de naves Zentraedi– Meltraedi, era muy difícil tratar de evitar los disparos.

- Almirante, tengo una idea – Comentó la capitana Hayes. –

- La escucho comandante. –

- Podemos enviar las burbujas al brazo derecho del SDF-1.

- ¿A qué se refiere? – Piensa Henry dudando. –

- Los campos de fuerza pueden servir para quebrar sus defensa, y e irrumpir en la base principal, luego abriremos la compuerta principal, y enviaremos a los destroids a que se ordenen en fila disparando a discreción. –

- Perfecto. Claudia orden al comandante Fokker que ataquen a la nave principal hasta que demos la orden de retirarse.

- Enterado señor. –

- Comandante Fokker. Dirijan su ataque a la nave principal.

- Entendido Claudia.- Ya oyeron muchachos vamos contra la nave principal.

La multitud de caza veritech volando alrededor de ese gran crucero. El SDF-1, se acercó con su puño y toda la energía de las burbujas en la punta. Allí, golpeó la punta hasta romper el metal pesado haciendo que parte de ella se destruya, luego abrió sus compuertas para que los destrois realicen su trabajo lanzando los misiles. Mientras las demás naves estaban sobre la base en modo guardián disparando al enemigo, luego de golpear fuerte con los misiles, el potente brazo se desprendió dando la orden de retirada a todos los pilotos. Aquella gran masa era destruida, y los battelpod fueron presas fáciles de los pilotos veritech.

- Orden retirada ahora. – Comenta Green. –

Brettaii observaba con recelo como aquella nave tan eficaz destruía a una de las suyas-Estos microniano, saben dar batalla.

–Sera más difícil de lo que parece señor. – Explica Exedore. -

Con la grandiosa maniobra Daydalus de la capitana Hayes había dado resultados excelentes, se esperaron otros métodos para el combate que continuaran existiendo, con el esmero de la batalla, muchos soldados fueron condecorados, en especial la capitana Hayes a la cual ascendieron. -

Rick, en una de sus noches luego del combate tenía un sueño. Él se encontraba cara a cara con el enemigo. Un Zentraedi-Meltraedi, que era tal parecido a los humanos que hasta le generaba más terror. La única diferencia se decía Rick es que su tamaño era colosal. Al despertar su cuerpo estaba empapado de sudor. Son tan parecidos ¿Me pregunto de donde habrán salido? A Rick le importaba el hecho de saber todo, pues su vida siempre era un juego ante aquellos sucesos. En muchos combates desarrollados demostró el valor suficiente en las bases cercanas a las lunas de Plutón donde hoy en día se encontraba elSDF-1, pero temía que nunca volviera y eso lo hacía más tenaz. Y fue ascendido a Sargento. Durante dos noches el sargento Hunter no pudo dormir ante ello. Él, quería ser un piloto, y lo era. Quería ser el mejor, y lo fue al ganar tantas competencias internacionales. Había conocido a una mujer increíble que era una estrella ¿Pero quería ser piloto de combate, y estar con una mujer así? Estaba tan pensativo. Que su mundo eran dos cuestiones que siempre se replanteaba desde que ingresó en el ejército. Su vida y la cantante Minmei. ¡Vamos Rick! Se dijo, no puedes estar sellado en una cama todo el tiempo pensando. Respirar aire afuera te hará bien. Y eso se propuso. Se incorporó de la cama, y buscó un atuendo cómodo. Una camisa rustica típica de explorador, y un pantalón negro con unos tenis (zapatillas) que combinaban. No era una persona elegante en lo referente a la vestimenta. Observó su móvil que estaba apagado. Al encenderlo tenía la ilusión de algún mensaje de ella, esa chica a la cual estaba con deseos de declarársele. Ella tan atractiva. Minmei era joven, y agradable. Estaría en sus cursos, y su trabajo arduo. Ningún mensaje esta mañana, solo el grupo del Comandante Fokker haciendo bromas con otros de sus colegas. Bromas de fotos y chistes de todo tipo. Rick en su estado de ánimo solo marcó como leídos los mismos. Sabía bien que su amigo, siempre le gustaba bromear. Y a Rick lo tenían como poco participativo.-

El último mensaje de Minmei. Rick, lo siento hoy estoy agotada, comencé nuevamente las clases de canto para algunas perfecciones, y las actividades de míos tíos en el restaurante con la falta de personal se está haciendo agotador por lo que me ofrecí junto a Khay Lin en ayuda. Buenas noches que descanses

– Vaya, muy acotado, y poco cariñoso ¿Me pregunto si le interesaría que le envié mensajes todos los días? Bueno está cansada, y tiene muchos quehaceres, ¿Qué puedes pretender? Oye cerebro deja de manipularme ¿Sí? Solo exijo a veces un poco de atención. Vano sé para qué hablo conmigo mismo Al ingresar en el baño, se miró al espejo ¡Rayos!, parezco salido de una película de terror japonesa. Se dio una ducha, y se lavó los dientes muy detenidamente con el cepillo un tanto gastado de uso. No le gustaba estar desalineado, aunque en sus épocas de explorador, y aventurero montañista le daba igual estar donde estuviera. Al concluir el aseo, se colocó su ropa lista. Nuevamente observo el móvil, chequeo las noticias, que eran vagas al efecto, pues se les indicaba a los civiles que todo estaba bien, cuando la realidad es que afuera en el espacio los acechaban los lobos alienígenos. Salió de inmediato de la base de oficiales, en el pasillo se cruzó con el cabo Lían Cou, al cual saludo.

-¡Eh! Rick ¿Cómo te encuentras? – Le comenta. El cabo, era un soldado raso proveniente de Sudamérica, de tez marrón claro, y cabello corto un tanto mayor que Rick, pero tenía su mismo ímpetu jovial, y sus manifestaciones y preocupaciones eran un tanto parecidas.

- Bien Lían, digamos necesitaba salir a tomar un poco de aire. Un café en algún bar de por aquí. ¿Y Tú? ¿Regresaste de patrullar?

- Si, demonios, la teniente Hayes estuvo hasta las 00:00 horas controlando, luego tomo el cargo Anne, ahí pude distraerme un poco. Pero amigo, no es nada comparado con lo que hace contigo.

Rick se miraba asimismo levantando las cejas como si realmente fuera una molestia- Si, ni lo menciones. Es un terror para todos los pilotos, pero conmigo, parece que fuera su blanco de desquite. La realidad es que la capitana Hayes, tenía cierto recelo ante Rick Hunter, pues, no había soportado aquella broma que le hizo una vez cuando era solamente un civil. Y además de ello algunas maniobras de aquel le enfurecían, pues modificaban todas sus tácticas.- Si viejo, ahora debo dormir, estoy exhausto. Sabes quizás invite a la oficial Vanessa Leeds a cenar. ¿Tú qué dices?

- Oye me parece genial, ¿Pero ella sabe algo de ti? ¿O sea te conoce?

- No solo sabe que soy un piloto más. Esto es así Hunter, somos números que caen en batalla. – Comenta aquel conocido Lían, pues así era. No tenían la información de cada piloto como si fueran una familia. Eran soldados a la batalla, que caían o no.

- Entiendo, ¿Y no sería muy atrevido?

- ¡Rick! No sé si hoy, o mañana moriré - Comentó Cou. Cou era bastante responsable cuando tomaba una decisión. Era su iniciativa. –

- Tienes razón viejo. Hazlo y suerte – Le comenta Rick, que se despide, caminando por el pasillo.

- ¡Gracias! Me iré a descansar. Ten un gran día. –

Rick saluda de espalda extendiendo el brazo y su mano con un ademan. Al terminar el pasillo, tomar el ascensor, y desciende a la planta baja.

- Buenos días Cabo Hunter, o sargento – Le dice Ralf, sin observarlo y algo confundido. -- Bueno días Ralf. – Sale Rick con solo un ademan sin mirar su rostro. Y al salir a las calle, puede contemplar como la nave era toda una bella ciudad programada con sus habitantes que iban y venían. Podía notar la maravilla de generar un cielo artificial, pero lo más notable, no era ello. Era el hecho de que las personas habían logrado establecer sus económicas, en una ciudad que poseía alrededor de setenta mil habitantes, o más, pues a veces llegaban a la nave refuerzos de la tierra con nuevo pilotos que se alistaban, y pedían el permiso para ir a batallar contra los Zentraedis. Rick comenzó a caminar por entre medio de las calles, un perro tal vez de alguien se acercaba a él para olfatear su calzado, luego al oír la voz de su amo se alejó. Había una gran cantidad de centros comerciales, y pensaba tal vez ir al restaurante chino a visitar a los tíos de Minmei, y esperar que ella llegara de la escuela, podría ser buena idea. No le enviaría mensaje debido que en clase los celulares se apagaban por cuestiones de respeto, aunque siempre ella intentaba dejarlo encendido. Veremos, si iremos mientras disfrutaba del paseo de su día libre. Recorrió el sendero que marcaba con la plaza principal, y encontró una tienda con algunas mesas fuera. Bueno podría tomar un café aquí antes de seguir rumbo. Enseguida se sentó del lado de una palmera artificial. Él se sentía seguro ante encontrarse enun lugar escondido. No frecuentaba lugares en solitario tan seguido, pero ¿Qué hacer en el cuarto de oficiales? Sus compañeros, que apenas eran amigos, estaban de patrullaje, y otros descansando, y Roy estaría seguro con Claudia, su novia del ejército, y molestarlos no era lo indicado, sobre todo teniendo presente que tal vez quisieran intimidad.

- ¡Señor le dejo su café! - Le comenta el mozo. --

– ¡Muchas gracias! – Expresa Rick.–

La taza humeante se estaba gestando en ritmo del azúcar que Rick que introducía al abril el sobre. Éste se diluía, y con un movimiento lento de una cuchara revolvió bien haciendo girar el líquido en el sentido del reloj. Luego de beber un sorbo, la dejo en su lugar, y con un suspiro se colocó de frente a un parque del otro lado de la avenida, en el cual estaba en formación un gladiador, equipo de battleiod terrestre de color verde claro, y luego de observarlo, apoyó su mano en el mentón mirándolo.

- Me pregunto ¿Cómo será manipular uno de ellos? - Luego se estremeció al ver otro modelo recientemente destruido por la última batalla.- ¡Dios! No quisiera terminar así. -

- Vaya, Vaya si es el sargento Hunter. –

Rick hizo un gesto movido como alterado por escuchar su nombre. No le gustaba que quebrasen su paz, así tan simple.

- Parece que el cabo, se asusta fácilmente, perdón sargento. Suelo confundir roles–

- Yo diría que los vuelos lo han colocado en un estado un tanto de pánico Rick no prestó atención a su rango. Era parte de bromear con las categorías. Eran nada más y nada menos que el trío de la oficina de comando, Kim, Sammie, y Vanessa.

Rick pensó que terrible tener que cruzármelas. Y no era nada obtuso sino por el hecho detener a tres personas que son ojos, y oídos, y palabras de todo el comando.

- Hola ¿Qué tal? – Saluda Rick

- ¿Por qué tan solo Hunter? – Expresa Vanessa

- Deja, seguro está esperando a alguien – Comenta Kim con una risita leve

- No para nada, solo salí a distraerme un poco. Nada más – Responde Rick, que apenas quería darles explicaciones. –

- ¡Ah! No le molestará que nos sentemos en la mesa de al lado. –

- Si como gusten es un país libre. – Expresa con cierto sarcasmo Rick. Él apenas las conocía, y apenas conocía a todos, pero mantenía un perfil muy bajo, para evitar problemas. Las oficiales, pidieron unas bebidas. Kim un helado batido, Sammie la siguió, y Vanessa un jugo frutado.

- ¿Y? Dime piloto - Le dice Sammie con una pregunta - ¿Cómo esta llevando las batallas?

- Si debe ser muy duro, ¿No? – Se pregunta Vanessa con su dedo índice en la mejilla pensando. –

- Tanto como para no disfrutar de este helado. – Da que hablar Kim que se lo termina, pidiendo otro al mozo. -

- Bueno, yo no sabría decir, si es complicado. A veces se hace difícil llevar a cabo las misiones.

- Y las ordenes. – Comenta Kim. –

Rick recordó a su oficial superior la capitana Hayes, que lo tenía a mal traer con los regaños. –

- Si las ordenes son bastantes difíciles. – Rick intentaba no hablar tanto del ejército. Sobre todo los malos tratos de su superior.

- Solo trata de no poner de mal humor a la capitana Hayes. –

Mal humor pensaba Rick en sus adentros. Si esa comadreja insípida lo único que hacía era regañarlo por todo, y jugar con él. E hizo un gesto como negativo. -

- No creo que mi actitud ponga a la capitana Hayes del mal humor. – Dijo abiertamente. – Podría ser que su temperamento viene un tanto fallado. A decir verdad debería esa viej...

Las damas oficiales se quedaron mudas sin decir nada. –

- A decir verdad debería esa viej... ¿Qué soldado raso Hunter? –

El susto de Rick fue tal que salto de la silla a la cual estaba sentado, cuando oyó el sonido de las palabras roncas de la capitana que estaba de espaldas a él.

- ¡Capitana Hayes! – De inmediato se incorporó firme y saludó con el ademan del ejército. –

-Descanse estem, ¿Sargento?, ¿Cabo? Veo que es su día libre. Debería tener una lengua un poco más cerrada, si no quiere terminar con una sanción marcial, y sabe a lo que me refiero. - Habla Lisa con actitud altanera de líder.–

- Sargento. Escuche comandante, no comprendo a qué se refiere. – Objeta Rick. -

- Usted sabe bien a que me refiero. Debería meterlo en el calabozo, o enviarlo a la corte. Dios ¿Cómo puede ser un oficial usted?

- Pero, yo, pero ¡Ah! – Se mantiene sin decir palabra alguna Rick

Las oficiales se reían sin parar.

- Chicas espero se encuentren bien, hablando con éste hombre, no llegaran muy lejos.

- Tranquila Lisa, solo estábamos bromeando. – Dijo Kim para introducir un paño frio al asunto.-

En seguida sonó el teléfono de Rick, al ver la llamada de Minmei, no tardo en tomarlo.

- Disculpen tengo una llamada - Pero el aparato estaba sin batería y se apagó de repente. Rick se maldijo por su suerte, hasta que luego de un minuto, una de las maquinas móviles telefónicas se hizo presente.

-Llamada por el Sr. Hunter. Llamada para el señor Hunter.

- Aquí y mueve la mano. Aquí, Hunter - Luego hizo un gesto a la Comandante, oficiales, de disculpas Rick.

Al descolgar en la pantalla aparece Minmei. Las chicas hicieron vista de aquella dama sin decir palabras alguna.- ¡Hola!- Rick, ¿Cómo te encuentras? Quería disculparme por todo lo sucedido. -- No hay problema. Fue todo un mal entendido – Rick un tanto incomodo respondió afirmativamente, como queriendo escapar a la situación del parque de diversiones

-Si, fue todo un escándalo. Sabes, debo cortar la llamada, pero no es por ti. No te preocupes. El restaurante de mis tíos estará abierto hoy. Debes ir es muy bueno. –Guiña un ojo Minmei ¡Adiós Rick! –

- Adiós. – Rick colgó el auricular, y veía como la maquina se alejaba.

– Comandante, oficiales si me disculpan, - Rick hace un gesto al mozo, y le deja el dinero del café. -

- Vaya sargento, y la próxima tengas más cuidado. –

- Si, disculpe capitana. – Comenta con cierto desagrado Rick. Era solo una llamada de una amiga.-

Rick se aleja rápidamente de la escena para no generar más problemas. No tenía una buena relación con la capitana, incluso era una astilla en su zapato cada vez que debían salir a patrullar, o combate.

- A mí me parece simpático – expresa con agrado Vanessa. –

- Sí, es gracioso, el sargento – Comenta Kim con cierta risita.-

- Pues, yo solo veo un niño que no sabe qué hace en el ejército. Si no le gusta debería dejarlo.

- No seas tan dura Lisa – Le dice Sammie. –

- No lo soy, solo digo la verdad, chicas. Es un problema cada vez que sale a combate. No obedece órdenes. –

- Pero su legajo está intacto con tan poco tiempo.

- Veremos si sigue así. – Responde Lisa, mientras pide una taza de té inglés. – Es importante que sigan órdenes, sino será todo un libertinaje.

- Lisa, no es para tanto – Comenta Vanessa.

- Lo es para mí. Estamos en guerra, y apenas podemos defender al SDF-1 de los Zentraedis-Meltraedis que nos atacan constantemente. No podemos permitirnos fallas que nos puedan costar la vida de todos los civiles aquí. No voy a permitir que un niño arruine nuestras operaciones por su afán de querer hacer lo que le plazca. -

La capitana Hayes era muy rigurosa. Eso de venir de una familia de militares, la habían convertido en una máquina que parecía no tener sentimientos, pero los tenia y muy escondidos en su interior. Ella toma un sorbo de té, algo que la hace sentir bien, mientras pensaba en otra misión, pues quizás sea eso lo que la capitana Hayes tenía en su cabeza "otra misión" y de ello se desprendía la soledad que la contemplaba. Se imaginó en la cabina viendo las estrellas en su esplendor e imaginando que todo terminaba para ella.

- ¡Lisa! ¡Lisa! ¡Capitana Hayes! – Grita Kim

- ¡Oh! Perdona Kim, estaba distraída en mi mente. – Confiesa Lisa.

- Por qué no vamos a caminar un poco. – Expresa Kim. –

- ¡Yo quiero ir a una tienda de ropa! – Dice Sammie. –

- Fuimos la vez pasada. – La regaña Vanessa. –

- Quiero un nuevo vestido. – Confiesa Sammie con enfado. –

- ¡¡Ya te compraste uno la semana pasada!! Y no lo usas. – Dice Kim- Lo usaré para cuando tenga una cita.–

- Sera nunca. – Niega Vanessa riendo. Lisa se echó a reír, con las demás. –

- No te preocupes Sammie, conocerás a alguien – La calma Lisa – Eres muy bonita. –

- Gracias Lisa. ¡Ven! – Deben ser así de buenas amigas como la capitana Hayes –

-¡Si tú lo dices! – Se cruza de brazos Kim. –

- ¡Vamos! Será divertido - Expresa Lisa.–Pagaron la cuenta del restaurante, mientras Lisa por algún motivo permaneció observando la tasa del Sargento Hunter, no entendía bien, cuando le pareció poder oler el aroma de su perfume y el recuerdo de aquella fragancia de su antiguo amor Car Riber. Luego ladeo la cabeza, y se dijo así misma, no Lisa, debe ser una coincidencia ¿Cómo no captarlo cuando estaba el sargento Hunter? Era simple, su escudo contra todo lo que fuere le prohibía a la capitana pensar en esos detalles. Esa suerte de muralla que impide los sentimientos externos. –

Rick estaba llegando al restaurante cuando la cruzó a Minmei. Era una clave fantástica la del restaurante. -

- Rick, ¿Cómo estás? ¡Pasa pronto!

- Minmei ¡Hola! – le dice con cierta alegría. –- Bien, salí temprano de la mis clases de actuación. Estaba muy atareada hoy. Con todo el ejercicio. Vine aquí, Khay está realizando unos arreglos para las actuaciones de mi nueva película ¿Puedes creerlo? Estoy muy emocionada

- Sí, me había comentado ¿Película?, eso es genial Minmei

– Si Rick con cierta mueca, refunfuña un poco en cuanto ve alguna que otra persona caminando direccionando su vista hacia el restaurante chino de sus Tíos. -

- ¡Ah! ¿Por qué esa cara? ¿Acaso no te pone feliz, verme allí? - Se enfada Minmei y al mismo tiempo se ríe.

- Claro, si, es que. Es que con todo el alboroto, últimamente creo que se está generando una polémica a gran escala sobre ti Minmei. –

Rick se rasca la cabeza, mientras se lo explica. -

- Bueno Rick, pero no te preocupes. Tú sabes cómo te he contado siempre he deseado cantar, y éste es el precio de la fama. ¡Ah! No te he dicho, pronto serán las aperturas del concurso señorita Macross. Es posible que me llamen. He hecho una solicitud, aunque dudo que me tengan en cuenta por cuestiones de que al ser famosa podría estar arreglado el concurso. ¿Y tú? Has estado también muy ocupado no? – Hace una mueca sincera, como si tuviéramos caminos separados. Ella se apoya la mano en la mejilla sosteniéndose con el codo. –

- Bueno, pero Minmei, estoy en el ejército, y estamos en guerra. –

- Si, pues es así supongo. –Ambos caminaron permanecieron en silencio dentro restaurante. El tío Ben salió a saludara Rick, mientras su tía estaba preparando un pedido vía domicilio. Ambos se sentaron a esperar que el tío Ben trajera un buen almuerzo. Hacía mucho que no veían a Rick, desde que había ingresado al ejército, ya que no rentaba más la habitación que le habían ofrecido. La tía dejó encargado a uno de los empleados para que se encargue de todo. Se sentaron los cuatro entre risas y platicas. –

- Y dime Rick, ¿Cómo te está tratando esta guerra? Minmei nos ha contado de ti - Le comenta la tía – Oí decir que estamos dentro de todo bien posicionados, y posiblemente podamos retornar a la tierra pronto. –

- Estén, yo no diría eso – Se rasca la cabeza Rick, intentando no ser tan brusco con las palabras. –- ¿Pero está muy complicado? – Expresa el tío Ben. –

- No, es eso, solo que el enemigo nos ataca constantemente, y retrasa mucho el desempeño del SDF-1 al regreso de la tierra.

– No importa. Dejen de preguntar tantas preocupaciones. Rick se hará cargo de todo. ¿No Rick? – Comenta con risas Minmei. –

- ¡Eh! Sí, advierto, que si – Cita Rick dubitativo, pensando en sus adentros – sino meliquidan en combate pronto. –

El resto del almuerzo, lo pasaron con ciertas cuestiones. Los padres de Minmei estaban preocupados, y siempre le enviaban mensajes, y llamadas por video, pero a veces la comunicación con la tierra era de un carácter defectuoso, por lo que le era imposible. Y desde que salieron de la órbita cerca del oscuro Plutón, no habían podido comunicarse. A decir verdad, en la tierra, el consejo unido de naciones, no tenía agrado más solo de saber que el enemigo estaba lejos. Rick aún no lo sabía, pero si el almirante Global, y el coronel Maytrof. Pasada la tarde, Rick regresaba a su departamento en la base de pilotos. Estaba un tanto cansado, solo de ir y venir, pero había pasado una tarde bella con Minmei. Entre platicas en ellos, él, pensaba como decirle lo que sentía, aunque fuera lejano. Era un amor platónico, y ella como chiquilla soñadora, quizás no tenía en su mente otros pensamientos más que la música, y divertirse. No obstante era como un hermano para ella. Rick se sentó antes de ingresar a la base en una banca, a pensar nuevamente en aquel dialogo en el cual ella le pedía casarse, ante la desesperación de no poder salir de aquel recinto oscuro en el cual estaban atrapados.- ¿Cómo puede ser Minmei? ¿Cómo puedes cambiar tanto? Recordó la última charla antes de salir del negocio de sus tíos. –

- Minmei ¿Qué te parece si vamos a cenar tu y yo? – Le propuso. –

- Ah, no se Rick, es que como te he dicho estoy muy ocupada. Y ya sabes. El tiempo y venir aquí. Debo ayudar al tío Ben, y él se esfuerza mucho junto a mi tía. – Comenta Minmei un tanto afligida. – Espero pronto puedan tener más personal como para que puedan realizar todas las tareas que conlleva ello.

- Bueno, pero es que cada vez tienes menos tiempo. Debes distraerte un poco. Un poco para los dos ¿Mira si sucediera algo'- ¿Qué puede suceder? – Se pregunta Minmei con un dedo en su nariz. –

Fin del capítulo

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