La esposa y la búsqueda. El casamiento frustrado. Júpiter llega a tiempo. Un nueva Boda.

La esposa y la búsqueda. El casamiento frustrado. Júpiter llega a tiempo. Un nueva Boda.

Cuando salí de la tierra y vine a tu planeta. Preparé una sorpresa para llevarte..Era algo especial que solo tú, entenderías. -

La batalla seguía su curso entre idas y vueltas. Todo era un desquicio total. -
- No hay manera de entrar–Decía Rhini–
- No puede ser–Dije–un disparo iba directo a nosotros y me decidí – Oigan intentaré entrar
- ¿Estás loco?
- ¿te van a matar en el camino?
- No puedo dejar que ella se case.. –No puede dejar que la mujer que amo sea infeliz, voy a pelear por ella, y por su felicidad.. por su sonrisa, si eso me cuesta la vida –
Todos me miraban con asombro. Y me fui corriendo contra los soldados abriendo camino. Todos empezaron a disparar. Estaba lastimado de tantos golpes y quemaduras. Mi traje estaba hecho añicos, pero que quedaba dentro el valor por ella..Si he de morir será por ella.
- ¿Así que ese es Júpiter? – Se dijo Rhini--- Ahora entiendo porque la princesa lo ama..ahora comprendo bien, lo que sentí por él. La princesa es afortunada. NO VOY A DEJAR QUE TE MATEN QUERIDO MIO..VE POR TU AMOR – Rhini se aproximó contra ellos con su cuchillas clavando a cuanto podía

- ¡¡Vamos por Júpiter!!–Dijo Mikonos
Un disparó roso mi mejilla y comencé a sangrar, y luego uno en mi brazo, pero la adrenalina me hizo olvidar todo. Solo podía verla a ella.
- ¡Nos están rodeando!
- ¡Sigan disparando..!
- ¡Ahí vienen más..!
La contienda se estaba desarrollando. A las afueras del gran castillo. La iglesia tenía una capacidad titánica para la recepción de todos esos invitados de lujo y familias distinguidas. Al cerrarse la puerta se evitó por todos los medios que se supiera del ataque planificado. Los reyes no deberían saber nada de ello.
En medio de disparos y ataques nos íbamos moviendo de un lado al otro. Nuevamente Mikonos empleo su sucio método de bombas de gas lo que infestó, a todo el panorama en un alto radio perimetral. Incluso nosotros mismos. Tristán se escondió con josefina para resguardarla.
- Algo me dice que has vuelto Nayade.-
- ¡¡Que no soy Nayadee!! – Expresó con enojo, y sacó el arma disparando a los reptiles.
- ¡Je!..¡je! – esbozó una pequeña risa Tristán. – algún día serán una. Es así como los demonios se mantienen unidos.
Ella no comprendió.
Se estaban agrupando cuando varias telas de seda comenzaron a capturar a uno por uno..

- Libia al rescate–Desde el cielo volaban arañas lanzando sus telas
- ¡Es clarens y las pequeñas!
Del otro lado..Un grupo de amazonas con una niña al frente
- Mi amor he venido a salvarte–Dijo la pequeña reina a Gregory
- ¿Mi amor?¿Jaa?–dijo Luna
- No, es lo que parece..¡Je!..Habla con Mikonos. Él, es el culpable – Explica con miedo. -
Y detrás de ellos dos ogros grandes aplastando con un terremoto a los siguientes soldados. Abriéndome camino-
- No encontramos flores para nuestra bella–Le dicen a Josefina
- ¡Je!..¡Je–serie disimuladamente Josefina.
Caciope y Mikonos la miran
- Es una larga historia..¡je!..¡je..
Con la ayuda de ellos pudieron aplacar al ejército. Yo fui directamente contra la puerta.
En las afueras unos reptiles fueron hacia Rhini. Me había alejado corriendo y esquivando los ataques, aun estando lesionado. Ella me cubría hasta cierto punto. Venían balas de mis compañeros. Una pasó cerca del trasero.
- ¡¡Cuidadooo!!–Lancé un alarido a mis compañeros.-
- Sigue directo a la gran catedral–Gritó Mikonos.-
- ¡¡¡Corre!!!–Expresaron Luna y Gregory.
Rhini se vió acorralada. Su mirada penetrante mantenía en vilo a los enemigos, no obstante el agotamiento era total. Su respiración se contenía con la fatiga. Ese fue el instante en que uno de ellos se acercó con su lanza. Una luz encandiló de entre una maleza

desconocida. Alguien de entre ellas arrojó con gran velocidad piedras a los saurios.
- ¿Quién fue?
Luego otra y otra dando en el blanco.
- Esas rocas duelen-
Una dio en la cabeza. La otra en el cuerpo. Apuntaron y dispararon sin éxito. Varios fueron allá y se sintieron gritos.
- ¿Qué está ocurriendo?
- ¿No puede ser..si ese terrícola lo había visto del otro lado?
Rhini, no entendía. Una cabellera verde y una silueta, eran perseguidas. Y los saurios desaparecieron.
Ella respiró hondo y continuó su rumbo protegiéndome. Nuevamente estaban aventajándose.
- ¡¡Estas lagartijas salen de todos sitios posibles!! –Expresa alterado Mikonos, que veía como me lanzaba allí. Pronto avistó por esas suertes un tanque-motor. Un carro casi blindado que estaba allí en medio de la balacera. – ¡Ugh! Miau… ¿Y por qué no? – Se preguntó al verlo.- Es mejor que los ayude de alguna manera. ¡Caciope continua disparando! ..¡Miau! – El enojo generaba su actuar de gato. -
- ¿Eh? ¿Qué tonterías harás?
- Ya verás-miau!–
Mikonos se subió a un vehículo blindado
- ¿A ver cómo era esto? Bueno como dice el dicho. Toca todos los botones y el milagro ocurrirá. -
Todos los miraban un tanto extrañados. El motor se encendió de golpe y se aceleró.

- Perfecto vamos a pisar reptiles – Grito con su puño en alto. Aceleró a toda marcha y la velocidad comenzó a incrementarse tal que muchos de los enemigos a ver que se les venía encima
-¡¡¡¡AHHH-MIAUUUUUU!!!!-¡¡¡NO PUEDO PARAR ESTOOOO!!!
–Su rostro parecía estirarse y sus ojos salirse por lo rápido del movimiento.- y se fue contra el bastión faltante de saurio
- ¿Qué hace éste orate?
Mikonos se iba encima de todos. Incluyéndome. Rhini salió del paso. Y al momento de llegar a mi esa máquina se estrelló contra las escalinatas.
- ¡¡Idiota, casi me matas del susto!!– Le gritó. -
- ¡¡Cierra la boca y entra ahí!! Salva a tu chica – Me devuelve el favor Mikonos casi herido por el impacto. –
- Asentí sonriendo–
- ¡Gracias viejo!
La puerta se mantuvo semi abierta. Todos llegaron con las demás fuerzas de defensa y la ayuda.
- ¡¡ESTUPIDOO!! – Se enfada Caciope contra Mikonos agarrándolo de la camisa con sus dos manos – ¡¡NO VUELVAS HACER ESO!! – Y se lanza a llorar.–
- ¡Bueno!, ¡Ya suéltame, que me duele!
- ¡Perdón!–Y se seca las lágrimas.–
El enemigo se había disipado en pequeños grupos y huía. -
- ¿Qué fue todo ese alboroto?–Dijo el Rey Jerkes.-
- Si algo está pasando– Dijo la Reina
- Sigamos mejor la boda…por lo que me demanda la ley de las galaxias los declaro…
Con la poca fuerza que me quedaba abrí totalidad de la puerta.

- ¡¡¡ALTOOO!!..MEOPONGOAESTABODA..ESAMUJERESMI
ESPOSA – Dije con un grito mortal – ¡¡NADIE SE ATREVA TOCARLA!! – Y mi respiración se aceleraba mientras casi me desvanecía en el suelo
- Pero ¿Quién es usted?–Afirmó enojado el párroco.-
- Soy ..¡¡cuak!! ¡¡cuak!! Su esposo – Y Levante mi mano con el anillo.
El párroco, miró entonces la mano de Gaia. El mismo anillo.
- ¿Pero qué ha ocurrido aquí?
- ¡¡¡JUPITER!!!–Se lanzó a llorar Gaia–¡¡¡JUPITEERR!!
- ¡¡MEOPONGO!!
- Gaia..¿Qué está ocurriendo?–Dijo Jerkes
- Padre, él, es mi esposo..
- Nooo.
- ¡¡Nooo puede ser!!– Se oían las voces indignadas de los seres invitados
- ¡¡No me casaré con el príncipe saurio..!! Él, me trajo hasta aquí a la fuerza.
- ¡¡ESOOO ES MENTIRA y le lanzó una bofetada!!
- ¡¡Gaia!!! -Fui corriendo a ella a querer golpearlo. El reptil fue contra mí y ambos chocamos espadas.
- ¡¡Dejen de pelear..!!
- ¡¡Ahhhh!!–Se escuchaban los gritos de los invitados.-
- ¿Qué ocurre aquí?–preguntó el rey de los saurios.
- ¿Hijo danos una explicación?
- No es nada.. – Su lengua salía viscosa, y volvió a la batalla individual.– No es nada, solo un plan arruinado por estos malditos...terrícolas….
Nos armamos en batalla y aquel reptil lanzo un acido a mi ropa quemándome la piel

- ¡¡Júpiter!!–Gritó Gaia.
- ¡¡Ahora reptil inmundo, toma esto!!- Y volvimos a chocar espadas.
- ¡¡Tonto..!! Te mataré, y me quedaré con tu esposa, y usaré tu cabeza fea como trofeo en mi cuarto de tonterías sin sentido – El príncipe, me iba venciendo por su fuerza que triplicaba la mía.
- ¡¡Esoo..nuncaaaa!! -Y tomé la espada de él con la mano cortándome, y con la otra le lancé un puñetazo que lo arrojó al suelo. Mikonos y los demás entraban en la iglesia. La respiración me faltaba luego de tantas batallas, y me agaché a descansar mirando a Gaia con cierta paz y alegría. El saurio príncipe se incorporó de la caída, y fue hacia mí con un cuchillo.
- ¡¡Vas a morir maldito!!
- ¡¡Cuidadoo Júpiter!! – Gritaron todos mis compañeros y compañeras. Y delante de mí se colocó Gaia.
- Deja a mi esposo en paz – Y sus ojos se volvieron rojos y su cabello se extendió de forma salvaje. Era como un lobo feroz, y arremetió con un feroz puñetazo al reptil hasta derribarlo, quedando fuera de combate en su totalidad. -
El príncipe estaba inconsciente. Nemesio llego con las tropas y un mensajero del gran consejo.
- ¿Qué alguien me explique?!!¡O nadie se irá vivo de aquí!
- ¡Muy simple!… - Nemesio dio las pruebas de toda información. El complot del príncipe Megasaurio y el monje. El truco mágico de los magos. Parte de los secuaces que hablaron con testimonios locuaces.
- ¡No puedo creerlo!
- ¡Tampoco lo creemos..!¡Qué vergüenza!
- Rey Jerkes..Yo no sé qué decir..dijo el gran saurio…

- ¡Solo resta la palabra de nuestra hija! Y el perdón – Agachó la mirada con retraimiento. -
- ¡¡Pagaran los que tengan que pagar!!
- ¡¡¡Lo sentimos mucho..!!
- ¿Entonces la boda se cancela?–Preguntó el párroco. -
- Si, será cancelada–Ordena el rey saurio.
- Si, será cancelada–Ordena el rey Jerkes.
- Los pactos serán nuevamente firmados–Propusieron ambos reyes-.
Luego de acabar la batalla, Júpiter estaba lastimado, sucio, y maltrecho. Sus ropas desgarradas. La mirada de Gaia, al verlo en ese estado fue de muchas sensaciones.
Me incorporé y aún estábamos en la santa iglesia galáctica ..y Gaia estaba a mi lado y ella pensaba.
- No puedo creerlo. Él a pesar de todo vino des de muy lejos, por mí. Alguien llevo a Gaia. fue su madre que quería abrazarla llorando.
- Lo siento mucho hija..Lo siento mucho
- ¡No!..¡No es nada!..todo se ha aclarado por suerte.-
- ¿Hija no sé como podrás perdonarme?
- ¡Solo déjame ser quien quiero ser!..–Sonrió, y se lanzó a llorar encima de él.
- ¡Bueno!¿Parece que lo logramos?–Respiró aliviado Mikonos.
Por mi parte, teniendo en cuenta la situación y donde estábamos, levanté del suelo de entre todos mis colegas.
- ¿Qué haces Júpiter?–Preguntaron con curiosidad.
Y Júpiter se iba acercando a ella. Todos miraban con sus rostros de forma insólita.

- ¡Ve por tu amor Júpiter!¡Viniste por ella!. ¡Vé a ella! – Dijo Rhin con una sonrisa.
- ¡Libia quiere que Júpiter llegue a Gaia!.
- ¡Jup..papa..tú puedes..¡–Dijo Seren.
- ¡Es un tonto..pero lo logró!–Dijo Mikonos–¡Vamos amigos!
- Vamos viejo..no te rindas..–Agregó Gregory.
- ¡¡Eres tú, quien solo puede estar allí!!–Explicó Tristán.
- ¡¡Bien!!, tú puedes, y sino yo te llevaré!!–Dijo Josefina..
Los pasos de Júpiter se iban lentizando. Y Gaia lo vio de entre su padre y madre…y lo esperaba firmemente con algunas lágrimas.
- Él a pesar de todo vino por mí, vino a rescatarme. No importa lo que suceda y ni cuantos enemigos se crucen, ni catástrofes, ni nada. Él vendrá a mí.
Júpiter se acercaba más y más.
- ¡No es un genio! Es obstinado, y terco. Impulsivo y ansioso, pero te aseguro que al final te hará muy feliz – Explicó una vez su padre –
- Él, nunca se rendirá por lo que realmente ama.
Gaia entre lágrimas extendió los brazos.
Júpiter estaba frente a ella sonriendo con su rostro embarrado de tierra y alguna herida.
- ¡Snif!¡Snif!–Eran las lágrimas de Gaia–¡¡Te..t..te tardaste DANNA!! – Expresa sollozando.¡¡Te tardaste!!
- ¡Llegue Gaia !Por fin estoy y aquí. Vine a buscarte.
- ¡¡DANNA..yo!!
- No digas, nada..
- Es verdad, no importa lo que diga o haga, el siempre vendrá a mí, sin importar lo que ocurra.

Ella fue lanzándose hacia a él para abrazarlo y ambos entre miradas relucientes se dieron un beso apasionado que duro minutos, que eran una infinidad. Muchos sonreían. Todo el grupo en su júbilo. El rey y la reina estaban a salvo, luego de la llegada de Nemesio, y el príncipe de Sauria debería rendir cuentas con su padre y madre. Y Gaia y Júpiter se amaron allí en un lugar lejos de la tierra.
- ¡Eres un tonto!¿Lo sabes?¡Y Por eso te amo!
Júpiter se rió. Y luego miró a quien era el párroco del casamiento.
- ¡Señor!…¿Cura, o párroco?¿Podría pedirle un favor?
- ¡¡Ehh!!..¡Claro!!-Dijo
Saqué de mi bolsillo un regalo que había comprado que venía de la tierra, que escondía por mucho tiempo…y Gaia observaba extrañada.
– Si, aquí esta – Creí que lo había perdido, luego de tantos viajes y periplos
- ¿Cómo?–Preguntó con intriga Gaia. Él, esbozo una leve risita.
Aquel historiador terrícola, lastimado en todo su cuerpo, entonces se agachó frente a Gaia, pidiendo su mano.
- Cariño quiero aprovechar la ocasión… - Y mire el santuario y luego a ella -, ¿Me harías nuevamente el hombre más feliz del mundo?¿Qué digo mundo, universo? ¿Quieres casarte conmigo? y de su bolsillo sacó un estuche que al abrirlo tenía un anillo.
- Yo… - Gaia en su rostro que parecía quebrarse aun más con esas gotas que caían, respondió – Claro que sí. Acepto.
Él, se incorporó y lo miro al encargado de las nupcias, aquel que haces las veces de clérigo de otro planeta.
- Será un placer, para eso estamos – Ratificó con entusiasmo aquel párroco. –

Ambos se colocaron firmes frente uno con el otro.
- Gaia Justina– Aceptas por esposo a…
- Júpiter, Anónimo Ruppert.
- ¿Aceptas por esposo a Júpiter Anónimo Ruppert?
- ¡Sí!….¡¡Aceptooo!!
- Y tú.. Júpiter Anónimo Ruppert..¿Aceptas por esposa a Gaia Justina?
- Si.. acepto… - la mano de Gaia se extendía, y Júpiter colocó el anillo.
- Por la ley de las Pléyades, del cinturón de Orión, y del universo de los planetas, los declaro en unión universal, de aquí para la eternidad…¡¡Estemm!! – Y se concentra el párroco– Puede besar a la novia joven –
Júpiter y Gaia se besaron, con su unión y el aplauso de toda una muchedumbre….
- ¡¡Bueno todo salió bien…!!
- ¡¡Libia esta felizzz!!-Fue a Júpiter
- ¡¡Papaaaa!!–Dijo Seren Y luego abrazaron a Gaia… Gaia sonrió a verlas
- ¿Y ellas..?
- ¡Es una larga historia!..Pero me han acompañado desde que llegue aquí.. y son algo especial..
Gaia veía a todos emocionada….era una familia..Una gran familia….

Fin del capítulo