Aunque era una mujer inocente que no sabía nada del mundo, Rowena calló en una trampa amorosa y se convirtió en la amante del Duque Killian. Se dedicó en cuerpo y alma a él durante tres años, pero la expulsaron debido a repetidas conspiraciones y malentendidos. Un día dio a luz a su hijo en secreto y vivió escondida como una pecadora. Después de cinco años, él regresó como si nada hubiera pasado. “Mucho tiempo sin verla, señorita Philone” “¿… No recuerdas que me arrojaste dinero y me echaste?” “Te eché, así que tengo que recogerte” Killian sonrió, respondiendo suavemente. Sus fríos ojos se dirigieron hacia la puerta donde se escondía el niño. “No esperaba que te hubieras dado tanta prisa, pero mientras tanto, debe haber sido dulce “… … .” Elija señorita Philone El hombre que levantó mis mejillas con una mirada como apreciando el objeto al que se refería. ¿Volverás a ser mi amante otra vez o morirás con tu hijo en la calle?