Capítulo 8: El Velo de las Profecías

La alianza se reunió en la cámara secreta del gremio, donde las paredes estaban cubiertas de pergaminos antiguos y cristales místicos. Nahori, con su grimoire abierto, examinaba las profecías inscritas en las páginas amarillentas. Las palabras danzaban ante sus ojos, revelando fragmentos del futuro.

"Las estrellas hablan," susurró Nahori, su voz resonando en la habitación. "Dicen que un enemigo ancestral se alza desde las profundidades. Un ser de sombras y fuego, cuyo nombre ha sido olvidado incluso por los dioses."

Akira Shirou ajustó su espada en su cinturón. "¿Qué debemos hacer?"

Lyra, con su cola de zorro ondeando inquieta, se acercó a la ventana. "Las estrellas también nos ofrecen esperanza. Un artefacto perdido, la Lágrima de la Luna, puede debilitar al enemigo. Pero su ubicación está oculta en enigmas."

Wiler, con sus ojos demoníacos, sonrió siniestramente. "Los enigmas son mi especialidad. Descifraré los símbolos y rastrearé la Lágrima."

RicoPollo, siempre pragmático, señaló hacia el mapa extendido sobre la mesa. "Nuestro viaje nos llevará a las Montañas del Crepúsculo y más allá. Pero no estamos solos. Otras alianzas también buscan la Lágrima."

La alianza se miró entre sí, una mezcla de determinación y temor en sus ojos. Nahori cerró su grimoire con cuidado. "Juntos, enfrentaremos las sombras y desentrañaremos los secretos de la Lágrima de la Luna. Nuestro mundo depende de ello."

Y así, con el viento susurrando profecías a través de las hojas del bosque mágico, la alianza se preparó para su próximo desafío. El velo de las profecías se alzaba ante ellos, y solo el tiempo revelaría si serían héroes o víctimas en esta guerra ancestral.

Fin del capítulo