Capítulo 2.2: La chica problema y los desagradables rumores

Parte 2
Septiembre 5
Escarlet había recordado algo tan innecesario como esa platica, y una sonrisa amarga se dibuja en sus labios mientras mira a la ventana del coche, sus ojos carmesís emiten un brillo apagado y triste, a la vez que mira el hermoso y cálido paisaje, pero ella no deja de sentir como su felicidad se va disipando rápidamente.
«No quiero ir a la ceremonia de apertura.»
Piensa a la vez que entrecierra sus ojos. Incluso cuando es un día soleado para Escarlet es nada más que un deprimente día.
Hoy es la ceremonia de apertura del nuevo periodo escolar, y ella es obligada asistir a dicho. Incluso sabiendo que le espera al momento que ella este en la preparatoria Maxis. Escarlet quería colocar la excusa de que se encontraba enferma con el único fin de no asistir a la ceremonia de apertura. No obstante, es imposible para ella decir algo como eso, debido a que sus padres llamarían al médico de cabecera que tiene su familia, el cual haría un chequeo rápido y eficiente, así descubriendo la mentira que ella quería decir.
Su cabello corto se mueve ligeramente de un lado a otro mientras apoya su mejilla en su mano.
Escarlet observa como los hijos pertenecientes a las diferentes familias de mayor a menor rango llegan rápidamente a la entrada principal de la preparatoria Maxis, y como dichos bajan de sus autos vistiendo orgullosos sus uniforme escolares. En cambio, Escarlet viste su uniforme escolar de manera un tanto descuidada, que intenta comunicar que le importa tan poco presentarse así.
El coche para al frente de la entrada principal de la preparatoria Maxis, y ella coloca su mano en la manija del coche para salir, pero antes de salir al exterior ella mira a su chofer con una cálida sonrisa.
—Gracias por traerme.
La suave voz llena de dulzura de Escarlet hace que el chofer sonría.
—Espero que tenga un buen día señorita, nos vemos en unas cuantas horas—el chofer dice mientras mueve su mano para despedir a su joven señorita.
Al salir del coche, todos los estudiantes presentes en la entrada principal fijan sus mirada en Escarlet como si fueran una bandada de buitre en busca de un cadáver que carroñar. Al ver eso su chofer mueve su mano hacia el panel digital para presionar un icono, y la ventana de la puerta del coche comienza a bajar completamente.
—Señorita si no quiere asistir a la ceremonia de apertura, estoy seguro que sus padres lo entenderán, no se fuerce a hacer esto si no quiere—menciona el chofer preocupado.
Al escuchar las palabras de su chofer hace que ella recuerde algo. Escarlet toma un poco de aire y se acerca a la ventana del coche.
—No me estoy forzando a nada, y ya he hecho que mis padres tengan suficientes problemas. Al menos esto es lo mínimo que puedo hacer hoy—Escarlet menciona a su chofer, pero al escuchar las palabras de su joven señorita no deja de sentirse preocupado.
—Está bien, señorita—responde su chofer mientras su expresión se encuentra afligida—, pero si quiere irse por alguna razón puede llamarme, y vendré lo más pronto posible.
—Gracias, y lo tendré en cuenta.
«Al menos me alivia saber que se encuentran preocupados por mi»
Coloca en sus pensamientos, y dibuja en su rostro una sonrisa. Los ojos carmesís de Escarlet emana un brillo cálido que demuestra que se encuentra feliz. El chofer al ver la expresión de su joven señorita, el entrecierra sus ojos mientras intenta quitar todas sus preocupaciones, y enciende el motor del coche para retirarse. El coche empieza a moverse, y al ver que el coche está lo suficientemente lejos, ella deja de sonreír y coloca una expresión seria en su rostro, a la vez que un centenar de murmullos provenientes de los estudiantes inundan todo el lugar.
—¡¿Por qué tenía que venir hoy la zorra de Escarlet?!—una chica dice mientras muestra una expresión de desagrado.
—Esa chica es repugnante, acostarse con todo su salón de clase, y venir hoy a mostrar su rostro ¿¡Acaso no tiene vergüenza!?—menciona un chico mientras mira a Escarlet.
—Espero no estar en el mismo salón de clase que esa perra—menciona una chica con una expresión de rechazo.
—Tranquila, si eso sucede puedes solicitar un cambio de salón—otra chica dice esto como sugerencia.
Escarlet ignora todo esto y comienza a caminar en dirección al auditorio, pero mira a un extraño chico contemplar la entrada principal con mucha fascinación. Él se encuentra tan sumido en sus pensamientos que no nota que está pasando a su alrededor, y se escucha como algunos estudiantes de queja de él. Ella se ríe un poco al sentir que no es la única a quien están criticando, a la vez no deja de sentirse tan sola al ser el foco de tantos insultos, y hace que desee que nada de lo que ocurrió hace 1 año hubiera sucedido.
—¿! Que pasa con ese idiota de allí¡? ¡Ha estado parado por varios minutos en la entrada principal! —un fastidiado y furioso estudiante dice.
—¡¿Qué mierda le sucede a ese imbécil?!—replica una chica mientras mira a ese extraño chico.
Se escuchan muchos murmullos maldiciendo a este chico, pero son pocos quienes se queja de esto. La mayoría se centra en criticar a Escarlet como si su sola existencia fuera un gran foco de odio. Ella simplemente intenta ignorar todo, a la vez que le resulta abrumador escuchar cada comentario que es lanzado en su contra sin una pizca de compasión.
—Espero que esa zorra no esté aquí para acostarse con algún chico—un chico menciona mientras frunce el ceño.
—No pidas que esa perra en celo haga eso, seguramente lo hará, y será aquí o en el auditorio, a ella no le importa el lugar y la hora para cogerse a alguien—responde alguien al comentario de este chico.
—¿En serio? —alguien más se une a esta desagradable conversación—, he escuchado que ella se acostó con un maestro para tener la máxima puntuación en un examen.
Cuando ella esta apunto de llegar al sendero que está en el lado derecho del edificio, es interceptada por un grupo de 6 chicos que comienza a rodearla. Uno de los chicos de este grupo mira el cuerpo de Escarlet de arriba abajo, a la vez que revela sus intenciones con su manera de actuar.
—Eres tal como dicen los rumores—dice uno de los chicos del grupo que la está rodeando.
Las desagradable sonrisas de estos 6 chicos hace que Escarlet sienta asco. Uno de los chicos quiere tocar su pecho, ella se aleja de él. Otro intenta agarrar su falda para levantarla. La expresión que luce ella mezcla su repudio y la repugnancia que siente por estos chicos. Uno de este grupo manosea su trasero. Ella responde con una cachetada, y el chico toca su adolorida mejilla mientras comienza sentirse furioso.
—¡Maldita zorra! —grita mientras intenta golpear a Escarlet.
—Para, no ves que ella solo se está haciendo la difícil—uno de los chicos dice, y mira Escarlet.
—Eso me gusta de la gran zorra de la preparatoria Maxis, primero se pone altanera, pero al final de todo siempre te excita que te hagan eso ¿No? — aparecen estas repugnantes palabras de uno de los chicos de ese grupo.
Al escuchar esas desagradables palabras Escarlet frunce su ceño furiosa, e intenta salir del grupo de imbéciles que la está rodeando, uno de los chicos de este grupo agarra el brazo de ella para jalarlo haciendo que caiga sentada al piso.
—¡Déjenme ir imbéciles! —grita Escarlet mientras mira con odio a estos chicos.
—Ya deja de actuar de una vez, se perfectamente que quieres pasar el rato con nosotros.
Las palabras que dice este chico hace que quiera vomitar, y también hace que su ira creciera cada vez más.
—Que te hace pensar de esa manera idiota, me dan tanto asco que desearía morir antes que seguir soporta todo esto—responde Escarlet hostilmente a ese chico.
Escarlet está haciendo un gran alboroto y todos los estudiantes de la entrada principal ignoran lo que está ocurriendo. Ella espera que alguien venga a ayudarla, al no poder librarse de este grupo de imbéciles, pero al mirar todo su alrededor observa que todos hacen que nada está pasando. Esto hace que ella se sienta desolada y que sus ganas de llorar se hicieran presentes, ella comienza a ignorar todo lo que siente.
—Otra vez esa perra está incitando a los chicos a acostarse con ella—los murmullos de unas chicas aparecen.
—Ella nunca cambiara, ahora que lo pienso he escuchado que ella ha tenido que dar en adopción a varios hijos que ha tenido en secreto—la voz de un chico menciona despreocupadamente.
«Yo nunca he hecho algo así, nada de lo que dicen es verdad»
Piensa al escuchar los murmullos mientras sus emociones son un completo caos, además que desea que este día terminara y que todos cerraran su boca de una vez. Escarlet no puede desmoronarse ante este grupo de imbéciles, y tiene que ser fuerte a pesar de sentir miedo, a la vez que le resulta doloroso oír el centenar de voces. Ella deja a un lado todos sus pensamiento, al igual que sus dudas y se centra en salir de este lugar.
—jajaja—ella se ríe—, vienen a mí un grupo de vírgenes engreídos que se creen la gran cosa, supongo que no son populares con las mujeres con esas actitudes, y vienen a mi rogando patéticamente perder su virginidad ¡Vaya manera de pedir la cosas! ¡No son ustedes quienes deberían rogar en vez tomar esa actitud!
Las palabras que dice hieren el frágil ego que tiene este grupo de chicos. Al ver que bajan su guarida, ella sale corriendo en dirección al sendero de la derecha que lleva al auditorio.
—Ves, ella es toda una zorra, esos chicos le pidieron perder su virginidad y ella accedió a hacerlo, pero ahora no quiere hacerlo—las afiladas palabras de un chico llegan a los oídos de Escarlet.
Todos los murmullos dicen casi lo mismo de ella mientras Escarlet se va alejando de la entrada principal, ahora se encuentra en el sendero de piedra que luce natural y está en completo silencio. Las lagrima de ella comienzan a brotar de sus ojos carmesís, a la vez que sus labios se curvan y escucha sus sollozos.
«¿Por qué esto me está pasando?»
Piensa mientras limpia sus lágrimas con la manga del saco de su uniforme escolar. Ella sigue corriendo hasta que sus piernas ya no pudieron aguantar más. Escarlet para al sentirse cansada y coloca sus manos en su rostro a la vez que intenta calmarse.
—¿Oye? ¡Tú, maldita cerda, como te atreves hacernos quedar en ridículo!
Los gritos furiosos del grupo de imbéciles aparecen. Escarlet mira atrás y observa que los 6 chicos vienen corriendo mientras lucen expresiones llenas de odio. Al ver eso ella comienza a correr nuevamente, y aprieta sus dientes para aguantar todo esto, sus lágrimas se mezclan con sudor. Ella comienza a jadear y llora al mismo tiempo que hace que se le dificulte respirar.
Al poco tiempo ella observa un gran edificio que está muy bien decorado, encima de la entrada principal se encuentra letras metálicas que forman la palabra “Auditorio” pintadas de azul marino, los pilares de la entrada están separados, y las puertas de vidrio son sostenidas por sus marco metálicos que son de un blanco puro. Y a los alrededores del auditorio se encuentran muchos estudiantes.
—Mira a esa chica de allí ¿No crees que es linda? —menciona un chico que tiene su mirada fija en Escarlet.
—Si que tienes muy mal ojo para las mujeres—dice el amigo de ese chico.
—¿Por qué? —él pregunta a su amigo.
—Esa chica de allí se acostó con todo su salón de clase, y se acostaría con cualquiera para satisfacerse—su amigo responde, y frunce su ceño.
—No puede ser que la zorra de Escarlet este aquí—las palabras de una chica aparecen.
Nuevamente ocurre lo mismo que en la entrada principal. Escarlet siente que llega a su límite de estar soportando todo esto y de contener todas sus emociones. Ella comienza a mover sus labios impulsadas por sus erráticas emociones que ya no puede controlar.
—¡Pueden callarse de una vez! —Grita furiosa.
Al escuchar el grito de Escarlet todo lo estudiantes de los alrededores se quedan callado por algunos segundos, antes de comenzar nuevamente a hablar. Ella frunce su ceño y toca su rostro mientras se da cuenta que ha hecho algo innecesario, además de sentir como todo su cuerpo es invadido por la incómoda sensación de hormigueo que está acompañada de nauseas. Ella corre hacia la puerta del auditorio, al abrir la puerta encuentra que toda la recepción está repleta de estudiantes, y siente como las miradas de dichos comienzan a juzgarla en silencio.
Escarlet corre por los largos pasillos, hasta que se encuentra completamente sola. Ella se sienta en el piso y apoya su espalda en la pared mientras se acurruca entre sus piernas, a la vez que se hace varias preguntas.
«¿Por qué nadie cree en mí? ¿Por qué tengo sufrir todo esto? ¿Por qué me juzgan?»
Con cada pregunta que aparece en su cabeza siente que se ahoga, y es incapaz de respirar libremente. Al pasar de los minutos ella comienza a relajarse, Escarlet levanta su cabeza a la vez que respira pesadamente.
«! ¡Quiero volver a tener una vida tranquila! Pero no vale pena pensar en eso, solo tengo que seguir adelante»
Piensa mientras no deja de sentir que todo esto es muy injusto. Ella se levanta del piso y comienza caminar de regreso hacia la recepción. Mira como los estudiantes toman el pasillo de la derecha, Escarlet comienza a seguirlos hasta que llega a una puerta de mármol, al abrirla ve a los maestros arreglando el podio junto algunos estudiantes, además de observar que la mayoría de asientos están ocupados. Escarlet se dirige a tomar asiento y saca su celular para mirar la hora, la hora que marca el reloj digital es las 7:00 Am.

Fin del capítulo