una nueva compañera

Al mirarla más de cerca, se asomó desde la vegetación para hablarle conservando una distancia segura.

─ ¡hola! Puedo preguntar, ¿quién eres?

─ho...hola, m... me llamo Elina, y no sé dónde me encuentro. Quisiera saber qué fue lo que paso. ¿Sabes dónde estamos?

Belford la miro por unos segundos directamente, para darle una respuesta a sus preguntas.

─ ¿tú tampoco sabes dónde estamos? La verdad es que tampoco sé que es lo que está pasando.

Elina, aunque con dudas, quería confiar en esta persona que no conocía.

─ ¿entonces que es lo que sabes del lugar en el que estamos? quisiera tu ayuda. Solo recuerdo que antes de llegar aquí todo se ilumino y desperté sin saber qué es lo que pasó.

Elina después de hablar un poco se sentía menos preocupada y con paz al ver que ese muchacho no parecía tener malas intenciones.

─ ¡es lo mismo que me paso a mí! ¿Recuerdas haber tocado un pilar?

─ ¡sii! ¡eso fue exactamente lo que recuerdo! y además tengo algo en mi vista que no puedo dejar de ver, me dio dolor de cabeza un momento y unos segundos después apareció algo en frente de mí y no sé cómo hacer para que desaparezca.

─ ¡ehh! ¿Hablas de la imagen azul en tu vista?

─si supongo, ¿tú también puedes verla?

─es lo mismo que me ocurrió, fue exactamente igual a lo que me sucedió hace poco, al parecer te paso a ti también. Descubrí como ocultarla solo tienes que pensar como si desapareciera esa imagen.

─a ver... pensar como si desapareciera. ¡Como si desapareciera! ¡¡bien, si funciono!!

─ahora piensa en que debe de volver a aparecer, así lograras que aparezca de nuevo.

─ ¡volver a aparecer! ¡ahí esta otra vez! pero ¿porque pasó eso?

─no estoy seguro, sin embargo, creo que tiene que ver con algo de lo que nos trajo a este lugar.

Las preguntas aun continuaban y aún faltaba por entender lo que les estaba pasando.

─ ¡aah! Oye, por cierto, mi nombre es Belford Jader.

─ ¡oohh! Vaya tienes apellido, de donde vengo las personas no los usamos. ¿cómo se llama el lugar el lugar del que provienes?

─se llama la ciudad de Gabriel, se encuentra en un enorme bosque.

─que curioso, jamás conocí un lugar así... y menos escuché hablar de una ciudad con ese nombre.

─ ¿de verdad? ¿Entonces como se llama el lugar de donde llegaste?

─el lugar de donde me encontraba se llama Kota Laut son enormes islas en un gran océano.

─es muy diferente del lugar de donde provengo. Sobre todo, del océano y es que nunca en mi vida he visto un océano, solo en libros he visto algo como lo que me estás hablando.

─es interesante, ni siquiera venimos de los mismos lugares.

─todo parece indicar que no.

Los dos llegaron de lugares muy diferentes, pero ahora estaban solos en este lugar tan distinto del que vinieron y en el cual tenían que encontrar la manera de sobrevivir.

─bien, te tengo que hablar sobre algunas cosas que tienes que saber; no sé cómo es que llegamos aquí, sin embargo, tenemos que buscar la manera de sobrevivir los dos, además no se si otras personas también llegaron a este lugar como nosotros, en cuyo caso tenemos que buscar también.

─si entiendo

─a demás no sabemos cuánto tiempo estaremos aquí, de ser el caso necesitaremos recursos que nos permitan estar a salvo. Por cierto, ¡mira! Traigo comida y unas cosas que nos pueden ser útiles.

─muy bien, yo también traigo comida y varias cosas útiles. ¡¡¡aahh!!! por cierto.

─ ¡si dime que pasa!

─ ¿Como es que hablamos el mismo lenguaje?

─ ¡¡¡ehh!!! bueno ahora que lo mencionas no me había dado cuenta... ¡¡¡umh!!! pues supongo que es algo extraño.

─ ¡jajaja! creo que tienes razón tal vez sea una coincidencia.

Ambos hablaban de manera muy fluida, como si ya se conocieran tiempo atrás, pero no les quedaba claro porque podían hablar el mismo lenguaje.

─bien, esto será lo que haremos; necesitamos buscar en los alrededores, y lo que estabas haciendo, de llamar la atención de alguien fue bueno, pero... ¡debes de saber que no podemos hacerlo más! y es que podemos atraer a depredadores.

─ ¡ehh...! Tienes razón, no lo había pensado...

─ ¡y dime en que eres buena!

─pues aprendí a pescar además de hacer fuego y también puedo cocinar, también se hacer otras cosas, el lugar de donde vengo nos ensañan a hacer muchas cosas, en mi casa ayudaba a mi familia en todo lo que hiciera falta... ¡uhmm! ¡mi fami...lia! Que pasara con ellos cuando no me encuentren...

─tranquila, entiendo que te sientas con ese desanimo, pero por lo pronto necesitamos buscar la manera de valernos por nuestra cuenta en este lugar.

─ ¡si tienes razón!

La suerte estaba puesta, el no saber en qué situación podrían estar los hizo unirse más, un panorama algo complicado dada las circunstancias, tenían que buscar la manera de sobrevivir.

─ ¿recuerdas haber visto algo en la imagen que visualizaste? ¿Podrías volver a verlo?

─si claro, a ver, ¡imaginar como si apareciera esa imagen!! ¡si ya!

─ ¿dice algo?

─ ¡si! Dice que... ¡exploré este mundo!

─es lo mismo que también me aparece... no sé cuál es la razón, aun así, es algo que tenemos que hacer, no te he dicho, pero soy explorador así que tengo experiencia para este tipo de circunstancias.

─ohh que bien eso nos ayudará y me tranquiliza más.

Así se prepararon para explorar este mundo que no conocían y aún quedaba la incógnita del por qué habían llegado a este lugar.

Después de una hora aproximadamente de recorrer juntos los alrededores no encontraron ningún peligro ni otras personas que pudieran estar en la misma situación que ellos.

─ ¿escuchas?

─ ¿que? ¡que escuchaste!

─parece ser un rio

─es cierto...

Ambos decidieron acercarse a lo que parecía ser un rio. Una fuente de agua es vital para que pudieran sobrevivir.

─ ¡qué bien si es un rio! Al menos creo que podremos conseguir agua aquí.

─tienes razón, pero ¿qué debemos hacer ahora?

─debemos de buscar... un lugar en el cual podamos habitar y posiblemente vivir.

─ ¿hablas de un hogar?

─supongo que sí.

Ambos se dispusieron a quedarse cerca de este rio en donde podían asentarse y posteriormente eligieron un claro donde podrían quedarse dentro de este bosque.

─este lugar parece perfecto, ¡no crees Elina!

─si parece ser un buen lugar.

─tendremos que buscar leña y posiblemente alguna fuente de comida. La comida que tengo solo durará a lo mucho 4 días, eso contando a ambos.

─yo no traigo muchas cosas conmigo sin embargo espero que sean útiles.

Los dos estaban dialogando cuando de pronto se les presento una nueva tarea.

─ ¡uhh, es la imagen visual otra vez!

─ igual a mí me ocurre.

─ ¡aliado cercano! Elegir como compañero a un aliado cercano. Al parecer podemos elegir a compañeros.

─ ¿entonces es como una clase de regla?

─creo que es más como una opción. Aunque no creo que te moleste si la aceptamos ¿verdad?

─ ¡no para nada, como crees!

─está bien aceptare esta opción.

En el momento en que eligió tomar aquella instrucción ambos destellaron por un momento una luz blanca, por pocos segundos, los dos quedaron algo sorprendidos.

─esto fue algo sorprendente.

─sorprendente sí.

Belford se sentó en el suelo a pensar un poco lo que había sucedido.

─ ¿qué pasa? ¿Te sientes cansado?

─no, no es eso, estoy pensando en lo que acaba de pasar. Pienso que todo lo que está pasando, es algo que no es nada natural, al parecer alguien nos trajo a este lugar; también obtuvimos esta extraña habilidad para ver la imagen de luz; si juntamos todo eso y también agregamos el hecho de que no estamos en los lugares en el cual estábamos, podríamos pensar en que estamos en un mundo mágico o algo parecido.

─también creí algo similar pero no estaba segura de que algo así pudiera pasar.

─me pregunto, si seguimos las instrucciones que nos están poniendo, ¿podría existir la posibilidad de volver a nuestros lugares de origen?

─ ¡podría ser así!

─supongo que no tenemos más opción ¿verdad?

Seguir las instrucciones que veían podría ser la clave para descubrir que les estaba pasando, o al menos eso pensó Belford. Unas horas habían pasado, buscaron leña para luego encender una fogata, pescaron peces en el rio, además tuvieron que formar un refugio.

─ ¡hay que prepararnos bien para pasar esta noche! ¡el fuego de la fogata mantendrá a depredadores lejos, si alguno se acerca me encargaré de protegerte.

─entiendo, pero ¿no será muy peligroso?

─ ¡no te preocupes lo haré bien!

Fin del capítulo