Algunas personas comienzan sus historias de posesión en un viaje épico de descubrimiento y crecimiento, pero no Trixie Giuseppe, que acaba de despertar. Ni siquiera lleva cinco minutos en su novela, pero ya está casada con el mayor asqueroso de todos los tiempos y sus padres la repudiaron. Deseando liberarse de los grilletes colocados por su horrible esposo, Trixie acepta un trabajo como sirvienta en una finca remota. Pero descubre demasiado tarde que el joven maestro al que tiene que servir es el tonto príncipe del imperio, Leone Atarta. El autor de la novela debe haber escrito mal la palabra salvaje, ya que Leone resulta ser mucho más una bestia que una simple belleza. Y así comienza la historia de Trixie de tratar de domar a su nuevo perro y convertirlo en el brillante príncipe heredero que debe ser.