A instancias de su padre, Qin Wenyu fue a Japón, donde entró en contacto con una extraña maldición que lo hizo entrar en un sueño. Pronto, se dio cuenta de que él también había sido maldecido. Se había materializado una máscara de Noh, Shinjya, y también había obtenido Nine-Eyed Magatama. Qin Wenyu pronto se dio cuenta de que las maldiciones se dividían en cinco categorías de colores: gris, blanco, negro, azul y rojo. Todas las personas malditas tendrían su propia máscara Noh. Antes del comienzo de la siguiente maldición, el chamán que organizaba la fiesta se pondría en contacto con estos hombres y mujeres malditos y les pediría que participaran. Por último, solo hay una forma de acabar con la maldición: recoger los nueve Magatama de nueve ojos...