La esposa y la búsqueda. Problemas en el Pantano.

La esposa y la búsqueda. Problemas en el Pantano. Capturan a Gaia y Luna. Todos se reencuentran. Vamos a la tierra sauria. Preparativos para un casamiento.



Un pantano es la forma ideal en la cual, lo que fuera bueno desaparece y la brutalidad de la corrupción emerge. Los seres de cualquier parte del universo, suelen ser así también. -


En el mundo de los pantanos, todo se vuelve una lluvia de encuentros. Los monstruos salen al acecho, es por ello que suele ser una región hostil como lo es Arkadia, de la cual Júpiter sorteó con la ayuda de Libia y Seren.
Gaia avista aquel visor, y se abre desde la boca de la ciénaga, una compuerta con una plataforma en plano inclinado descendiendo a un subsuelo con luces rojas. Gaia da los primeros pasos a ella, y comienza a bajar. La luz la sigue y realiza un escaneo de seguridad. Sus datos son memorizados por la máquina. Un pequeño robot, recibe al dron insecto. Otro recibe a Gaia. Al arribar a un telúrico sitio, la figura de una silueta femenina la recibe, lanzándose con un abrazo desmedido de cariño. Típico de la amistad. -
- Ha pasado tiempo… - Confiesa Luna.
- La que desapareció fuiste tú.
- Lo importante es que pudiste escapar.
- ¿De verdad estamos seguras aquí?




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- No deberían poder ubicarnos, sin embargo – Levantando un
dedo con su sapiencia de filosofa – Podemos escapar por una salida de emergencia
- Tu si que piensas en todo Je!..¡Je
- No voy a dejar que mi amiga, se case con ese malnacido..¿Y
tus padres? Mejor dicho el ¿Rey y la reina?
- No puedo comunicarme con ellos…están diferentes.. todo lo
maneja ese maldito monje Sir Ever y el mayor KPP.
- Jerkes y Misten no eran así – Pensó Luna.
- Cuando llegamos aquí a las Pleyades, creí que en Asterope
habían mejorado y resuelto los problemas, pero todo sigue de
la misma manera y aún peor.
- ¿El consejo, no ha dicho nada al respecto?
- Están a favor de la unión con los saurios. El príncipe
megazaurio es una amenaza, y su padre, el antiguo saurio Giganto. Tienen una gran influencia en lo referente a los asuntos políticos, y son un poderío militar y económico. -
- Tengo entendido que detrás de ellos hay otras razas que vienen
de Orion.
- No lo sé Luna, pero ahora solo me resta escapar. Si fuera por el
bien del pueblo, lo aceptaría, aunque no quisiera, pero sé que será una forma de subyugación hacia todos los pleyadianos y no tendremos el apoyo de nadie.
- Ven a tomar una taza de té de la tierra.
- La tierra – Suspira Gaia –
….//*****/** (impase de tiempo)
- Oye Gaia, preparé te con galletas horneadas –
- ¡Danna!..eres increíble..¿Cuándo las hiciste? Si apenas tienes
tiempo.
- Siempre hay tiempo para todo lo que nos importa.
Importa…….Importa (Eco de voz) –




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El eco de esas palabras seguía a Gaia como fantasmas que pululan en su cabeza girando sin cesar.
//*****//**(impase de tiempo)
- Supongo que tienes razón Júpiter… - Se dijo ella. –
- ¿Gaia?..¿Te perdiste?
- ¿Gem?..¡Auch!..Sí, disculpa. Deambulaba, soñando despierta. –
- ¿MMM?... gesticula un rostro preocupado Luna – ¿No puedes
quitarte a Júpiter de la cabeza no? También pienso en Gregory.
- ¿Me pregunto que estarán haciendo? – Se dicen ambas
nostálgicas. – brindemos entonces por esos recuerdos –
- Sea donde fuere, esperemos que estén bien –
Ambas ingresaron al laboratorio. Luna fue a preparar algo de beber, y Gaia aguardaba sentada en una butaca junto a una barra de metal que exponía vasijas con tubos que iban transportando líquidos conjuntamente con una red eléctrica todas desembocaban en una pulsera de metal. A su lado un tubo grande en forma cilíndrica en la cual podría caber una persona, hecha de una aleación diferente a la conocida en la llamada tabla periódica.
- Veo que has estado trabajando – Expresa Gaia desconociendo
aquel aparato.
- Ese es mi prototipo para la creación de la llamada
invisibilidad…¿No es fantástico?
- ¿Ehh?.....¡Estem!..Seguramente que sí.. – Manifestó Gaia, sin
saber si ¿Estaba bien o mal?
- Si, podemos lograr ello, podríamos ingresar al reino a
disposición y robar aquellos documentos.
- ¿Crees que podría funcionar?
- Esta recargando todos los iones correspondientes. No lo he
probado, todavía. – Y se fija en ella con cierta idea diabólica.




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- Pues no me mires a mí para ser tu conejillo de india
- Claro que no lo haría..¡Je! ¡Je! - Expresó con altanería
- ¿Y ese otro aparato? – Señalo el gran cilindro.
- ¿Ese?..Es otro proyecto, que aún resta realizar modificaciones.
- ¿De qué se trata?..
- ¡Ejem!..Luego te lo diré.. Es con relación al ADN de las especies
en forma de homúnculo.
- ¿Homúnculo?..
- Claro es una especie, que se ha creado o se dice se creó en la
tierra. En base a características de los humanos.
- ¿Un humanoide?
- Algo así. Fue en una biblioteca que encontré la información.
Estos terrícolas tienen ideas muy interesantes..¿No crees? Fue un alquimista llamado Paracelso, intentando encontrar la llamada piedra filosofal. La receta eran carbón, mercurio, piel; partes del humano que se pondrá en el experimento. Algunos hablan de la raíz de mandrágora.
- ¡¡Wow!! Parece interesante, pero me asusta al mismo tiempo
¿La mandrágora, no son esas raíces parecidas a los llamados
duendes?
- Algo así.. ¿Entiendes? ¿Por qué digo que la tierra es un lugar
muy desopilante? Cuando todo esto termine deberíamos
regresar.
- Lo dudo como están las cosas por aquí.
- Deja de llorar, lo lograremos, o dejo de llamarme Luna Justina
Lunar. Así que bebe algo. Fue un milagro que pudieras escapar entre tantos persiguiéndote. De hecho saben bien que eres importante, sin ese matrimonio, no pueden cerrarse los pactos.
- En efecto. debía escapar en su debido momento. Algo me
impulsó hacerlo.
- Si lo hubieras hecho antes, estaríamos en las mismas
condiciones.




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- Desde que llegue he hablado con mi padre y madre, y no ha
dado resultado. Muchas veces. Ya te lo he dicho Luna. Ellos no son los mismos. No parecen ellos.
- ¿Y si le hubiesen hecho algo?
- ¿Crees que pueda ser ello?
- Ese maldito monje, tiene a dos mangos que son expertos
taumaturgia. No me sorprendería. Y el sir vive con ellos
constantemente. No se despega en ningún momento.
- ¿Entonces podría ser ello? ¿Debería regresar?
- ¡De ninguna manera!...Si vuelves a Urbanna/Urbannia, te
apresarán. La ley es muy estricta, e incluso podrían llevarte
antes de tiempo al reinado de los Saurios, en Jurasica.
- ¿Tengo muchas dudas en qué hacer? Encima de ello, he perdido
contacto con Mikonos y Tristán. Ellos debían regresar, pero han
intervenido mis comunicaciones para que pueda encontrarlos.
- Es imposible. Es una red considerada terrorista. Y es claro que
eres la princesa. Aunque tuvieses un radio diferente. Ellos captaran tus resonancias en la maquina madre. Por lo pronto, debo acelerar el plan, y una vez listo habrá que infiltrarse rápidamente en Jurasica. De hecho ya deben saber que estas aquí. Tarde, o temprano nos encontrarán.
- ¿Pudiste comunicar a Mikonos?
Ella asintió.
- A riesgo de ello. Vendrán aquí. Así que esperaremos e iremos
todos a Jurásica.
- ¡Bien..! Es lo mejor. ¿Qué es lo que ha dicho?
- Solo envié señales en clave Morse como lo llaman en la tierra,
para despistar. Él entendió bien y se pusieron en marcha.
- Solo resta aguardar. Cargaré mis armas entonces.
- Bien…yo seguiré con el experimento.




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No obstante en la amazonia a las afueras del pantano, el grupo de los saurios era el primero en llegar dándole un disparo a un gran cocodrilo que emergía del fango en el cual se había escondido, aguardando sigilosamente que alguien llegase.
- Señor, despejaremos el área, perfecto.
Mikonos y su grupo vendrían en otro sector.
Nos quedaba unas llamadas leguas de viaje.. Rhini observaba el paisaje. Habíamos tenido demasiadas pláticas que a ella le daban una reflexión interesante.
En un movimiento de polvo de las bestias, permaneció un tanto en silencio. Arrojó una piedra al camino que chispeaba sin cesar. Sería una roca diferente, me dije. -
- Júpiter… ¿Alguna vez te has cuestionado lo que podría ser justo
y no para tí?
- Mmmm!! ¿Te refieres a tu ideal?
- ¡Más o menos!. Ideales. Obligaciones morales…
- Yo sigo mis ideas, pero con el tiempo me he dado cuenta que
puedo estar en el camino errado.
- ¿Por qué?
- Y a veces las ideas de lo que pensamos justo se contraponen
con lo que se define como bueno o malo ¿Es justo que mi ideal
haga esto? ¿pero es malo o es bueno?
- Puede que sea justo o no para alguien y para otro no.
- Es justo que vayas en búsqueda de Gaia. Y es justo que ella por
el bien de muchos deba casarse con un reptil, saurio o como se llame…¿Ahora que doy de ello, es bueno?
- ¿?..¿Mmmm?
- ¡No!..¡No lo es!..Para nada. No es nada bueno, para ella ejercer
un mandato que no eligió, si su deseo es estar con quien ama. No es bueno para ti ayudar a esa idea que está en contra esos




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sentimientos que están dentro de ti y luchan contra las ideas. No hago la mención porque la persona que soy y lo que significa Gaia para mí, de hecho no nos debemos nada, y cada el libre de hacer lo que crea conveniente. Si elegimos estar juntos es porque algo en nuestros corazones así lo quería.
- Júpiter… - me miro fijamente
- Las ideas siempre deben ir de la mano de los sentimientos no
de la obligación moral, solo así pienso que podríamos lograr al realmente bueno. Al final debes seguir lo que te dicte tu interior y no las voces de tu cabeza.
Rhini lo meditó mientras conversábamos ya en pide de ingresar a los frondosos pantanos. -
Cuando llegamos por medio de la carreta-vehículo, nos perdimos.
- ¿Qué extraño supuse, que por aquí debíamos estar cerca del
arribo de Mikonos? Gato estúpido, me debe haber dado mal las coordenadas.
- ¡¡Achooo!!..¡¡acTchoumm!!
- ¡Salud! – Expresa Josefina
- Alguien debe haber hablado mal de mí – Dijo Mikonos – ¿Ya
llegamos..y donde estar el idiota de Jupiter? El muy tonto entendió mal las coordenadas. Estoy seguro..
- ¡Achis!! – Ahhhh – ¡¡Achiss!!
- ¡Salud!– Dice Rhini. -
- Gracias, alguien debe haber hablado mal de mí – Expresé –
Oigan, este lugar es aterrador – Dije. Estábamos en un lugar muy parecido al pantano, pero lleno de cuevas y telas de araña. – ¿MMM?
- Estos son los pantanos Júpiter.
- ¡Wow!, Me lo imaginaba ¿Y por qué hay tantas telas?




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- Deben ser los arácnidos, a partir de aquí debemos movernos a
pie. Las bestias serian presa fácil. Y no veo recomendable que ellas vengan con nosotros. Es mejor que no ingresen a la zona,
- ¿Disculpa? ¿No comprendí eso de presas fáciles?
- Dije Aracnidos. Son las bestias no podrán moverse entre el
fango.
- Libia quiere ir..
- Yo..quiero ir con Júpiter..
- ¡Definitivamente no!..Es peligroso..De hecho no debería ir
ninguno de nosotros.
- Yo iré - Expresó Rhini y me observó.
- No es necesario que me mires así, claro que iré, no daré un
paso atrás. Debo encontrarla como de lugar – Dije con decisión. -
El grupo de Mikonos ya había ingresado por el sector Oeste, nosotros estábamos en el Este, y los Saurios junto a los militares del reino en el punto distante entre el Este y el Oeste, casi en el medio.
- ¡Bueno!…¿Debemos ingresar, por aquí? Las niñas esperaran
junto al móvil con esos bueyes. No lo diré de otra manera. Deben quedarse. Volveremos.
Libia hizo de su rostro un puchero total que no pude reprimir. No sabíacómo impartir órdenes. Seren no se despegaba de mi pierna. Fue Rhini quien pudo calmar la situación con algunas palabras.
- Vamos niñas. Alguien debe cuidar a las bestias. No podemos
ingresar en el terrible agujero. Más allá de ello el terreno en sombrío y extremadamente áspero. Iremos por la princesa y volveremos con ella. Y luego les invitará unos gelas.
- ¿En serio? – Preguntó Seren.
- Libia quiere gelas.
- Claro que sí. ¿O no Júpiter?




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- ¿Mmm? …si..¿Por qué no? – Expresé sin la más mínima idea de
lo que era un gelas. – Bien en conclusión. Ustedes son nuestra defensa y cuidarán de vehículo..Libia tu estaras a cargo
- Siii..libia estará al frente
- Tu, Seren..serás el apoyo…no me fallen. ¿De acuerdo?
- Y luego tendrán Gelas..- Dijo Rhini
- Siiii – levantaron los brazos en señal de alegría
- ¿Y tu sigues con eso de Gelas?
- ¡Callate!
Y nos fuimos, ingresando entre la maleza y la seda.
- Por cierto..¿Qué es un gelas? ¿O gelas?
- Es algo frio con un gusto..Muy parecido a lo que en la tierra
llaman helado.
- ¡Vaya!.. Es algo normal. – Dije aliviadoexhalando el aire.
- También es difícil de conseguir – indica con su dedo índice al
cielo explicando – es un producto que no se fabrica en éste mundo. Y la importación demanda un gasto muy grande moneda local por lo que hace que su precio crezca.
- ¿Eh?...
- A parte de ello, solo hay un solo local que lo vende por cada
región, lo que produce largas filas para adquirirlo.
- ¿Y todo un mísero helado?– Me dije a mi mismo. Pronto cambié
de tema. Y recordé que Gaia podía oír mis pensamientos. Y
leerlos. –¿Rhini?
- ¿Si?
- ¿Tú, puedes leer, o mejor dicho. Ustedes pueden leer lo que el
otro piensa?
- Si…pero es una restricción aquí y en todo el cordón de las
pléyades. Por lo que hay un zonda que lo impide
- ¡Uffff!– Respiré de alivio.
- ¿Por qué lo dices? – preguntó con el ceño fruncido




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- ¡Nooo! ….¡Je! ¡Je!..Por nada – me tomaba la cabeza con la
mano extendiendo el brazo en un ademan gracioso.
Ella no entendió, aunque siguió con su ceño como si yo estuviera loco.
- Menos mal – Me dije. Y recordé – Gaia deja regañarme por el
baño
- ¡¡Danna!! Te escuché…ven conmigo a limpiarlo..
Y luego aquel comentario se desvaneció.
Seguimos entre la maleza y las telas eran mayores y se bifurcaban. Hasta ahora todo lo que veía del planeta era bastante hostil. Y se configuraba en un gran continente como isla en el que había otros continentes se parados que solo se unían por atolones artificiales. En las regiones desde donde comencé había demasiados peligros. Como aquí. Tomé mi cilindro. Rhin estaba delante de mí, pero sabía bien que nos estaban acechando. Y no eran los saurios, ni militares.
- Rhini..
- ¿Qué? – ella verifica todo cuidadosamente observando en todos
lados.
- ¿Conoces los pantanos?
- No… - Sigue concentrada en las telas. Eligiendo donde ir con
minuciosa precaución. Por mi parte estaba un poco nervioso. Nunca había visto algo semejante. Y ya había tenido una mala experiencia con las arañas. Y no es que sea aracnólogo para saber ni que tenga aracnofobia. Pero de pequeño fui a un parque con un amigo. Debíamos juntar piedras y algunas plantas y armar un terrario. Un jardín pequeño en una pecera. Distraído comencé a recolectaralgunas plantas con tierra. Con suerte había unas lombrices, pero no eran algo de que asustar. Y pronto corrí un pastizal y allí estaba. Me miraba fijamente. Había poca tela y tenía el tamaño de mi mano de menor. Me




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miraba y yo a ella. Quedé paralizado. Di unos pasos atrás y luego ella dio pasos adelantes. Pisé una ramita e hizo un movimiento reflejo tan veloz que me asuste y salí huyendo. Esperé lo suficiente para regresar y tomé mis cosas.
- ¿Qué ocurre Júpiter? – Preguntó mi amigo. -
- ¡Nada!..¡Nada..!
- Rhini.
- ¿Queeee?
- ¿Epp?…No ..nada
Cuando regresé a casa. Abrí mi bolso. Y lo dejé allí. Tuve un sueño esa noche en la cual aparecía esa araña…un sueño terrible que me congeló el cuerpo del miedo
Todo comenzó…..
El hecho crucial fue cuando un día descansando en mi cama, vi allí al ser de las ochopatas, y de los ocho ojos. En un techo cerca del foco de luz. No podía conciliar sueño. Y entonces se percató de la existencia de un ser, y cruzamos miradas. Avasallaba con su actitud de atacante queespera que su presa se acerque. La tela estaba bordeada de forma que podía verse untrabajo perfecto, y me imaginé en aquella seda, desnudo, y desprovisto de movilidad. Entretanto esa malsana alimaña infernal desde sus actos reflejos palpaba con su pata del lado derecho. Una de tantas que tiene, verificando la fina línea de sucreación, y lentamente con la tranquilidad del cazador que sabe que su presa esta lista para ser servida, se dirigió a mi cuerpo. Torcí cabeza, e hice un movimiento sesgando la vista hacia abajo como queriendo tirar de mi mente esa idea de que ese ser que habita en la pared del techo del baño. Allí arrinconado, pudiera comerme un día de estos, cuando menos me lo espere. Aguardé unos momentos sin hacer movimiento, y poco a poco se iba acercando aquella maliciosa criatura. No le presté atención. Me insumía en mis adentros con pensamientos vagos, y el hilo que producía era cada vez más




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grueso. Al levantar la vista luego de dejar mi celular, en un costado me sorprendí. Esa diminuta. La minúscula araña a medida que se desplazaba por la seda crecía, ante mi ojos y cuando menos me lo esperé. Estaba allí frente a mí. ¡¡Diablos!! Me incorporé de inmediato, pero al querer levantarme mi cuerpo estaba aferrado a unos hilos en el suelo. Algo de lo que no me percaté. La vil monstruosidad, me había tendido una trampa. ¡¡Debo escapar!! Comencé a forcejear, sin embargo era inútil. No podía desatar esas cuerdas malditas, y las vibraciones se iban intensificando. Aquella parecía disfrutar de ello, con sus ojos en ocho que reflejaban el miedo de mi rostro desesperado.
Aquella tela aprisionó en la psicología de la mente, detal forma que no podía liberarme por más que quisiera. Los gritos de un auxilio eran inútiles. Nadie podía escuchar los aullidos de terror. Se acercaba lentamente a mi pánico que era su néctar. Tan real, como la realidad misma, e intentaba forcejear sin resultado optimo.Y ante ese sentimiento de lucha que bregaba de manera dificultosa, una de las patas de aquella criatura nocturna verificaba minuciosamente en su alarma sensorial – táctil, la línea que vibraba para darle el aviso de que la cena estaba servida. Experimenté el ahogo del horror en la majestuosa figura del terror, y me disputaba ante semejante desconcierto total una de las formas de muerte a la cual inexorablemente siempre temí. Ése ser amorfo contemplaba, y volví a reflejar mi rostrolleno de pavor y espanto en el espejo de los ocho ojos de la araña, que ya sabía de lapresencia de un humano y venía en la búsqueda del hambre. Continuó con cierta tranquilidad, y reposó, sin apuros desmedidos sobre su la forma corporal. En su sosiego, se veía dos grandes tenazas que formaban parte de aquella peluda monstruosidad, y acariciaban mi pecho exaltado respirando con fuerza ante los nervios de esa placidez que podía predecir del atacante.Una, y otra vez con su tacto rosó el cuerpo, y con una






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velocidad innata clavo sus fuertes púas como cuchillos, y allí di un gran salto. ¡¡¡AHHHHHHH!!..y luego desperté transpirado. Con un sudor que pasaba por todo mi semblante después del trajín psicológico de la pesadilla
De ese despertar empapado de sudor, respiré hondo. Y allí estaba frente a la mesa de luz. Salté de la cama del susto con otro grito. Mis padres vinieron. Mi madre se rió, mientras yo lloraba.
- Naaa pequeñín. Es solo una tierna araña de esas de patio que
atacan moscas.
- ..sniffmuajjj – Dije llorando.
- ¡Wow! Es un gran espécimen – Expresó mi padre contento
como si adoptara una mascota. Y la metió en un frasco, para darle un habitad en casa dentro de una pecera. Por un largo tiempo fue parte de la familia. Todas las mañanas me vigilaba desde su escondite
- Yo sé que estás ahí – Me decía – te estoy viendo con mis ocho
ojos…Cuidado..Quizás un día no despiertes Y así fue uno de mis traumas de la infancia.
- ¿Júpiter?...¿Júpiter?..¿Jupiterrrr?
- ¡Ayy!.. ¡Disculpa!..Soñaba, insumido en mis recuerdos.
- Pon atención..
El sonido de mi radio comenzó a chillar. Al tomarlo supe quién era.
- ¿Dónde rayos te metiste?
- ¿Cucho? Tú, ¿Dónde rayos te encuentras?
- Dijimos un punto de encuentro. ¿Lo recuerdas? – Dijo. -
- Sí, pero tu punto de encuentro era difuso.




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- ¿Difuso? ¿Acaso tu madre te arrojó al suelo cuando naciste? –
Maldecía Mikonos. Caciope y los demás con sus rostros irónicos de impaciencia miraban a Mikonos
- Siempre se llevan así con ese tal júpiter.
- ¡¡Je! ¡Je! – rio irónicamente Gregory
- En su mayoría – Confeso Josefina – pero en el fondo se odian,
digo se quieren.
- ¿Eh?
- Nada solo eso.
Seguíamos discutiendo mientras por el radio.
- ¡¡¡Cierra la boca gato sarnoso!!!
- Júpiter ya deja de pelear – y señala un montón de puntos rojos
en la oscuridad – avancemos rápido
- ¿Qué ocurre?
- Cucho..
- ¡No soy Cucho!!Oye hay que llegar al centro de lago verde. No
diré más.
- Como digas.. estoy en la entrada del pantano. En donde se
tejen demasiadas telas.
- ¡Júpiter!. ¡Tonto!Sal de ahí..Es peligroso.
- No hay problema, estoy acompañado. Iremos a los centros
donde entonces….. Cambio. – La transmisión se cortó. -
- ¡¡Júpiter!!..parece que a éste tipo le gustan los problemas. Esta
acompañado. No se de quién.
- ¿Se halla en el cono Este? Mikonos..
- ¡Sí lo sé..! Seguiré su transmisión y en caso de peligro me
desviaré. Ustedes seguirán
Asiente Caciope.
- ¿Dónde está Júpiter? – Preguntó Gregory.
- En el bosque de las telas. ¿Has visto aracnoia?




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- ¿La película de las arañas gigantes?
- Bueno ya vete imaginando la situación.
- De todas maneras no son como las que conoces en la tierra.
- Pero está en peligro.
- Ya cállate Gregory. Debemos darnos prisa.
Los saurios se divertían disparando a otros reptiles. Ya habían divisado en gran lago. Luna observaba por el periscopio todo lo que sucedía. E inmediatamente activó el sistema de defensa con múltiples trampas. Unos laser rojos se colocaron como minas.
- ¡¡Ey!!..¡Cuidado donde pisas!
- No me molestes – le dice sacando su lengua ofidia. Dos pasos y
el sistema se activo
Dos de los saurios cayeron en ella desapareciendo en un agujero.
- Tengan cuidado por aquí es peligroso.
- Muy astuta científicaLunar – el comandante divisa una placa en
un árbol y la destruye disparando su láser.
- Rhini es seguro no.
- Deja de quejarte.
- Nos están observando demasiado. – Algo entonces tocó mi
tobillo – ¿Ah?..
- Apurémonos. No les gusta que entren en su territorio.
Nos dimos prisa y pronto infinidad de esos ojos colorados se iban multiplicando. Rhin expuso, varios pasos, y se alejó al vernos
complicados entre malezas. De la cual no pude sortear y desapareció. Todo estaba oscuro
- ¡¡Rhin!!...¿Estás ahí? ¡¡¡Rhini!!!.. – Di unos pasos
- ¡¡Rhini!! – vi una silueta – ¡¡Uff..!! Te encontré –al presentarse me
ingreso un escalofrió en toda la espina – ¡¡¡uuuhhhahhh!! –una araña del tamaño de ella estaba allí parada frente a mí y luego por una mutación se volvió mujer y me observaba y luego




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regresó a su forma - ¡Dioss!! ¡¡Rhiniii!! – Comencé a correr por todos lados y los ojos se multiplicaban. Pisaba la seda y sentía las vibraciones hasta que una cuerda me tomó del pié y me llevó a la copa de un árbol. Estaba de cabeza y pronto frente a mí una tarántula gigante me contemplaba. Cerré los ojos del miedo hasta que de tanto peso se cortó descendiendo. Allí me esperaba Rhini.
- ¿Dónde estabas? Le dije con lágrimas.
- Solo me alejé un momento. Sigamos, no perdamos tiempo.
- ¿Dónde estuviste?
- Ya te diré.. por ahora tenemos paso libre.
- ¿Eh?
- Camina y ya.
Mikonos y los demás estaban avanzando lo más rápido posible, sin embargo la propia naturaleza del pantanal le prohibía la movilidad. Luna activó todos los sistemas.
- No puede ser llegaron antes tiempo. La investigación
- Escucha los mantendré ocupados. En definitiva, me quieren a
mí.
- ¡Gaia!..¿No hagas tonterías?
- ¡Luna! – Le sonríe ella. Tú, eres la pieza importante aquí. Si
todo tiene existo podrás llegar al reino antes de que deba casarme con el príncipe.
- ¡Princesa! – confesó extenuada
- No te preocupes…puedo continuar huyendo. – colocó su mano
sobre el hombro de Luna. Y luego se retiró.
- Vamos, el laboratorio se encuentra dentro de esas aguas
verdes. – Uno de los vigías realizaba un estudio con un aparato que medía las secuencias de energía. Un gran cocodrilo apareció de inmediato. Y fue interceptado por un disparo. Otra de las trampas se activó electrificando a quienes ingresaban en




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las aguas. Esto evitó un rápido descenso a la plataforma. Otro
de los saurios ingresó con un traje especial sumergiéndose.
- ¡Vaya!..¡Que son astutas! La científica piensa. En todo. – La
compuerta se abre, al desactivarse ascendiendo la gran puerta. Y son recibidos por la silueta de Gaia que los golpea rápidamente como si fuera parte del viento.
- ¡Es la princesa!.
- No la dejen escapar. – varios hombres van contra ella que los
esquiva a tiempo saltando a uno de los árboles. Desde allí comienza a disparar
- Vamos…¿Me buscaban no? ¡¡¡Aquí estoy!!! – saltó en otra
dirección.
- A ella – Dijo el comandante. El saurio príncipe la veía
maravillado.
- Esa es la dama que quiero para mí – su lengua ofidia salía de
entre sus labios. Los dardos tranquilizantes iban por ella y no lograban alcanzarla.
- Con esto Luna podrá salir de allí.
- Bueno con esto ya estaría – Expresa luna que corre colocando
todo en un bolso para escapar. Al querer salir por otra compuerta recibe un dardo tranquilizador y luego otro. Uno de los militares se acerca y ella logra golpearlo y luego comienza una balacera. Gaia se lleva el resto a una parte alejada. Al saltar por una rama la resina húmeda impide el agarre firme y cae. Da un giro para no golpearse y en el camino dispara su arma dando en varios blancos. Luna queda agotada dando algunos pasos y arroja su bolso lejos a sabiendas de su captura. Su bolso cae cerca de un agujero. Los militares y saurios la rodean y la transportan hacia las afueras del complejo.

Fin del capítulo