Capitulo 15 —

Rebobinemos un poco el tiempo.

Dos de los caballeros atacados se adelantaron y entraron corriendo en el Cuartel General de Caballeros del castillo.

"Hay un informe urgente. Por favor, póngase en contacto con el capitán o el vicecapitán", dijo uno de los caballeros.

"El capitán no se encuentra en la capital en estos momentos. Creo que el vicecapitán debería estar aquí, así que vayamos a verle a él", dijo un caballero de la estación mientras entraba.

En el despacho se encontraba Dime von Ghazat, Vicegeneral de los Caballeros de la Guardia.

El caballero encargado de escoltar a la Princesa se presentó inmediatamente ante él.

"¡¿Qué?! ¡¿Cincuenta orcos?! ¿Están a salvo la princesa y la señorita Seda?"

Dime golpeó el escritorio y se levantó, llena de conmoción y preocupación.

"Sí, diez de nosotros intentamos defender el carruaje y conseguimos matar a veinte. Pero nos superaban ampliamente en número. Cuatro personas murieron, y el resto resultaron gravemente heridas, y parecía que no podíamos más antes de que llegaran los refuerzos." El caballero de escolta siguió hablando.

"Entonces, un niño de unos diez años vino a ayudar. Era el tercer hijo del margrave Garm, llamado Caín. Él mismo aniquiló a los orcos que quedaban usando su magia y su habilidad con la espada. Luchaba a una velocidad que no podíamos seguir. "

"¿Estás seguro de que sólo tiene diez años?" preguntó Dime con suspicacia y conmoción.

"No hay ningún error, señor. Después de que Caín derrotara al resto de los orcos. El Margrave Garm también se unió a nosotros y vino con nosotros a la capital", respondió el caballero.

"¿Están bien ahora los caballeros heridos?" Preguntó Dime.
"Caín lanzó magia curativa que curó al resto de nosotros", respondió el caballero.

"¿Es posible usar magia de ataque, manejo de la espada y magia de recuperación a la edad de diez años? Esto debe ser reportado al castillo tan pronto como sea posible. Acepto tu informe. Ahora deberías ir a descansar". Y así, Dime dispersó al caballero.

"Tengo que informar de esto al rey", murmuró Dime mientras salía corriendo de su despacho.

◇◇◇

En el salón del interior del castillo.

El señor del castillo, Su Majestad Rex Terra Esfort, la primera ministra Magna von Terrahart, el duque Eric von Santana Malpeque y Dime, el caballero adjunto, estaban reunidos en una sala.

Dime comenzó a relatar el informe presentado por el caballero de escolta.

"Siento la repentina reunión. En realidad, el carruaje que transportaba a la princesa Telesia y a la señorita Seda fue atacado por una horda de cincuenta orcos".

"¿¡Qué!? ¿Están a salvo?"

"¡¿Qué?!"

El Rey Rex y el Duque Eric golpearon el escritorio y exclamaron mientras se levantaban.

"Sí. De los diez caballeros que los custodiaban, cuatro murieron antes de que pudieran matar a veinte de orcos. El que les salvó fue Caín cuando ya no pudieron aguantar más. Caín vino y fue solo a destruir a los orcos que quedaban".

¡¿Qué?! Toda la gente exclamó esta vez, estaban demasiado conmocionados.

"¿Acaso el hijo del Margrave Garm no estudia en la escuela de la capital?". Preguntó el Primer Ministro Magna al Ayudante del Caballero Dime.

"No, fue el niño de diez años, el tercer hijo, que va a asistir al anuncio de este año, el que rescató a la princesa y a la señorita Seda", respondió Dime.

"¿Es cierto que tiene diez años?". Preguntó un lord.

"Oí hablar de Caín a los caballeros que le acompañaban, pero dijeron que era un genio que, con sólo diez años, ya era capaz de lanzar magia avanzada con destreza".

"Un niño de diez años usando magia avanzada..." murmuraron.

"Y lo más asombroso es que Caín, después de destruir a los orcos, curó a todos los caballeros con magia de recuperación, y guardó a los orcos y los cadáveres de los caballeros en la caja de objetos antes de dirigirse a la capital". Continuó el ayudante del caballero Dime.

"¿También tenía una caja de objetos?"

Todos los presentes se sorprendieron.

"Eric, ¿crees que hay mucha gente que tenga una caja de objetos, capaz de hacer magia de recuperación y no digamos magia ofensiva a los diez años?". El Rey Rex preguntó al Duque Eric.

"Nunca he visto un ser humano así. Y como Caín es el tercer hijo, no debería tener derecho a heredar el título de jefe", analizó el duque Eric.

"Y además Su Alteza la Princesa Telestia y la Señorita Seda ya están obsesionadas con Caín, y parece que se han sentado junto a él dentro de los carruajes y se han enredado los brazos a ambos lados..."

"" ... ""

La cara del Rey Rex y del Duque Eric se contrajo.

"Y sólo tiene diez años. Me preguntaba ... ¿cómo se siente el niño acerca de esto, Dime? "

"No... no llevo esa información encima". El ayudante del caballero Dime recibió una fría mirada del Rey y contestó con un sudor frío.

"Magna, ¿qué crees que deberíamos hacer?" Preguntó el Rey Rex.


"Caín es el tercer hijo, así que hay pocas posibilidades de que herede el título de su padre. ¿Qué tal si le concedemos su propio título para que pueda tener su propia casa? En el futuro, no tendrá ningún problema para casarse con nadie. Y además, como después del anuncio volverá a su territorio, qué tal si le damos una mansión en la capital y que viva aquí. Afortunadamente, sus otros hermanos ya viven en la capital, así que no habrá ningún problema", sugirió el primer ministro Magna.

"Está bien", dijeron sincronizados el rey Rex y el duque Eric.

En ese momento, alguien llamó a la puerta.

"Su Majestad, la Princesa Telesia y la Srta. Seda han llegado al Castillo Real". Informó el guardia.

"Traigan a ambas aquí", ordenó el Rey.

Poco después, la princesa Telestea y la señorita Seda entraron en la sala de estudio.

Ambas se inclinaron.

"Papá, perdona por preocuparme por ti esta vez", arrulló la princesa Telestea.

"No pasa nada. Teles, mientras estés a salvo, todo está bien", respondió el Rey con calidez.

Tras el reencuentro, escucharon la versión de la princesa y de la señorita Seda, que no difería de lo que había contado el ayudante del caballero Dime.

Aunque había casos en los que Caín era embellecido en su historia, a sus ojos, Caín ya era una especie de príncipe azul. Además, hablaban alegremente de Caín.

El rey Rex y el duque Eric suspiraron.

"Así que, en el informe, oí que tanto Teles como la señorita Seda se enamoraron de Caín", musitó el rey Rex.

Con esas palabras, las dos chicas se sonrojaron mientras volvían la cara hacia abajo.

"Parece que los informes son ciertos". Respondió el Primer Ministro Magna.

"¿Cuál de vosotras quiere ser la prometida de Caín?". El Rey Rex les preguntó.

"¡Yo quiero serlo!"

Al darse cuenta de que las dos habían contestado al mismo tiempo, la princesa Telestea y la señorita Seda se miraron, haciendo que su rostro se sonrojara aún más.

Tanto el Rey Rex como el Duque Eric suspiraron una vez más.

"¿Qué tal si os comprometemos a las dos con Caín?". Recomienda el Rey Rex.

"Eric, ¿te parece bien?" Rey Rex preguntó al Duque Eric.

"Sin embargo, para sus actos esta vez, barón es el límite. Si quiere casarse tanto con Teles como con la Srta. Seda, debe tener al menos el rango de conde o más. ¿Qué le parece?" Mencionó el Duque Eric.

Tres personas, el rey Rex, el duque Eric y el primer ministro Magna, sonrieron con suspicacia.

"De acuerdo, así podremos casarlos con Caín cuando esté listo". Y entonces llegaron a un acuerdo.

Fue el momento en que se decidió el compromiso de la princesa Telestea y la señorita Seda con Caín, sin Caín.

Fin del capítulo