Fue en 1946 que la Tierra se enteró de la existencia de otros mundos. Como se esperaba, muchos países trataron de enviar personas al otro mundo de inmediato, con la esperanza de obtener recursos vitales o tesoros místicos. Ninguno de ellos regresó. Y para ser justos, Souya nunca esperó ser uno de esos exploradores. Pero aquí estaba, aceptando una oferta de una empresa turbia para obtener suficiente dinero para salvar a su hermana pequeña. Lanzado a otro mundo, pronto descubre que su viaje será difícil: no solo han desaparecido sus compañeros de equipo, sino que la mayoría de su suministro de alimentos y armas fue destruido en la transferencia. El único camino que queda por recorrer es hacia adelante. Con solo un compañero de IA para guiarlo, Souya se aventura, esperando encontrar algo que valga la pena y que justifique el envío de una partida de rescate para salvarlo, si es que tal rescate llega.