Neutro

Pasó una semana desde mi incidente con Draker y compañía, en la que me explicaron una historia que no podía decir aún si es verdad o mentira, aunque después de ver aquel escenario devastado seguramente tendría algo de verdad. No hubo tiempo de quedarnos mucho tiempo ni tuve la oportunidad de hacer demasiadas preguntas, preguntas que aun rondaban en mi cabeza desde entonces, ahora la razón del por qué llevaban puestas aquellas ridículas vestimentas parecía poco importante, aunque todavía me daba gran curiosidad.

Hay cosas que no entendía del todo, si soy la reencarnación de la hija de un emperador ¿Por qué mis padres me abandonaron cuando era un bebé? ¿Tiene que ver algo con mis orígenes? ¿Significa que alguien más sabe acerca de mí? ¿Quiénes son ellos? Si bien me han contado la historia acerca de una guerra universal de dos frentes aún no me han dicho quiénes son exactamente. Pensándolo bien, solamente conozco el nombre de Draker… Franc Draker… ¿Le gustará que le digan Franc o Draker? ¿Será humano? Es decir, luce como humano, pero…

– ¡HAA! –

– ¡¿Qué pasa hija?! ¿Te quemaste? – Lo olvide por completo, estoy comiendo con mi madre, pero no puedo dejar de pensar en aquellos hombres.

– No mamá, la comida está bien es solo que…–

– ¿Qué pasa Lil, dime, sigues preocupada por número dos? –

– Bueno… ¿Cómo te lo explico? Hay un chico… –

– ¡¿Qué?! ¡Lilith Minsterlow tu bien sabes las reglas!, recuerda lo que paso con el último, debes ser menor a 16 años, tienes que presentármelo, no deberá ser mayor que tú y sobre todo deberá a acceder a firmar los papeles que me otorgan permiso absoluto de torturarlo de la manera que me plazca en dado caso de que desaparezcas –

– ¡Mamá! Basta ¡Estás loca! – Aunque creo que Draker es mucho mayor que yo... qué demonios estoy pensado, ese cretino no me quiere a mí, solo está interesado en mi maldito nombre.

– Pero te amo hija, si algo te pasara… mi vida se derrumbaría en mil pedazos –

– No seas exagerada madre, nada va a suceder… además no se trata de eso –

– ¿Entonces? ¿Qué sucede? –

– Bueno… hay un chico, llamémoslo D… –

– ¿Esta guapo? –

– Si… ¡Mamá déjame terminar! –

– Ya tranquila, continúa –

– Bien, me pidió algo, me dijo que puedo ayudarlo a él y a sus amigos aun así no me creo capaz de hacerlo… aun así ellos tienen muchas esperanzas en mí y no sé si deberían confiar tanto –

– Mmm… no sé a qué te refieras exactamente Lilith y no tienes que decírmelo, pero hay algo que sé y tú no, ¿Recuerdas la primera vez que fui por ti al orfanato? –

– Si… –

– Bueno… desde el momento en que entré a la oficina las personas me preguntaron si estaba completa y absolutamente segura si quería llevarte conmigo a casa, incluso un par de personas intentaron convencerme de lo contrario… pero desde el momento en que te vi supe de inmediato de que eres una persona llena de posibilidades, y no lo digo solo porque seas mi hija si no porque sin importar las dificultades que pasemos juntas sigues adelante y de eso Lil jamás deberías dudar, de tu fuerza. –

– Mamá… te amo –

– Yo también hija – Abracé a mi madre en medio de la cocina con todas mis fuerzas, debía aprovechar cada instante que pudiera estar a su lado ya que Draker me dijo lo siguiente.

La sangre que brotó de tu ojo no fue un accidente, tu raza te está llamando, los accidentes a partir de ahora serán más frecuentes. No podemos permanecer mucho tiempo en este planeta Lilith, debes acompañarnos ya que cuando cumplas 16 años tus poderes van a despertar, podrías destruir no solo al planeta entero sino a todo el sistema solar al no saber controlarlos de manera adecuada y eso no es ni siquiera el principal de tus problemas. Necesitas mantenerte cerca de nosotros ya que cuando cumplas 16 el Imperio Kanh seguramente vendrá a tu búsqueda y me temo que nosotros no somos lo suficientemente poderosos para detenerlos, tu planeta sería destruido y tú te unirías a ellos, la única manera de hacer esto es que nos acompañes, solo así podremos mantenerte oculta.

Tenemos que salir del planeta los primeros días del mes de noviembre, debemos buscar un lugar adecuado y lejos de cualquier civilización para cuando cumpla 16 años. Aún no sé qué pasará cuando lo haga y me dio mucho miedo siquiera preguntarlo. Lo único que se con seguridad es que en 5 meses exactamente dejaré el planeta, no tengo la seguridad si volveré algún día, no sé si volveré a ver a mi madre, pero debo hacerlo o no solo ella si no cada persona en la Tierra estará en verdadero peligro.

– ¡¿Que tienes Lilith?! Tienes un poco de sangre en el rostro –

– Maldición… no es nada mamá, ¡me voy a limpiar! – De un salto me separé de ella y salí corriendo en dirección a mi habitación, cerrando la puerta antes de que me pudiera decir nada al respecto.

– Agh, ¿Qué estás haciendo Lil? – Me dije a mi misma golpeando levemente mi cabeza contra la puerta.

– Pues si me lo preguntas a mí estás haciendo el ridículo – Voltee sorprendida y ahí se encontraba Draker.

– ¿Tu qué demonios haces aquí? Lárgate – No estaba de humor para lidiar con su lengua afilada, estaba deprimida porque pronto me tendría que despedir de mi madre.

– Siempre tan energética Lilith – Draker se acercó a mí levantando mi rostro desde el mentón con sus dedos. – Tienes una pequeña mancha… – Con la otra mano deslizó sus dedos para limpiar la gota de sangre que corría desde mi ojo. Luego se alejó y tumbó sobre mi cama nuevamente.

– Gracias… ahora largo, ¿Por qué te acuestas? No puedes quedarte aquí, ¿Qué pasaría si mi mamá te descubre? –

– Te preocupas demasiado, además no puedo alejarme de ti, desde el momento que tu ojo sangró en casa de tu amiga estamos en constante alerta. Los demás están vigilando afuera y yo estoy aquí para contenerte en caso de que sufras algún episodio. –

– Me has dicho que soy uno de los seres más poderosos del universo, ¿crees que serías capaz de detenerme? – Estaba enojada, aun así, intenté que sonara de la mejor manera y con un tono de broma, la última vez que Draker se enojó terminé flotando en algún planeta extraño y eso no me gustaría experimentarlo de nuevo.

– Haha tengo un par de trucos bajo la manga, tú no te preocupes por eso, te detendré… – Parecía que esa última declaración no me la hacía a mí, sino a sí mismo, algo en verdad poderoso se encontraba en mi interior lo cual ponía a todos muy nerviosos, incluso a él que parecía siempre tan calmado. Debido a que Draker no parecía con deseos de moverse de mi cama me dirigí a mi pequeño escritorio donde se encontraba mi silla repleta de ropa la cual terminó en el piso para poder sentarme.

– Draker… tengo muchas preguntas –

– No voy a decirte porque llevo esta ropa puesta… –

– ¿Por qué no? Es decir… si me interesa saber, pero creo que necesito saber cosas más importantes –

– Pregunta, aún tenemos algunos meses humanos para irnos, aunque no seré capaz de responder a todas tus preguntas en caso de que considere que aún no estas lista. –

– Bien… creo que parece justo, lo primero que deseo saber es si… ¿Eres humano? Porque pareces uno y me preguntaba si… –

– No lo soy, me avergonzaría de pertenecer a una raza tan patética como la tuya – Hasta el día de hoy no logro entender la fascinación que tenía Draker por las razas poderosas.

–… dejaré eso pasar porque no llegaríamos a ningún lado. Entonces… ¿Qué eres? – por un momento intenté recordar todas las películas de alienígenas que hubiera visto en mi vida, solo venía a mi mente algún enorme insecto de 10 metros de altura que estuviera oculto dentro de una piel humana.

– ¿Eres un… insecto?

– ¿De dónde diablos sacas tus estúpidas ideas Lilith? ¿A caso me crees un asqueroso Acrida? – Entonces sí que existen los extraterrestres en forma de insectos… pensé.

– ¿Entonces? ¡Dime que eres! –

– Soy un Neou, mi raza es la encargada de generar la neutralidad del universo –

– ¿La neutralidad? ¿A qué te refieres? –

– Te lo pongo de esta manera Lil, dime de la historia que te conté, ¿Quién crees que son los buenos y quienes son los malos? – Me tarde un poco en contestar porque el Imperio Kanh parecía que destruían todo a su paso y era la raza a la que todos temían. Sin embargo, hay algo que no encajaba, aun así, mi respuesta fue lo que más tenía sentido.

– El Imperio Kanh son los malos… y la raza tecnológica los buenos… –

– Como lo pensé, es tu respuesta obvia cuando vez solamente un punto de vista, déjame preguntarte entonces, en esta misma habitación hace algunas noches me viste destruir a una escoria humana, un ser inservible. No lo tengo oculto en ningún lado Lilith, lo eliminé de esta existencia. ¿Crees que eso me hace un ser malvado? – Lo había olvidado completamente… es verdad que Draker había matado a número cuatro, eso lo hacía una mala persona, incluso me quiere usar para sus propios beneficios… Pero si quiere que nos vayamos antes de que la Tierra sea destruida, ¿Eso no lo hace bueno también? Solo por precaución apreté mis puños en caso de que los necesitara… estaba frente a un hombre peligroso.

– Si… eres malvado –

– Hahahaha, ¿eso es lo que crees? –

– No es nada gracioso… -

– Te lo diré de esta manera Lilith, ese chico ya estaba muerto, tu no entiendes la magnitud de tus poderes, tu no ostentas solamente una gran belleza; como te lo dije antes, tu eres un monstruo. Todas aquellas personas que son cercanas a ti o que cayeron en tu maldición están condenados por toda su vida, ese chico no estaba viviendo, día y noche pensaba en ti, una obsesión tan grande como la necesidad fisiológica, más importante que su propia existencia, en pocas palabras solo le hice un favor al eliminarlo, además tu eres la prueba fidedigna acerca de la teoría de reencarnación universal por lo que solo reinicié su ciclo, ¿Aún piensas lo mismo? –

–No lo sé Draker… no lo sé, sé que tenías tus motivos, pero… era una persona –

– Tal vez no lo entiendas en este momento, pero lo entenderás. Para mí y mi raza la neutralidad lo es todo, nosotros no estamos en contra ni a favor de ninguno de los dos, nosotros deseamos que la guerra termine y no se involucren más razas, Y a pesar de que el Imperio Kanh es el que más muerte y destrucción ha traído al universo, la raza tecnológica es la que más razas ha involucrado en esta guerra… por lo que no nos importan los medios, hace 100 siglos que iniciamos la búsqueda de tu reencarnación decidimos que intervendríamos en esta guerra y la detendríamos. –

Por un momento, deje de ver a aquel hombre aterrador capaz de transportarme a planetas a años luz de distancia y vi a solo un chico recargado en la almohada de mi habitación, tan absorto de todo, pensativo, la habitación se quedó en silencio, ni siquiera el viento se escuchaba a través de la ventana, ¿Cómo es posible que alguien como el exista? Hace un mes estaba preocupada de que alguien pensara que era un fenómeno y ahora estoy enfrente a alguien que está intentando terminar una guerra de proporciones infinitas. Me sentí un parásito a su lado.

– ¿Puedo preguntar algo más? – Tuve que ser yo la que rompiera aquel silencio.

– -Claro, ¿Qué pasa Lilith? –

– Bueno… ¿Qué edad tienes? –

–Hahahaha ¿Es importante? –

–No… pero me gustaría saber –

–En edad humana tengo 21 años, a esta edad es cuando recibí mi eternidad, aunque nosotros medimos el tiempo en siglos. Cumpliré 309, están realizando un gran evento en mi ciudad, me encantaría invitarte.

–… ¡¿Tienes 30,000 años?! – Definitivamente es más grande que yo.

–Te dije que el tiempo es relativo, a mis 21 años me fue concedida la vida eterna, el universo es eterno por lo que una gran parte del tiempo la pasamos viajando.

– Aun así… -

– Nuestras investigaciones nos dicen que cumplirás años el 24 de febrero –

–… si, aunque esa fecha me la asigno el orfanato porque no sabían cuando nací –

– ¡¿Qué diablos estas diciendo?! ¿No naciste el 24 de febrero? – Draker se levantó de la cama como un demonio, por un instante se sintió como la casa entera tembló y de pronto la ventana se abrió y entro aquel enorme hombre compañero de Draker.

–¿Qué pasa Draker? –

–¡No cumple años en la fecha que Maha investigó! ¡No sabemos cuánto tiempo nos queda! – De pronto todos empezaron a entrar por la ventana, mi respiración se empezó a agitar, y mi visión se tornó borrosa, los escuchaba discutir a mí alrededor mientras estaba sentada en aquella pequeña silla, empecé a tener imágenes dentro de mi cabeza que nunca antes había visto. –No podía hablar, me sentía adormecida y de pronto sentí una enorme gota de sangre sobre mis manos que permanecían encima de mis piernas. Levanté mi mano hacia mi rostro y había empezado de nuevo, mi ojo derecho estaba llorando sangre.

– ¡Draker! ¡No se detiene! – Mis palabras salieron de lo más profundo de mí ser, y de pronto todos me voltearon a ver, quedando la conversación en silencio por algunos segundos.

–Atención Grese, Marozia preparen la nave tenemos que salir de la galaxia lo más pronto posible, Maha empieza a observar el movimiento estelar no sabemos si ellos ya vienen, tenemos que estar preparados, Amadeus empieza a transmitir nuestra ubicación tenemos que contactar con el Gran Rey en este instante, ¡Eiriki! – De un momento a otro se había convertido de un chico tranquilo recostado en mi cama al capitán de todas estas personas, gritaba órdenes precisas e instrucciones, cada uno de ellos desapareció por la ventana a excepción de aquel hombre enorme.

– A tus ordenes Draker –

– ¿Estás listo para contener a esta mugrienta Kanh? –

– Por supuesto – La última imagen que recuerdo de ese instante es ver a aquellos dos seres parados enfrente de mí mirándose entre sí, como si estuvieran listos para una batalla, fue cuando todo se nubló blanco y perdí la conciencia.

Empecé a despertar, mi cuerpo estaba adolorido como nunca antes, mi cabeza me mataba, parecía que hubiera sido arrollada por un camión, no quería levantarme, quería permanecer inerte, sin embargo, las voces de Draker y Eiriki se escuchaban más fuerte cada vez.

– ¡Despierta Lilith! –

– Creo que fuimos demasiado lejos Draker…–

– Por supuesto que no, su cuerpo no tiene rasguños solo esta inconsciente –

– Pero ve este lugar… –

– No podíamos evitarlo, aunque si sufrió un episodio de esta magnitud, tenemos muy poco tiempo, ve a la nave yo me encargo de esto –

– Despierta Lilith… tenemos que irnos – Empecé a abrir los ojos y ahí se encontraba a mi lado Draker, con unos ojos de preocupación bastante evidentes.

– Creo que si me puedes contener después de todo… –

– Estas bien, no sabes cuánto me alegra… – Draker estaba a mi lado sosteniendo mi cabeza, solo fue hasta que me empezó a levantar un poco que me di cuenta de la situación, no me encontraba en mi habitación, estaba en el interior de un cráter, en la mitad de mi casa. Todo había desaparecido. Una corriente atravesó mi cuerpo me levanté y corrí escalando aquel hoyo enorme.

– ¡Mamá! ¡¿Dónde está mi mamá Draker?! – Mi cuerpo empezó a temblar cuando empecé a alcanzar la cima y vi el panorama, todo había desaparecido, no había más campos de césped, no más naturaleza, no más casas pintorescas. Todo se había convertido en una pintura salida de lo más profundo del inframundo, el fuego y la destrucción abarcaba todo, mis ojos no alcanzaban a ver el final de la destrucción. Me derrumbé y arrodillé ante aquella imagen.

-Mamá… – Mis lágrimas empezaron a brotar cuando Draker intervino en mis pensamientos.

– Ella se encuentra bien… Eiriki la llevó a un lugar seguro, este inconsciente, pero está bien.

– ¡Llévame con ella! –

Draker no respondió, solo me tomó en sus brazos y en un instante nos encontrábamos en un pequeño lugar rodeado de árboles, al parecer era un bosque, aunque no puedo decir que lo conocía, nunca había estado ahí. Mi mamá estaba inconsciente en una manta y recargada en uno de aquellos árboles, no pude resistirme y me abalancé hacia ella abrazándola.

– Perdóname, una y otra vez solo te he causado problemas, eres lo mejor que me ha pasado, es mi turno de defenderte, no voy a permitir que te pase nada, te amo mamá – No puedo decirles que fue la última vez que vi a mi madre, pero sí fue la última vez que pude abrazarla. Draker me ayudo a transportarla al hospital de Dayton, la deje en emergencias donde sabría que la cuidarían bien. De nueva cuenta Draker me tomo en sus brazos y en un instante nos encontrábamos frente a una enorme nave. Yo no tenía cabeza para sorprenderme, estaba muy asustada no por lo que me depararía el futuro. Tenía miedo a que las personas en el planeta resultaran heridas, tenía miedo de mi misma… Abordamos la nave y llegamos a un pequeño Lobby, todo parecía muy normal sin mencionar el enorme ventanal que dejaba ver el exterior de la nave escondida entre dos rocas dentro de un enorme bosque.

No tenía palabras y nadie de los presentes ni siquiera Draker se atrevió a mencionar nada, nada de esto estaba planeado. Yo tenía algunos meses para poder continuar mi vida normal, para poder explicar de alguna forma lo sucedido a mi mamá, pero nada pudo ser. Todos sabíamos en nuestro interior que nuestra aventura acababa de iniciar y que lo desconocido nos esperaba. La nave despegó y nos alejamos rápidamente. No lo sabía en ese momento, pero esa sería la última vez que pisaría el planeta Tierra…


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Fin del capítulo