El forense y virgen Han Yeonu sospecha que su cadáver es víctima de un asesinato en serie de homosexuales. Intenta informar a Cha Dohyeon, el fiscal del distrito encargado del caso, pero en el proceso casi se convierte él mismo en víctima. Dohyeon ofrece a Yeonu quedarse con él, ya que el asesino anda suelto. Mientras están juntos, los dos empiezan a desatar la lujuria que habían reprimido desde su primer encuentro, ya que Dohyeon toma la iniciativa y Yeonu encuentra consuelo en sus brazos.