recuerdos imborrables

Al retirarse y llegar de nuevo a la ciudad, fueron invitados a comer por la Señora Ilumaki. Cuando llegaron donde se encontraba la señora Ilumaki además de su nieta, los invitaron a pasar a su casa.

─ ¡¡hola Bel!!

─ ¡¡hola Sivel!! ¿te encuentras bien?

─ ¡si gracias por preguntar!

─ ¿qué ocurre señora Ilumaki?

─bueno mi nieta y yo queríamos invitarlos a comer, pero mi nieta más... !jm.... jm...!

─abuela... ¡¡no lo hagas sonar raro!! ¡¡je... !! so... solo... ¡¡¡acepten si!!!

─ ¡¡AHh!! ¡me parece una buena idea! ¿ustedes que opinan amigos?

Belford respondió de una manera alegre y posteriormente escucharía la respuesta de Rilen y Endril.

─ ¡a mí también me parece una buena manera de terminar el día! ¿tú que dices Endril?

─buen si ustedes deciden ir ¡yo también!

─ ¡¡excelente... entonces...!! ¡aceptaremos su invitación señora Ilumaki! 

─ ¡Bel... déjame tomarte del brazo! ¿está bien...?

Sivel de una extraña manera tomo el brazo de Bel, quien a su vez se sentía algo encantado por la forma tan dulce de comportarse y tal vez, un poco confundido por la situación.

─ ¡oye...! ¡no tienes por qué ser tan amable!

─ ¡¡es que quiero llevarte tomada de ti Bel!!

En casa estuvieron hablando de cómo les fue durante el día y las cosas que tendrían que hacer de ahora en adelante.

Luego de pasarla bien en aquella comida se retirarían para descansar, no sin antes despedirse de la amabilidad de la señora Ilumaki.

─ ¡¡adiós!!

─ ¡¡gracias por la comida!!

─ ¡¡descansa muy bien Bel!! ¡¡nos vemos pronto!! ustedes también cuídense chicos.

─ ¡¡gracias Sivel!!

Sivel se veía muy alegre y parecía tenerle aprecio a Belford.

Esa tarde en sus respectivos hogares se prepararon para dormir, Rilen por su parte y Belford con Endril por su lado.

Cuando llego la mañana poco antes de que saliera el sol, Belford se encontraba lejos de ahí, quería regresar al lugar en donde Elina había sido sepultada.

Cuando por fin logro llegar hasta allí, luego de seguir su propio rastro que había dejado cuando se fue de ese lugar. Ahí estaba nuevamente un trágico recuerdo, le era muy difícil tratar de no llorar. Al mismo tiempo Endril despertó y se dio cuenta de que Belford no estaba, posteriormente le avisaría a Rilen sobre lo sucedido.

─ ¡¡Rilen!! ¡¡despierta!!

─Endril... eres tú, hoy es mi día de descanso, pero... ¡dime! ¿qué paso?

─es Belford... no se encontraba en mi casa cuando desperté.

─ ¡¡¡Que...!!!

Ambos se dirigieron a casa de Endril, los dos debían de entender la razón del porque Belford había desaparecido.

─mira, fue por la mañana, no se encontraba y no supe que pensar.

─dime, ¿no discutieron el día de ayer?

─no... de ninguna manera...

─mira, ahí están sus cosas, lo único que no está, es su espada.

─tal vez tuvo un motivo por el cual decidió salir.

─si... a demás dejo sus cosas aquí, lo más probable es que regrese.

─ ¿lo mejor será esperar, no crees Rilen?

─si... no debemos de entrometernos en sus asuntos personales.

Mientras tanto Belford estaba hablando a un lado de donde había sepultado a Elina, a pesar de que no había nadie más que él, no se sentía del todo solo.

─ ¡Elina...! ¡no ha pasado mucho de la última vez que pudimos hablar los dos! espero no te sientas sola aquí, tratare de venir algunas veces para acompañarte; hice algunos amigos, fueron muy amables y me ayudaron, espero no haberlos preocupado por venir a verte sin decirles. ¿sabes? Existe la magia en este mundo con eso fue lo que nos trajeron a este mundo, esas cosas de fantasía que probablemente leíste alguna vez en un libro.

¡tal vez exista una manera de regresarte a la vida! Y me dedicare a buscar la forma de hacerlo posible. ¡¡Perdón... yo!! de verdad... lo siento... no pude hacer nada, no pude cumplir la promesa que te hice, ¡por favor perdóname...! 

Le contó todo lo que había sucedido con él en los días posteriores a su fallecimiento. Cosas como la manera en que se hizo amigo de unas personas y como estos le habían brindado su ayuda.

Horas después regreso con sus amigos, quienes aún seguían angustiados por no saber de él.

─ ¡¡¡Bel...!!! ¿dónde estabas...?

─ ¡nos estabas preocupando...!

─perdón por salir sin avisar, salí porque tenía algo que hacer ¡sin embargo ya estoy de vuelta! disculpen si hice que se preocuparan.

─ ¡bien... supongo que era algo importante para ti!

─ ¡entonces no debimos de preocuparnos tanto!

─ ¡¡qué dices Endril...!!

─bueno al menos él está bien, ¿no es así?

─ ¡si...! ¡si me siento bien y perdón por preocuparlos!

─bueno, ¡¡qué tal si pasamos a dentro a comer algo, yo cocinare!!

─ ¡ah, que bien se escuchó eso! ¡Rilen cocina muy rica! ¡te encantara su comida! Bel.

─ ¿en serio? Ya quiero probar.

Así los tres tuvieron un desayuno con los ánimos altos, después de todo ya se conocían mejor.

Fin del capítulo