En el hospital hay algunas historias que contar. -

Duerme tranquilo, pero por favor despierta.

Lisa Hayes





Rick permanecía dormido en el hospital. A como vendría su vida acabaría siendo su segundo hogar si no es que terminase en otro sitio. Roy estaba en la sala de espera. Max vino primero. Las preguntas eran las mismas de siempre ¿Cómo se encuentra Rick? Y la respuesta no variaba. Se encuentra estable. Luego Ben y Lían hicieron su aparición. Era tan frágil que no había más remedio que esperar. Un mensaje de Claudia luego de concluir su turno de que llegaría pronto.

- Roy te vez cansado – Le comenta Claudia.

- No te preocupes luego iré a descansar. - Esa fue solo su respuesta en incertidumbre.

- Si quieres podemos quedarnos. Sabes que no hay problema comandante – contesta Ben.

- Se pondrá bien. Es un muchacho fuerte – Dijo Lían.

Unos pasos un tanto ruidosos de tacón demostraron que alguien más venía a ver a Rick. Un largo cabello castaño y una mirada pasiva y sin denotar expresión.

- Lisa que bueno verte aquí – Comenta Claudia.

- Hola. Hola a todos – Dijo Lisa. Y dirigió la mirada al cuarto en el cual descansaba Rick.– ¿Cómo se encuentra el teniente?– preguntó un tanto con la mirada lamentándose.

- Estará bien capitana. Solo es que precisa descansar. Lisa suspira mirando al frente de la puerta.(Recuerde capitana, usted es tan importante no voy a dejarla aquí. No te dejare aquí Lisa Saldremos de aquí juntos, o no saldremos)

- Rick ¿Por qué eres tan terco? – Se dijo asimismo. Ben que esta de brazos cruzados no puede evitar preguntarse

- Es increíble ¿Cómo lo logra? –Comenta Ben con cierta interrogación. -

- ¿A qué te refieres? – Dudada Lían

- A eso de que el teniente es tan arriesgado. Rick no solo es mi superior, también es mi amigo.

- Si, posiblemente, él ya es así. – Max explicaba, mientras los demás permanecían escuchando.

- Quédense tranquilos. Su amigo volverá pronto. Solo fue un combate más. – Comenta Claudia tratando de animar a los pilotos.

- Si, aparte sabemos que éste juego es así de simple.

- Tu siempre pareces animado Lían. Vanessa es quien te lo otorga – Cita Claudia.

- Si es ella, supongo que siempre vela por mí como tú con Roy. Y lo observa mientras él se encuentra ubicado de brazos cruzados. Pero lamentablemente éste periplo de la guerra no es más que eso un viaje del que quizás no regresemos. Y sabemos ello. Lisa estaba un tanto triste. Su antiguo amor había desaparecido en la base de Marte. Y ahora la persona a la cual sentía una atracción tan posible como el amor estaba en una sala encerrado en estado de coma sin saber de su recuperación. En ello opto por solo mirar al frente por Rick. Roy escuchaba atentamente las palabras de Ben y luego de Lían. No quería interrumpir aquella inverosímil citación pesimista de Lían. Sin embargo, era la pura verdad de un combatiente.

- Rick no es arriesgado – Manifiesta Roy – Incluso teme tanto que el miedo lo consume. Créanme. Lo conozco muy bien – expresa. Todos lo miraron a Roy en su argumento referente al teniente.

- ¿A qué te refieres? - Max intentó formular de la mejor manera posible la pregunta.

-Es obvio. Rick es un gran piloto. – Reconoce Ben.

- Si, lo es. – Comenta Roy con una bocanada de aire. – Rick no solo es un gran piloto. Sino que es osado. Rick siempre parece enfrentar algo. Siempre confronta la muerte. Max – Y lo vé a él - ¿O yo?. Somos grandes pilotos que realizamos formidables combates. Somos tan buenos que nuestros vuelos son perfectos. Lían tiene una visión de liderazgo excelente y Ben una actitud positiva ante la batalla. Pero Rick es distinto a todo. Y la mayoría de las contiendas las ganamos gracias a ese instinto que parece nacer de él. Su veritech siempre está dañado. Y si ustedes notan esas heridas son mortales para tal maquinaria. Tal así que no importa, pues ellas pueden repararse, pero lo que ocurra en esa cabina no. Su padre fue igual en la guerra. Son como dos gotas de agua. Siempre solía decir: Hoy puede ser la última batalla para mí, pero también para ellos.

- ¿Quiere decir que estaba consciente de que puede morir? - Dice Lían. – Supongo que todos lo estamos.

- Sí, pero en algún punto lo sabemos y olvidamos en el vuelo y en trayecto del conflicto Cuidarse. Pero Rick como su padre, no. Van con un miedo al cual vencen encada ascenso, y esa lucha interna los hace héroes a la hora de decidir si son ellos los que detendrán al enemigo. Es entonces que vemos que Rick se dirige a ese miedo, la muerte, para luchar contra ella. La busca interminablemente, y no por egoísmo, ni valor. Esas son características que podemos tener nosotros. Él, lo hace por amor. Por amor a los suyos. A quienes son parte de su vida. - Roy inhala y exhala una bocanada de aire - Siempre envidié eso de él.

Lisa al escuchar las palabras de Roy, no tuvo remedio que entristecerse. Su fría manera de ver la guerra, no podía olvidar las veces que el teniente Hunter estaba en el aire dándolo todo. Lisa de alguna manera sentía algo por Rick y no quería perderlo de ésta forma como había perdido a Car. Aunque solo fuese un amigo. -

- Quizás esta guerra nos enseñe que cada cual tiene algo que es especial. – Comenta Lían pensativo. – Rick siempre parece positivo en sus palabras.

- Sí, es un gran líder. – Comenta Max – Pero también un amigo. No olvidaré mi primer día de vuelo de combate (Max, pase lo que pase estoy contigo. Te cubriré a ti y Ben). Esa confianza es la que nos transforma grandes sujetos, me dije. Pero sobre todo de quién la otorga.

- No puedo explicar a ciencia cierta ¿Qué ocurrirá? Pero de algo puedo estar completamente seguro, Rick saldrá de allí – Señala la habitación de emergencias Roy – Siempre lo logra, sin embargo mi temor es que un día entre y ya no lo logre.

Todos en la sala de espera mantuvieron la calma mientras otro participante, el silencio los confrontaba en señal de que solo resta esperar. Esa noche las horas se hicieron interminables. Y cada cual se iba retirando. Los turnos de guardia en épocas de guerra debían cubrirse. La capitana Hayes permaneció allí hasta un nuevo día sucedido. No quería irse. Pensaba, un día tal vez no lo logre ¡Dios!, ¡Rick! Debes ser fuerte. Alguna lágrima se escapó de sus retinas.

Allí se guardan secretos de un amor. La enfermera ingresó primero, y luego el médico a la habitación. Todo parecía estar en orden. Algunos movimientos se trasladaron a sus dedos en actos reflejos. Rick había recuperado el conocimiento. La enfermera hizo las anotaciones. Y Rick aún no hablaba, y poco eran sus actos. Hasta que comenzó a dar muchos indicios de estar bien, y la voz llego en él, preguntaba a la enfermera ¿Dónde estaba? El doctor salió de la habitación. Lisa lo avistó, e inmediatamente fue hacía él.

- ¿Cómo se encuentra doctor? –

- ¿Usted es pariente del Sr. Hunter?

- Soy una amiga. – Confiesa Lisa.–

- Estará bien. Incluso ha despertado. – Le dijo el doctor con una sonrisa. –

Lisa parecía alegrarse por completo, como si su alma estuviera en paz ahora con aquella buena noticia. –

- Doctor muchas gracias por su trabajo. –

- No me lo agradezca. Es un muchacho muy fuerte. Cualquiera no hubiera resistido tales heridas. Puede visitarlo, pero solo unos momentos, ¿De acuerdo? –

- Claro. Al ingresar al cuarto la comandante Lisa Hayes recordó las palabras de Roy Fokker. "Rick es diferente y temo por él. No mide las consecuencias, y ello lo hace especial como piloto de combate. Él tiene mucho miedo, y no sabe qué hacer con ello, y entonces lo enfrenta hasta el límite. Pero ese límite no tiene fin y Rick sí. Y temo que pierda la vida en cualquier momento".- Lisa, no quería ello. Desde el tiempo que conocía al teniente Hunter sentía algo en él especial. Quizás se había enamorado de un héroe que la saludaba al ingresar. Y desobedecía-

- ¿Lisa? Es una sorpresa. Gracias por venir.- Ella no parecía decir nada y colocaba unas flores de presente que aguardaron con ella el despertar.-

- ¿Ocurre algo? - Se dijo el teniente Hunter.-

- No Rick, solo vine a ver que estuvieras bien. Todos estaban preocupados por ti teniente.

- Te agradezco mucho, no quise ser una intromisión para quitarles el tiempo. La batalla fue terrible, y aún... - Una tos invade al teniente Hunter. –-

- Calma Rick, no debes hablar mucho. – Se preocupa Lisa.–

- Pero parece que vienes a darme el último adiós - Se burla poco con el dolor de cabeza.

- ¡No! No es ello. Solo quiero que tengas más cuidado. No sería bueno perderte.

- Bueno agradezco. Fue un juicio errado el mío. Perdona Lisa, es que fue todo tan rápido. – ¿Creí que eras más dura?-

- Lo soy, no te confíes. Y debe cuidarse Teniente Hunter. No siempre estarán para salvarlo. – Sonríe Lisa con poca gracia señalándolo. – En fin debo irme a la base. Lisa se despide de Rick. -

Mantiene el silencio sin poder mirarlo a los ojos

- Sera mejor que me retire ¡Recupérate pronto!-

- ¿Vendrás a verme de nuevo? - Preguntó Rick.-

- No. No puedo. - Ella se dirige a la puerta

- ¡Gracias! Capitana. – Apenas con una voz tranquila, y alegre.- Al escucharlo se volteó y lo observó-

- Es la primera vez que dices gracias - ¿Por qué? – Se da vuelta Lisa antes de irse.–

- ¿Y por qué podría ser? Por cuidarme. Es como mi ángel. – Le sonríe.–

- ¿Yo', Teniente, es un forma muy amable – Lisa titubea. Nunca en su vida le habían dicho ángel, y a veces una demostración de cariño podía ser tal que ella, no tuvo más remedio que sonrojarse. – ¡Solo!, ¡Solo! cuídate ¡¿Si Rick?! ¡Y vuelve pronto!– Lisa se retira cerrando el acceso.

Al cerrarse la puerta ella se apoya en ella y suspira del otro lado.- Ojala nunca le pase nada – advirtió en su pesar. Rick se disponía a descansar. Estaría así unos días hasta que venga una mejoría. De todas maneras el remedio que le había dado la capitana Hayes era suficiente. Lisa se fue pensando en el teniente Hunter. No podía quitarlo de su mente. Era como si su corazón al pensar en él, palpitase el mismo sentimiento que había nacido y muerto con Car Riber .Alguien nuevo en su mundo estaba entrando. En su corazón mejor dicho. Era el teniente Rick Hunter.

Fin del capítulo