Mientras camina por la calle, Yu ve una figura desnuda con un abrigo de piel. Atado a ser arrestado por la policía, Yu agarra al extraño hombre desnudo y comienza a correr. Poco sabe él que acaba de poner sus manos sobre la pertenencia de la yakuza. Esa realidad lo alcanza rápidamente, literalmente, y antes de que se dé cuenta, Yu está en medio del territorio yakuza. El impetuoso Makoto hace alarde de su poder como de costumbre, mientras que Ai, su medio hermano y primer hombre, tranquilo y sereno, se encarga de las secuelas. Poco a poco, las complicaciones y relaciones entre la yakuza salen a la luz… Yu pisó una mina terrestre, pero ¿hasta dónde llegará la explosión?