Kiyomizu, pensando que iba a una fiesta a beber con sus colegas, es engañado por Karasuma en una reunión con chicas jóvenes y enérgicas. Percibiendo que va a ser devorado por ellas, idea un plan y desesperadamente les dice que es gay, y a continuación le da un beso a Karasuma para probar que no estaba bromeando. Después de salir de la tienda, las chicas están decididas y para convencerlas, ¡va a un hotel del amor! El alcohol sumado a estar en un hotel del amor hacen que Karasuma diga ¡Vamos a intentar hacerlo! ¡Sólo la punta!. Su curiosidad era demasiado fuerte. Estaba dispuesto a estar abajo y Kiyomizu acepta a regañadientes. Al principio, Karasuma se queja de que no se siente bien, pero lentamente se vuelve placentero y deja salir los gemidos más lindos, ¡atrayendo a Kiyomizu...!