La única característica común que a través de estas historias es un protagonista adulta procedente de algún modo cara a cara con su pasado la infancia, en un testimonio de la pérdida de la juventud, la desilusión de envejecer, y la nostalgia de tiempos mejores. En el panteón Adachi, esta es una rara vista diametral de su eterno tema de la juventud, en este caso los jóvenes, como se ve a través de la lente del pasado. Es una declaración de gran alcance de Adachi que podría incluso ser un reconocimiento de su edad de manera constante-rastrero. Lo que es impresionante acerca de estas historias no son las parcelas o caracteres propios, pero la forma absolutamente perfecto él les dice, otra faceta de la experiencia que viene con la edad. La mayor parte de las historias pueden requerir múltiples lecturas para apreciar plenamente la estanqueidad de los motivos argumentales y visuales.