prologo

Nuestra historia comienza en una recamara, la ventana deja entrar una luz tenue que choca con el rostro de nuestro protagonista, Edwin, abraza a alguien, su mejor amiga, Lulú, el gran cuerpo de Edwin cubre el cuerpo de Lulú y esta se despierta, conmocionada por esta muestra de afecto.

Lulú: buenos días, dormilón.

Edwin: hola, ¿qué tal estas? ¿todo bien de anoche?

Lulú: ¡claro que sí! fue estupendo

Edwin: ¿por cierto, que hora es?

Lulú: déjame ver... ¡Verga! ¡son las 7 de la mañana, llegaremos tarde!

Después de un momento incomodo, al saber que llegaran tarde y de que sus amigos sospechen sobre lo suyo, estos dos se despiden y siguen con su camino.
Mientras, en otra parte del mundo, una enfermedad neuro-viral, se esparcía lentamente...

Fin del capítulo