Capítulo 7: Enfermedad

Noah abrió las puertas que daban a la cocina, me dio un poco de vergüenza, pues no todo estaba tan pulcro cómo quisiera, había dejado los platos sucios de la noche anterior, porque me sentía muy cansada.
Vicent: Su alteza...
Noah: Parece que ya han comido algo.
Dijo pensando que los platos que estaban sucios, se debían al desayuno.
Noah: ¿Pero estos son los únicos ingredientes?
Noah empezó a revisar todo, yo solo quería sacarlo a patadas de este lugar.
Noah: ¿La misma carne y el mismo tipo de verduras? ¿Estuviste todo este mes preparando los mismos platillos? ¿Cuál es la razón? ¿cuántos platos sabes cocinar?
Sentía que mis mejillas ardían ¿Quién se creía él? respondí tratando de controlarme.
Alessia: La próxima vez que vaya al mercado, compare otros ingredientes.
Noah: Es natural que los hijos de los nobles no sepan cocinar. Podré a tu disposición a un sirviente y a una criada, asegúrate de saberlo.
Alessia: ¡No lo deseo!
Lo mire a los ojos desafiante, él me quedo mirando con cara de pocos amigos, luego se volvió a su mayordomo y hablo tranquilamente.
Noah: Vicent, hoy vamos a comer los tres juntos, así que prepara la cena.
Si las miradas pudieran matar, este hombre ya estaría muerto, lo seguí sin decir ni una sola palabra a la pequeña mesa de té, nos miramos a los ojos durante unos segundos, luego él abrió la boca.
Noah: Estoy pensando en ponerle un maestro al niño.
Alessia: ¿...No es demasiado pronto?
Noah: Es bueno por adelantado una formación básica en lenguaje y etiqueta y... En los próximos días es mejor comer los tres juntos.
Abrí los ojos de par en par ¿comer los tres juntos? ¿por qué se repente?
Noah: Ya que he resuelto muchas cosas ajetreadas, creo poder permitirme un tiempo.
Alessia: ¿No querías vivir tranquilamente sin vernos
Noah: ¿No debería ser cercano al niño? Oficialmente es mi hijo, no siempre va a llamarme tío.
En mi mente solo pasaba una cosa "comer y hablar con una persona todos los días" era algo que no quería, solo pensarlo me dejaba sin aliento ¡voy a tener náuseas!
Alessia: Si ese es el caso ¿por qué no comer solo con Fabián?
Noah: ¿...Qué?
Alessia: De todas maneras, fue un matrimonio de papel, debido a las circunstancias del otro... Cuando salga a un lugar, no realizaré grandes gastos. Por eso espero que no se preocupe por actividades diarias. No haré nada que destaque. Si es por Fabián, puedes pasar tiempo con él y construir un vínculo. Yo por mi parte educare a mi hijo para que no cause molestias... Ahora eso sería todo…
Noah: Mi relación contigo... No quiero tener nada que ver contigo ¿Es eso lo qué estás diciendo?
Alessia: En conclusión, así es.
Ambos nos miramos fijamente a los ojos, era una guerra de miradas, a la cuál no pensaba perder.
Vicent: Mi señor, la comida está lista.
Alessia: No tengo ninguna intención de comer.
Tras decir estás palabras, él se levantó enojado y se alejó.
Noah: Haz lo que quieras.
Suspiré apenas se fue, camine con la poca energía que me quedaba hasta mi habitación, me sentía muy cansada, no quería pensar en nada, para estar así ¡Quiero quedarme dormida para siempre!
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Noah.
Me sentía frustrado ¿Cómo se atreve a hablarme así? miraba a Fabián que estaba sentado frente a mi comiendo emocionado.
Fabián: ¡Delicioso! ¡nunca había probado algo tan delicioso como esto!
Noah: Incluso si no miras las habilidades de tu madre, lo sabes.
Fabián: ¿eh?
Noah: Nada, sigue comiendo.
En eso entro Vicent con una pequeña torta, corto una posición y se la sirvió a Fabián.
Fabián: Yo... a mí me gusta más como mi mamá cocina.
Noah: ¿Está bien?
Fabián: Porque cuando mi mamá cocina, se levanta y camina.
Parpadee varias veces, asimilando lo que acaba de escuchar, luego pregunte.
Noah: Entonces, ¿Quieres decir que normalmente tiene que estar acostada?
Fabián asintió, luego de tragar el bocado de pastel que tenía en la boca, hablo.
Fabián: Si, y si Fabián no dice que tiene hambre ella no come. ¡Mamá siempre tiene sueño!
Noah se quedó pensando en ello, no fue hasta la noche que estaba en su habitación, que hablo de ello con Vicent.
Vicent: Creo que tiene una enfermedad profunda.
Noah: He visto a alguien similar, era un hombre valiente, pero acabo con su vida en un campo de prisioneros. Sus ojos desesperados, todavía no los olvido.
Vicent: ¿Y si el maestro la trata con más amabilidad?
Lo mire sin dar crédito a lo que decía ¿tratarla amablemente?
Noah: ¿Yo?
Vicent: Entonces, ¿Quién más podría ser? Eres demasiado joven y los sirvientes no lo rechazan.
Pensar en ellos me daba una extraña sensación, termine suspirando, no había nada más que pudiera hacer, no podía permitir que Fabián se quedará sin madre, si definitivamente lo hacía por el niño, no por nada personal.
Noah: No comeré solo a partir de mañana.
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Al día siguiente me preparé bien temprano, fui a la mansión separada.
Alessia: ¿Esto... qué es?
Noah: ¿no lo ves? De ahora en adelante, todas las comidas, las compartiremos tú y yo.

Fin del capítulo