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Capítulo 5: El Vuelo del Dragón
La Ciudad de los Ocho Dragones despertaba a una nueva era. La victoria de Ariel y Gua sobre Zhào había traído esperanza a sus habitantes, y la leyenda de los hermanos se extendía como el viento entre las montañas.
Ariel y Gua, ahora conocidos como los Guardianes del Dragón, se enfrentaban a la tarea de reconstruir lo que había sido dañado por la ambición de Zhào. Pero su victoria había traído consigo una nueva responsabilidad: debían aprender a convivir con el poder de los dragones que residía en su interior.
“El poder de los dragones es un regalo, pero también un desafío,” les explicó Lian, mientras observaban el amanecer desde lo alto del Templo de los Ocho Dragones. “Deben usarlo sabiamente y mantener el equilibrio entre la fuerza y la compasión.”
Con la guía de Lian, Ariel y Gua comenzaron a entrenar a otros en las Artes del Demonio Celestial, compartiendo su conocimiento y preparando a la ciudad para defenderse de futuras amenazas. La seda del guerrero, que una vez había sido su secreto, ahora se convertía en el hilo que unía a la comunidad.
Mientras tanto, en las fronteras de la ciudad, un nuevo desafío se asomaba. Una serie de criaturas misteriosas, atraídas por el poder liberado durante la batalla, se acercaban, amenazando con sumir a la ciudad en el caos una vez más.
Ariel y Gua, junto con los nuevos discípulos del Templo, se prepararon para enfrentar la amenaza. Con la fuerza de los dragones fluyendo a través de ellos, se lanzaron al combate, sus movimientos un baile de poder y gracia.
El cielo se llenó con el sonido de la batalla, y por un momento, pareció que la Ciudad de los Ocho Dragones podría caer ante estas nuevas bestias. Pero los hermanos, con un vínculo inquebrantable y el legado de los dragones a su lado, lucharon con valentía.
Al final, la paz fue restaurada una vez más. Las criaturas fueron vencidas, y la ciudad se salvó gracias a la valentía y el poder de sus guardianes. Ariel y Gua habían demostrado que no solo eran maestros de las artes marciales, sino también líderes capaces de inspirar y proteger a su pueblo.
La leyenda de los Guardianes del Dragón se fortalecía, y su historia apenas comenzaba. La Ciudad de los Ocho Dragones, ahora bajo su protección, miraba hacia el futuro con esperanza y determinación, sabiendo que cualquier desafío que enfrentaran, lo harían juntos.
Fin del capítulo
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