Volumen 3: Capitulo 34

En el bosque se encontraba Fede corriendo hacia una dirección sin saber a dónde lo podría llevar, después  decide dejar de correr para poder tomar aire y así poder continuar corriendo y llegar al campamento para vengarse por lo que Fer le había hecho.

Mientras estaba quieto en medio del bosque se da cuenta que algunas partes de cuero que llevaba puesto se encontraban repletas de sangre y esto podría atraer a algunos depredadores que se encontraran cerca de esa aérea, pero gracias a su sudor por haber corrido no había manera de que los depredadores que olían la sangre lo encontraran.

Después se sienta y se apoya en el árbol  y dice…

—Juro Fer que te voy a hacer pagar caro por lo que me has hecho —Decía Fede en un tono furioso mientras se miraba y apretaba sus manos.

—Es mejor que siga corriendo así puedo alcanzarlo antes de que le ponga una mano encima a Artura o Karma.

¨¨Maldició*, Si solo supiera cuanto estuve inconsciente y divagando en mi mente podría especular si el ya llego al campamento o no.

Después de estar hablándose el solo y de estar pensando decidió levantarse y seguir corriendo en la dirección a la que se dirigía antes de parar.

XXX

En un lago cerca del campamento de los soldados.

Artura y Mara se encontraban tomando un baño para poder relajarse y limpiar sus cuerpos sudorosos y sucios que tenían debido a estar mucho tiempo recolectando materiales en medio del bosque para la construcción del fuerte.

Mientras Karma y otras mujeres estaban disfrutando de las hermosas termas en las que se encontraban, Artura estaba totalmente perdida pensado e imaginándose a ella junto a Fede disfrutando un lindo paseo por el campo.

De repente Artura es interrumpida de sus pensamiento por Karma que le dice…

—Podría ser que Artura la chica tímida y adorable está pensando en Fede mientras hacen cosas raras —Dijo ella en un tono pícaro.

—No… No… yo jamás pensaría en ese tipo de cosas —Decía asustada, nerviosa y sonrojada Artura.

—Es broma, solo te estoy molestando, ya sé que tu jamás serias capas de pensar en ese tipo de cosas —había dicho Karma mientras se reía.

De repente Artura al escuchar esto se sonroja cada vez más.

—Vaya, vaya, me parece que en realidad acerté a lo que estaba pensando la tierna Artura.

—Ya para. Déjame de molestarme —decía Artura mientras hacia un adorable puchero.

—No hay ningún problema en que pienses en ese tipo de  cosas, después de todo ya tienes veinte años al igual que Fede, además ya tendrías que confesártele a él.

—Espera, como sabía que era Fede —Dice sorprendida Artura.

—Es muy obvio como él y tú se miran siempre, es como si quisieran abrazarse cada vez que se ven, además se conocen desde que eran pequeños a pesar de que tú eres una noble y el un plebeyo.

Nota: Decidí cambiar y hacer que Artura sea noble debido a su padre que lo es ya que antes había puesto que su padre era un mercader.

—Está decidido, Cuando el vuelva de la recolección de materiales planeo confesármele — decía esto mientras estaba levantada y se dejaba ver los pequeños atributos que tenía.

Cuando se dio cuenta de que se había levantada y todas las mujeres que se encontraban bañándose en las mismas termas la vieron, ella rápidamente se metió bajo el agua por lo avergonzada que estaba por haber gritado eso y por haber mostrados sus pequeños atributos.

—Artura, no te parece raro que ambos se estén tardando en volver, después de todo salieron hace seis horas —Decía Karma con cara preocupada.

 

 

De repente a lo lejos todas las chicas que se encontraban en las termas escucharon unos gritos de personas en el campamento. Las soldadas y aventureras al escuchar los gritos salieron rápido de las termas y se enlistaron con sus respectivas armaduras y armas.

Cuando Artura y Karma salieron de las termas se dirigieron hacia el lugar del que se escuchaban los gritos. En el lugar de los ruidos había mucha gente rodeando un área en específico.

— ¿Que está sucediendo? —Dice en voz baja Artura preocupada.

—No te preocupes, déjame ir a mí a ver lo que está sucediendo —Dijo Karma.

Cuando Karma llega al lugar de la muchedumbre ve el cuerpo de uno de sus amigos, Fer, cuyo cuerpo  tenía la marca de unas grandes jarras en la espalda, además también el cuerpo se encontraba totalmente destrozado y lleno de sangre como si alguien lo hubiera pisado o lanzado hacia algo tan duro que lo hizo reventarse a tal punto que toda la sangre haya salido de su cuerpo. Karma se había dado cuenta de que esta persona era Fer a pesar de que el cuerpo se encontraba totalmente desfigurado. De repente al ver esto ella se tiro al piso y con lágrimas empezó a vomitar apuntando al piso al ver tal atrocidad que había sufrido uno de sus amigos. A pesar de que karma era molesto ella lo consideraba un amigo.

 

Desde lo lejos Artura ve a su amiga tirada en el piso llorando y vomitando, en ese momento ella pensó lo peor que podría a ver pasado, es decir la muerte de alguien cercano a ellas dos.

Artura decide ir y cuando llega se encuentra con el cuerpo irreconocible de Fer, al ver esto ella va haciendo pasos hacia atrás mientras gira la cabeza en señal de  estar diciendo no y de no creerse lo que está sucediendo. Lo que ella pensó después de ver esto fue en la posible muerte de Fede, pero seguía sin creérselo, es por eso que decide acercarse a las dos personas que parecían a ver traído el cuerpo del bosque y les pregunta…

—Señor, ¿cómo murió esta persona?— había dicho ella con los ojos llorosos.

—No lo sabemos señorita. Encontramos el cuerpo en ese estado mientras hacíamos la misión de exploración —Decían dos aventureros que parecían tener unos 37 años.

—Por cierto, ¿junto al cuerpo que trajeron había alguien más? —Había preguntado mientras seguía llorando.

Al escuchar esto, ambos aventureros se miraron entre si y dijeron…

—Acaso había alguien más con ese aventurero —Dijeron ambos aventureros mayores sorprendidos.

—sí, ellos son mis amigo, el cuerpo que trajeron es de un aventurero que se llama Fer y al que no encontraron se llama Fede.

—Si ese es el caso hablaremos con el comandante y veremos que hacemos, pero no te emociones por más que no hayamos encontrado el otro cuerpo, después de todo puede que este igual que el que trajimos —Dijo uno de los aventureros.

XXX

En la tienda de campaña más grande que se encontraba en medio del campamento estaba el general viendo un mapa muy poco diseñado y que poco mostraba de los alrededores en los que se encontraban ya que había sido hecho gracias a los observadores que utilizaban a sus bestias invocadas para volar sobre el lugar y era muy difícil dibujar y que quedara hecho a medida como los otros mapas diseñados por expertos, pero de igual manera servía para guiarse un poco por la zona.

¨¨Solo quedan tres o cuatros días para que llegue la oleada y todavía no sabemos muy bien con qué tipo de monstruos vamos a enfrentarnos.

De repente el secretario de Fallen interrumpe sus pensamientos mientras miraba de manera muy seria el mapa.

—Que sucede —dice Fallen.

—Acaba de morir alguien por algún tipo de monstruo gigante que se encuentra en los alrededores del campamento —Había dicho el secretario.

¨¨Maldició* que está sucediendo.

El comandante decide ir a verificar el cuerpo para ver qué tipo de monstruo pudo haber hecho este asesinato. Cuando llega al lugar en el que los aventureros habían dejado el cuerpo, Fallen decide fijarse en la gran jarra que tenía en la espalada el cuerpo de Fer. Cuando la observa detenidamente llega a la conclusión…

—Mierda. Hay un lobo demoniaco cerca del aérea.

—Avisa a todos que se preparen por si hay algún ataque de bestias. También aumenten la seguridad del campamento —Había dicho Fallen con una cara de preocupado por lo que había visto.

El secretario le pregunta a Fallen mientras se encontraban rodeado de soldados que miraban el cuerpo.

—Mi lord, ¿qué rango tiene esta bestia? —Pregunto Antoni.

—Esta bestia esta entre el rango A y B y suele cazar en manada, es por eso que tenemos que tener cuidado porque pueden que hayan muchos Lobos demoniacos.

—Tú el de allá, ven para acá —Dijo el comandante.

— Que es lo que desea mi lord —Dijo el soldado que Fallen había llamado.

—Vuelve a la capital junto con otros dos soldados y pide que el clero mande refuerzo, puede que dentro de estos días nos encontremos en serios problemas —Dijo el comandante.

—Como usted diga mi lord —Dijo el soldado.

-CONTINUARA-

Fin del capítulo