Un mendigo humilde, un príncipe noble, un monstruo visto como el enemigo del mundo entero. Si posee las tres identidades al mismo tiempo, ¿qué identidad elegiría para ayudarlo a obtener un mejor final? Thales no tenía la respuesta. Solo sabía que había llegado a un mundo diferente y magnífico, y tenía que enfrentar un futuro que era tan difícil de manejar como una pesadilla. El glorioso Imperio ya había sido destruido durante mil años, la familia real moribunda sufrió muchos problemas, la legendaria batalla sagrada tuvo muchas conspiraciones, el mundo dividido estaba en caos. Pero Thales no tenía nada. Lo único que le quedaba era una determinación inquebrantable de preservar su propia identidad, la valentía que le permitiría sobrevivir en una situación peligrosa, y la creencia de que nunca se sometería a principios que no creía. “Un rey no gana respeto en virtud de su línea de sangre. La gloria de la línea de sangre descansa sobre las obras del Rey. La oscuridad bautizará la luz. El fuego creará verdadero acero. La historia del príncipe prohibido comienza aquí.