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Estamos aquí en Marte. Los rehenes dan que hablar.
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Estamos aquí en Marte. Los rehenes dan que hablar.

Es aquí en donde fuimos, y somos. -







Lisa Hayes







Luego de la batalla un grupo de reconocimiento y rescate, fue por todo lo que restaba que solo era chatarra. El Skull 1 de Roy se había estrellado y estaba casi en ruinas lo que supuso su muerte. Claudia no paraba de llorar por él, y pidió que trajesen lo que fuera de Roy. Su amor, como su amiga, no estaban. La tristeza invadía a los tripulantes por aquel desastre. Lisa, Rick, Max, Lían sin rastro alguno. Vanessa observaba una foto de Lían y sus lentes se empañaban al caer algunas gotas. Era mejor continuar buscando. El veritech de Lían estaba hecho añicos lo que hizo que perdiera esperanza. De Ben se supo de su muerte y fue condecorado por su enorme y atrevido valor como a todos otros entre ellos Rei, y su grupo batallón. No había rastros de Max, ni del ojo del halcón, ni Rick y Lisa.



La orden del almirante fue que sigan con las averiguaciones. En un momento indeterminado la teniente Kim Young sale de su guardia.



- Iré a ver cómo esta Claudia y Vanessa. -





- Perfecto – Le expresa Antonia quien hace las veces de suplencia de ellas en cuanto se turnaban para los descansos. Sammie se contuvo en no llorar. Su fuerza de voluntad la mantenía estable. En cuanto a ello, monitoreaba los vídeos de las cámaras vigías a fin de encontrar rastro alguno de sobrevivientes.



- Max, Lían, el Doctor Straig fueron trasladados, junto a los demás con extrema protección a fin de ser interrogados. Miriya miraba activamente al soldado que la venció. Sus ansias de venganza se palpaban en un próximo encuentro ¿Pero liquidarlo de esta forma? El piloto no tenia se nave de vuelo y ella poseía una altura promedio a 16 metros. Solo aplastarlo sería suficiente ¡No! Quería algo de igual a igual.



Lo pensó en determinadas circunstancias. No dejaría que destruyan Max. Antes su ego le pedía derrotarlo para limpiar su nombre.









En otro cubículo trasladaban al sector de emergencia en el cual las cámaras de protocultura se mantenían instaladas. Allí se realizaban los estudios por parte de la raza inferior de Zentraedis-Meltraedis. Una ínfima parte creada para suplir lo referente a las cuestiones médicas y algunas mecánicas. Su sociedad era y será guerrera y desde ello no sabían de otra actividad más que luchar. No obstante se les enviaba suministros de alimentos. A los que se les enseñaba como ingerirlos. No sabían utilizar cubiertos, ni lo referente a la limpieza. Su aseo. Era el ingreso de duchas en las cuales pasaban por ella como un carro en un lavado. No conocían la unión de hombres y mujeres. Cada nuevo soldado era creado al estilo espartano. Separado de padres y madres. su ingreso al mundo era por medio de la fecundación invitro.





Los Zentraedis-Meltraedis habían observado muy atentamente los improperios de los sentimientos de los micronianos. Dolza decidió que mantengan cautivos a ellos. A toda la flota intergaláctica Zentraedi-Meltraedi del otro lado de la galaxia se les prohibió ver semejantes aberraciones por miedo a una contaminación de niveles extremos, lo que produjo que este tomase las medidas drásticas dándole a entender a Breetaii, Azonia, y Khayron que bajo ningún concepto pueden comunicar nada de los proyectos que los espías enviaron. Dolza se alineó en una difícil situación que ameritaba tomar medidas extremas, incluso a título de sacrificio. Y así comunicó a lord Breetaii. -





- Por el momento general Breetaii mantenga a los enemigos bajo custodia





- Perfecto – Expresa Breetaii con su mano colocada en el mentón





Exedore percibía que Dolza podría tramar algo.





Miriya se dirige al cubículo de mando de la capitana Azonia.





- Adelante Miriya ¿Qué se te ofrece?





- Debo pedirte algo comandante Azonia





Ella la observó frunciendo el ceño dubitativa ante tal pregunta que encerraba entre el dubitativo y fluctuoso sonido de la voz de Miriya en cierto misterio.









- Te escucho Miriya. - Vacila lord Azonia.





- Quiero entrevistar a los micronianos – Expresó como con un último aliento





- Pero ¿Por qué motivo?





- Allí, se encuentra aquel con el cual confronté batalla. Sé que está allí.





- Miriya, son rehenes. Y deben estar sometidos a los cumplimientos de la información



que se les solicite. Ya se ha designado a las personas encargadas de ello





- Quiero ser una de ellas.





- No tengo tiempo para una absurda venganza. Eres nuestro mejor piloto de combate.





- No es una venganza Azonia. Solo debo saber de dónde proviene su poder y con ello



ayudar a nuestras fuerzas. – Explica Miriya con una retorica totalmente convincente. Decidida a convencer a Azonia. -



- No parece descabellado. Pero tú eres soldado. No te encargas de ese trabajo





- Puedo hacerlo muy bien. Y no te arrepentirás.





- ¿Sabes que los encargados de ello fueron micronizados no? Miriya lo sabía, pero actuó con sorpresa. No dijo nada al respecto. -



- Y sabes que esas personas tendrán un contacto pleno en el cual deberán pasar un tiempo con ellos para preguntar y observar todas sus actividades en directo. No sé si sea prudente que realices esa tarea. -



- Puedo hacerlo Azonia. No te fallaré.





- Por otro lado, nuestro mando de mujeres no posee a nadie al respecto y el hecho de que una de los nuestros lo haga puede beneficiar nuestro comando frente a Dolza. Veré que puedo hacer Miriya, ¿Pero sabes las consecuencias de este empleo?





- Si, lo sé – Comento sin importancia. Lo sé bien.





- Haré los preparativos.









Los espías habían manifestado en una declaración que no deseaban regresar. Que sus pensamientos eran culturalmente anárquicos. Palabra que aprendieron allí. sin embargo su naturaleza los obligaba a retornar. Esto fue lo que alarmó a la flota Breetaii y las noticias llegaron a todos los soldados. Dolza por ello mismo precisaba evitar un acercamiento. Los rehenes estaban confinados en la mazmorra interna en una ámbito aislado de suma importancia ya en ello se aclaró que solo tendrían contacto con algunos personajes seleccionados los cuales fueron enviados a las sub cámaras de protocultura en la cual se gestaba su minimización a microniano. Dicho sea ello, Miriya esta lista. Al salir desnuda de su posición recibió un atuendo a medida común que todos poseen con un prototipo de monitor chip especial el cual filmaría todas las secuencias de los días. Era extraño. su cuerpo formó parte de la fragilidad. -



El proyecto es simple determinar su fortaleza, pues no entendían el significado de tantas



situaciones que ante su semejanza se iban consumiendo en las mentes de los Zentraedis. El mismo efecto en las meltraedis. -



Lisa despertó en un sueño casi especial en la mano de su antiguo enamorado Car. Él,



llamaba su atención y le extendía la mano.



- Ven conmigo. -



- ¿A dónde me llevas?





Luego todo se convertía en cenizas ante una explosión inmediata, y él solo era polvo en



el viento que lo llevaba muy lejos. Ella gritaba su nombre, sin embargo era tan inútil como querer respirar en esa atmosfera que ahora tenía atrapados a Rick y Lisa.



Los dos se habían estrellado en un desolado páramo. Lisa despertó de esa pesadilla y vió que Rick continuaba inconsciente. Verificó el monitor que exponía algunas señales ininteligibles. Sin otro remedió con su mano derecha apoyó en el hombro de éste que con cierto movimiento estaba tomando razón. El despertar lo sorprendió.



- ¿Dónde estamos comandante? – Pregunta tomándose la cabeza ante el estruendo de



la transposición fallida.





- No lo sé Rick.





Rick comprobó que los circuitos del tablero de mando del veritech, estaba en condiciones y pronto los sistemas se encendieron. Al confeccionar su ubicación, verificaron el nivel de









inestabilidad del oxígeno por lo que no podrían quitarse sus cascos al salir de las cabinas si es que quisieran hacerlo. Había un punto exacto que les dio la señal.



- ¿Qué es eso? – Pregunta Rick que expone en su monitor. Lisa alcanza a ver y se sorprende









-





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lineal.



¡No puedo creerlo!





¿Qué?





Es la torre granito.





¿Torre granito?





En efecto es una de las torres instaladas en el planeta Marte. Antiguas formaciones. -





¿O sea que estamos en Marte?





Si Rick. Y cerca de la base Sara. – Comenta ella con cierta emoción. La base que perdió contacto. -Extraña Rick. -



Claro, debemos ir allí. Es el único lugar donde poder ubicarnos. Perfecto. Buscaré las coordenadas.



Sigue las torres que se agrupan cada diez kilómetros. Están ubicadas en una escala









Rick impulsó los propulsores a una velocidad máxima estimada, a fin de poder localizar la base de Sara. Lisa ante todo el embrollo intentaba comunicarse con el SDF-1, pero fue imposible, la radio estaba fuera de servicio. Las ondas magnéticas del planeta Marte y sus fuertes huracanes impedían que llegasen a destino. Solo cabía la posibilidad de que pudiesen hacerlo desde Sara, teniendo presente que su alcance es mayor al estimado y logra llegar a la tierra.



- Lisa, no creo que encontremos a nadie en la base – Comenta Rick – Tengo entendido que todos los habitantes han desaparecido.









- Solo sea perdido transmisión. Las últimas noticias han expresado el deceso de todos, pero el centinela de información enviado, logró captar todo lo que alrededor de la base podría avistarse, y todos misteriosamente desaparecieron.



- ¿No hubo una guerra? – Pregunta el teniente Hunter casi como dudando de los hechos. -



- Si incluso los dos bandos fueron aniquilados. Por las pruebas encontradas, sin embargo no hay cadáveres de ninguna de las personas que han estado aquí, solo la maquinaria destruida, producto de las batallas continuadas – Informa la comandante Hayes. Aunque en su foro interno, tenía una mínima chispa de esperanza, que se dibujaba en el aspecto de un hombre lejano al cual amó desde pequeña. Y fue



su antiguo amor, Car Riber, con el cual decidieron que estarían juntos, y fue otra de las razones por lo que la capitana Hayes se enlistó en el ejército. A pesar de su linaje



Rick en su ilusión de establecer contacto, continuaba lo más rápido posible. En secreto sin decir nada a Lisa, se lamentaba la pérdida de Ben, y sus demás amigos Roy, Max, y Lían. Sabía en efecto que a pesar de tener cierto éxito, todo fue un sacrificio abismal que podría haberse evitado. Pero las decisiones del ejército son así de simples. Acaten ordenes sea cual fuese la consecuencia. Por su mente pasaban algunos momentos, determinados, y entre ellos Minmei estaba allí. Y él se preguntaba, ¿Si estaría bien?



El impulso del último trayecto estaba casi en su meta cuando en el suelo se encontraba un sparthan hecho trizas. Ello era el comienzo de un desastre de muchos de ellos. Los sparthan eran una clase de robots manipulables de tierra. Rick tuvo el agrado de comandar uno de ellos, pero su afición a volar, no dejó dudas de que los cazas varitechs eran lo suyo. Los sparthan fueron los tanques de la rotecnología como sus hermanos que hoy en día son utilizados como la amplia defensa del SDF-1, Entre ellos los Defender, Phalanx, Tomahawk, y Monster, que puede destrozar con un solo impacto un crucero Zentraedi, y hacerlo polvo. Y todo bajo el seudónimo de destroids. Ahora, solo veía un sendero de destrucción de ellos. Así acumulados como chatarra que podría reciclarse, aunque no dejaría detrás de ello las almas que se han ido por utilizarlos.



El caza, estaba llegando al punto clave, y Rick transformó su avión en modo guardián. El modo guardian es un aviòn con brazos y pierdas diferente del battleoid que es un robot completo como un humano. La pista estaba destruida, y algunos vestigios de aparatos y maquinaria yacían desde su









interior. La base en su modalidad era prácticamente una fortaleza que se mantenía en pie. Apenas tenía algunos destrozos, pero era habitable en lo referente a su ingreso. El guardián desciende.



- Lisa coloca tu respirador para autogenerar oxígeno. – Dice Rick, que aplica el suyo. Marte aún, y a pesar de la tecnología avanzada de los humanos, es un lugar hostil, en el cual el ambiente no se producía, aunque a pesar de ello la base estaba compuesta de un sistema de ventilación que se mantenía impoluto. Eso pensaba Lisa Hayes, al



terminar de concluir su proceso de ventilación. La trompa del guardián



descendía lentamente, y ambos dejaron al veritech colocado en el centro de la base. Allí una cúpula que aún funcionaba evitaba el clima sacrílego de Marte en un intento de poder averiar el veritech con la radiación. Francamente en Marte los humanos habían pensado en todo, y estuvieron cerca de lograr si no fuera por la



misma guerra que aquel mundo fuese un lugar de muchas colonias habitables a partir de oxigeno artificial con burbujas instaladas en el cielo para generar el mismo. Rick y Lisa se acercaron a la puerta principal. Lisa sabía bien los códigos, y no dudo en presionar los botones debidos, lo que legitimó en marcha, el ingreso principal. Allí dentro tenían un pasillo intermedio en el cual se producía la limpieza de equipos que al entrar, recibían un soplido de líquido secante que despojaba todo tipo de radiación.



El método de limpieza duro unos minutos. Para asombró de ellos seguía funcionando. Lisa descubrió que los controles de la base estaban encendidos y en un acto de disconformidad, comentó a Rick que debían revisar todo de punta a punta, sin dejar cabos sueltos en el intento.



- Lisa, debemos revisar la radio, primero. – Comentó Rick.



- No Rick, primero revisemos todo. Puede que haya alguien.



- Imposible Lisa. Los sistemas se mantuvieron encendidos gracias a la operatividad de la computadora madre.



- ¡Sí!, Entiendo, y comprendo que puede autoabastecerse, pero eso no significa que no haya alguien. Hay un secreto Rick que expresa que pudieron escapar algunas









personas por túneles a las afueras de torres que se encuentran a kilómetros, y otras bases han sido instaladas ¿Me entiendes?



- No lo sé, Lisa, pero si realmente lo crees lo haremos.



- Claro, debemos hacer el intento. Necesitamos ayuda urgente teniente. – Lisa se lo expresó con una voz de mando que Rick percibía un tanto agresiva. No era la Lisa que venía con él, en el viaje a la base. Realmente la capitana Hayes quería lograr su objetivo, aunque fuera algo inútil, y una total pérdida de tiempo. –



Miriya estaba lista para ser enviada con el grupo de Zentraedis. Todos fueron llevados a pabellones de gran tamaño en el cual ellos vigilarían las actividades de los terrícolas.



- Los saludo en el nombre de nuestro Mayor Dolza. Si bien ustedes son nuestros rehenes, serán llevados a diferentes interrogatorios a los cuales deberán proporcionarnos información. Los dejaremos en ambientes que son compatibles con su habitad, y de los cuales desconocemos absolutamente. Deberán realizar sus tareas normales sin inconvenientes.



- ¿Y que si nos rehusamos a ser sus títeres? - Dice Lían con desagrado.



- Serán ejecutados por orden marcial.





Los rehenes, solo seis personas. El Dr. Straig, la doctora Anne Beth, el teniente Sterling, Teniente Cou, la cabo Geraldine Owen, y el cabo Xavier. Ambos Co-ayudantes del escuadrón Índigo.



Las preguntas comenzaron de forma incipiente, con indagatorias constantes ¿Qué saben de la protocultura en su nave? ¿Por qué su sociedad lleva atuendos diferentes en prendas?,



¿Cómo se alimentan? ¿Qué son esas voces que lanzan a la que llaman canto? ¿Quién es Minmei y los poderes de su pareja Khay Lin? En definitiva ¿Cómo construyen su sociedad?



Pronto les trajeron alimentos. La comida era ingerida en dos maneras. Una como los Zentraedis lo hacen y luego colocaron los elementos típicos (cubiertos, platos, vasos). Los encuestántes estaban sorprendidos, cuando todos tomaban los elementos. Luego de concluir, se retiraron, para regresar a la hora y media. Allí continuaron las preguntas. Algunos de ellos estaban convencidos de que la sociedad terrícola tenían ciertos puntos









muy interesantes. Hasta el sentido de que se preguntaban si sería importante para evolucionar vivir con ellos.



- Me siento mal Arr – Expone Eloin con un mareo – ¿Y tú Miriya? ¿Cómo te encuentras? – Aún me





siento extraño. Siento convulsiones internas. - Arr, no se podía contener. -



- Estaré bien – dice en pocas palabras. – Debemos determinar su magnífica manera de lucha. –



- Con certeza, es complicado, verlos me genera sensaciones aquí debajo. – Y



coloca la mano derecha en el estómago Arr. Sus náuseas afirmaban la notoriedad. -



Max estaba parado detrás del cabo Owen. Cuando vió en la recamara una consola de juego de estrategia. Todos debían probarla. Max se sintió a gusto en cuanto tomo asiento. Miriya junto a otros Zentraedis tomaban partido de la situación al verlos desempeñarse como actuaban. No todos tuvieron la suerte de él. Lían observaba junto a Xavier sorprendidos. El cabo Owen jugaba a la par de él en el desempeño. Los Zentraedis- Meltraedis filmaban los sucesos.



Pronto comenzaron a colocarles zondas magnéticos, a los rehenes. Luego se posicionaron en los tableros de los juegos de guerra.



- ¿Podrá ser que me esté confundiendo y el piloto que he visto sea una mujer, y no un hombre como pensaba? Ella es muy buena. – Expresa en su interior Miriya con tonalidad sopesante, y en efecto la cabo Geraldine estaba promovida dentro del escuadrón Índigo para teniente segunda. Ellos, los Zentraedis sabían bien de la capacidad de cada uno de los soldados. Lían estaba entre los flamantes líderes, pero no tenía la habilidad de Max. Pronto Max, vence a Geraldine en puntaje, lo que hace que la maquina se tilde, averiando el sistema del simulacro de ataque – defensa. Ahora vendrían otras series de preguntas luego de concluir el simulador de guerra. –



- ¿Cómo es que ustedes se reproducen? – Pregunta Arr. –Vimos algo fuerte llamado beso, ¿Cómo es ello?



- Es una manera de cortejar a una mujer – Explica con sutileza Lían. –



- Claro en el orden biológico se manifiesta con un intercambio de fluidos - Comenta el doctor Straig, luego ante ello, la reproducción se realiza en la unión de los









cuerpos que a través del sistema reproductor se va generando. – Al oír esas palabras los Zentraedis estaban sorprendidos, en cuanto del Dr. Straig con su explicación, coloco un vídeo de los que tenían ellos y allí indicó con expresiones y retórica, y luego la gestación de un bebe. Esto conmocionó a Arr que vomitó en el suelo sin poder mantener el mareo.



- Basta de ello. Esos datos son imprudentes ¿Cómo logran hacer que funcione? – dijo



Miriya. Max al verla se mantuvo un tanto extasiado, y no podía quitarle la mirada. Se decía muchas cosas por sus adentros. – Mencionaba en sí. -



- Realmente es hermosa, e imponente – Se decía asimismo. –



- ¡Tú!, Sé que eres un gran piloto ¿Cómo manifiestas ese efecto del beso? –



- Pues yo, ¡Estem! Es como el doctor ha expresado, o el teniente Lían. Es una unión de ambas personas. Que pueden ser hombres y mujeres. Mujeres y mujeres, hombres y hombres. Depende.



- Pruébalo – Miriya, intrigada amenazó por ello. -



- Bueno ¿A ver?. – Titubeó. -



- A mí no me mires viejo – Dice Lian. -



- Bueno, debería probarlo con la doctora, o el cabo Owen. –



- ¡Veamos! Prueba conmigo –



- Teniente Parino, puede ser mortal - Eloin. –



- Debo saber si ese efecto les da poder en la batalla. – Comenta – Ven aquí microniano y demuéstrame lo que realmente significa el beso. Max se acercó lentamente hacia a ella, y la miró a los ojos.



- Es algo así. – Abrazó su cuerpo por la cintura, y luego acercó sus labios hasta llegar a la boca de Miriya, que recibió el impacto de una manera impensada. Era un sentimiento que no podía determinar bajo ningún concepto. Un minuto, luego dos, para que ella cediera bajo todos los conceptos. Ella se mantuvo. No tenía fuerzas, y así no podían dejar de hacerlo, hasta que Max, fue separando sus labios sin quitarle la vista y ella a él. En menos de lo que parecía una guerrera incontrolable, ahora solo era restaba de ella, un ser tímido que se sonrojaba, con sus pupilas dilatas. Luego Max se alejó unos pasos.



- Bueno eso es el beso. – Dijo él sin quitar de su lado el perfume corporal de ello. –









Los zentraedis- meltraedis comenzaron a temer por el suceso explicado, y se retiraron. Algunos de los otros soldados oían, y veían el video del beso de Max y Miriya, y luego la música de Minmei. Todo fue confusión. Miriya se retiró, pero al pasar del otro lado de la puerta volteó la vista para ver por última vez a Max y Max la miraba a ella.



- Es increíble lo que viven los micronianos ¿No lo creen?



- Si me parece extraño. –





Los espías que debían partir del SFD-1, regresaban ante un nuevo ataque zentraedi con ese fin. Ellos traían muchos elementos, y en ello todos los elementos que pudieron encontrar en la nave. Eso fue una exaltación. En el reporte Bron, Rico, Konda manifestaron el querer regresar, y eso no agrado a los superiores que estaban temerosos por todos los sucesos que venían ocurriendo, sobre todo el beso de Miriya con Max Sterling. –







Rick y Lisa, concluyeron la limpieza, al ingresar del otro lado del pasillo anti radiación. Lisa accionó un botón de señales, lo que abrió a otro corredor que dirigía a una sala principal de artefactos vetustos.



- Rick, mira parece que los sistemas aún están funcionando perfectamente – cita ella



- ¿Podremos pedir ayuda? – Pregunta esperanzado. -



- No lo sé. – Expresó con sus dudas. Pronto tecleo las señales indicadas a ver si tenía suerte, aunque la computadora no se mostraba muy útil, y de forma repentina se instaló en posición de pausa indeterminada. – Maldición, el sistema se encuentra caído, y con fallas – dice ella - Veré si estamos a salvo – Hizo un estudio de control de atmósfera. – Rick, podemos quitarnos los cascos de protección



- Perfecto, Lisa, ya me estaba sofocando con esto puesto. –



- Bien, comencemos a revisar todo. Tú, ve por la izquierda y yo iré por la derecha. Si ves algo me comunicas ¿Si? – Dijo con decisión. –



- Está bien - Afirmó Rick





En la luna de Plutón , aún el polvo se direccionaba. -





Entre los vestigios en lugar repleto de chatarra. Yacían los tomahawk diseminados en partes y otros veritech. El skull uno era uno de ellos. Por orden de almirante Global solicitaron









traer todo lo que encuentren. Kramer discípulo de Roy dio la dura noticia a Claudia. No hay rastro, pero la cabina de control está repleta de sangre y quemaduras. Nada sobrevive a ello. Lo siento comandante Grant. Voy a extrañar al comandante Focker. Claudia, no tuvo más remedio que lanzarse en lágrimas. Había esperado tanto por él que la noticia, hizo añicos su corazón. Solo podía pensar en que debía haber una esperanza.



Vanessa estaba en silencio y ninguna de las demás tripulantes hacía mención. Solo observaba la foto de ella y Lían. Y esperaba un milagro. Él volverá lo sé, se decía. Él, no puede estar muerto. Tal efecto hizo que tuvieran que reemplazarla hasta que estuviese en condiciones de regresar debido al shock como también Claudia que no podía mantenerse acorde a las circunstancias.



Kim se acercó a ella, luego de solicitar un descanso. Vanessa parecía insumida con la mirada perdida en el beneplácito paisaje de un oscuro espacio.



- Sé que estas bien Lían ¿Dónde estás mi amor? – Tomo su pañuelo para contener las lágrimas.



- Se por lo que pasas. Estoy contigo – Kim inmediatamente a Vanessa la abrazó por no poder contener el peso del dolor. Todos en la nave hacían sus duelos. La comandante Hayes como Rick, que estaban desaparecidos. Pues el veritech de Rick, no figuraba en el panorama del campo de batalla. El almirante y las chicas mantenían un ápice de fé ciega. Pero Claudia como Vanessa, tenían otras batallas.



En un rincón Claudia se esforzaba por ser fuerte. En su mesa un café que humeaba recuerdos del comandante Fokker.



- Roy ¿Por qué? – Se dijo así misma. Entre sollozas gotas que caían en su uniforme. Se perdía en las últimas palabras de Roy en una cena especial





- ¿Qué tal si luego de todo esto nos casamos?





- ¿En serio me dices? – Comenta sorprendida Claudia en sus ojos café.





- Claro, ¿O mejor aún por qué no antes? – Pregunta Roy mientras toma la botella de vino y sirve en la copa de Claudia. Vamos acepta y de su bolsillo sacó un estuche que al









abrirlo tenía los anillos. Claudia, hay un tiempo para todo. Y es ahora. Quiero que tú seas la mujer con la que compartiré mi vida por siempre. Eso si tu – Titubea Roy – ¿Quieres?



- ¡Claro que quiero! – Dijo emocionada y se incorporó de su asiento hacia Roy dándole un grato beso. Acepto ser la mujer de Fokker/Focker. De Roy Fokker, el audaz. -



Ambos se dieron al brindis. Desde allí mantuvieron el secreto hasta que pudieran darse un tiempo antes de la misión. Sería una sorpresa. Y en ese entonces Claudia suspira por aquel amor que es parte del sueño y una guerra injusta.



Miriya no podía tolerar el atrevimiento de Max. Se veía en el espejo roto de un lugar de aseo poco higiénico. Pero no podía quitar de su mente esa bella sensación de un beso como el que el teniente Sterling le dio con suma delicadeza. Max por su parte estaba siendo monitoreado por su reciente actividad. En sus cabales, se decía de lo hermosa de aquella Zentraefi-Meltraedi. Pues ese beso lo había marcado con una flecha en medio del corazón. Realmente deseaba que volviese. El, tenía esa necesidad imperiosa de verla a ella. Lían en un asiento permanecía observando la foto de Vanessa. Quería comunicarse y decirle que la amaba, sin embargo era inútil. Todos los demás rehenes analizaban la situación y median las consecuencias. Debía haber una salida. Rico, Bron , Konda regresaban al crucero presentando su material, lo que causó revuelo en todos los sectores. Breetii apenas quería saber lo sucedido. Era suficiente. -



Rick inspeccionaba todos los alrededores circunscritos en el ala izquierda. Lo sorprendía el hecho de la avanzada tecnología adyacente en cada sitió y despacho. Al descender por unas escaleras en una penumbra abandonada tropezó cayendo a un suelo en el cual se encontraba una fosa común. Al incorporarse de ello pudo apreciar que estaba bañado en liquido. Encendió su linterna y en efecto todo el sitio alrededor estaba inundado. Con curiosidad palpó aquella. Inodoro, insípido, transparente. No podía ser cierto lo que sus ojos veían. En un claro mensaje en la pared húmeda esta su respuesta. Cámara de agua potable. Rick estaba sorprendido por aquella obra. ¿Sera posible que



pudieran encontrar agua? En efecto lo habían hecho. En un pequeño recipiente recogió una muestra.


- Debo llevarle a Lisa a ver qué piensa. Está muy concentrada en verificar todo. Prefiero encontrar un radio que nos saque de aquí. Maldita sea esta estúpida misión. – Me dije – aún existe en mi mente la mirada de Ben. – Aquel fantasma lo perseguía en su mente.









- No se preocupe jefe, así es éste juego. Tenía que irme –





- No Ben, tu no debías irte. No amigo. – Ladeé la cabeza y luego pensé en Max y Lían. Su última imagen fue la captura por parte de los Zentraedis. Sus cazas veritech siendo arrastrados junto al ojo de halcón. Y tu Roy desapareciendo en una línea de fuego total. Puedo verte volar en aquel biplano hermano. Te sigo allí, a ti, mi viejo amigo. – nuevamente ladee la cabeza y me coloqué del lado de la pared para lamentarme. Y mis oídos hicieron uso de su imaginación cuando la melodía de Minmei hacia su entrada triunfal. Maldita sea ésta misión – Me dije una y otra vez sin poder dejar de repetir las mismas palabras ¿Acaso valía la pena las vidas. Me encuentro aquí perdido con Lisa en una



base abandonada por el polvo de una gran guerra que lo único que nos dejó fuerte muerte y desolación. Quisiera regresar el tiempo. Por lo menos unos momentos cuando, con Roy estábamos ambos borrachos yendo a la base. Solo para darle un abrazo, a ese héroe que desde el aire creaba magia. Si viejo, no sé qué pasará, pero daré lo mejor te lo prometo.



En la camilla fue llevado a la sala de estudios un ser extraño, cita el radio operador zentraedi. Las observaciones inmediatas establecieron que debía ser puesto en la cámara de protocultura. Allí se estabilizará acorde las lesiones con una macronización.-



La experimentación de repudio por parte del equipo generó la suspensión de la actividad. Los humanos debían permanecer allí incomunicados. Miriya acató las órdenes de Azonia, aunque en su interior otro plan diferente se desarrollaba.





- Los micronianos son peligrosos mi lord. – Expresa Exedore.

Fin del capítulo

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