Descargar
https://es.novelcool.com/novel/original/id-238030.html
https://es.novelcool.com/chapter/La-visita/10516202/
https://es.novelcool.com/chapter/Los-Cuatro-Puntos-Cardinales/10533566/

Saori Fukada

– ¡¿Qué haces aquí?! –

– ¡No grites! –

De pronto un guardia se acercó a donde se encontraba Ryo quien se había levantado de la silla por la sorpresa de ver a la chica. –

– Lo siento… –

Ryo volvió a sentarse en la silla y por un par de minutos solamente se observaron, nadie tenía el valor de tomar el teléfono hasta que finalmente fue ella quien tomó el aparato seguida por Ryo.

– Hola… –

– Hola… ¿Qué haces aquí? No deberías estar en este lugar… –

– Él no sabe que estoy aquí… –

Como un torbellino las memorias de Ryo volvieron y sintió lo mismo que aquella noche al momento de cruzar la ventana, ver a la chica frente al amarrada a la cama y aquellos niños llorando. Frente a él se encontraba la misma chica, utilizando una blusa de manga larga, pero lo sabía, en la muñeca de su brazo se podía notar una tenue marca roja.

– No deberías estar aquí… Intenté protegerte… pero no pude. ¡Lo siento! –

– ¡No! ¡Yo lo siento! –

La chica se inclinó para hacer una reverencia profunda a Ryo.

– Estás en esta situación por mi culpa… –

– Esto no es tu culpa… es de aquel hombre, ¿Sigues viviendo con él? –

– No… ganó las elecciones, no quiere que vivamos juntos por un tiempo, me estoy quedando en un departamento. –

– Deberías huir de él… –

– El departamento está vigilado todo el tiempo, además. No puedo dejar a mis hermanos… ellos siguen con él. –

–…–

– ¿Por qué has venido aquí? –

Ryo no sabía que más hacer por la chica, realmente quería ayudarla con todas sus fuerzas, pero se encontraba en una situación imposible. Al verla con las muñecas marcadas, el rostro desgastado de haber llorado tantas noches, el cuerpo delgado se dio cuenta de que necesitaba ayuda… pero ¿Por qué ir con el que no podía ayudarla?

– Porque soy egoísta… –

– ¿A qué te refieres? –

– No puedo huir de él… no puedo enfrentarlo y tampoco le puedo decir a nadie porque no sé qué les pasaría a mis hermanos… la única persona con la que puedo platicar eres tú. –

– Pero… ¡Debe haber alguien que te pueda ayudar! –

– No quiero la ayuda de nadie… sé que estoy perdida para siempre. A veces solo desearía desaparecer de este mundo… solo pensar en mis hermanos detiene esos pensamientos. –

El rostro de ella se apagó totalmente, mordiendo su labio inferior para evitar las lágrimas que querían salir.

– ¿Por qué les hace eso? Se supone que es un padre…–

– Por qué luzco igual a mi madre… –

– ¿Qué clase de razón es esa? –

– Ellos nunca tuvieron una buena relación… mi padre siempre fue muy violento con mi madre. Cuando ella estaba embarazada de los gemelos el descubrió que ella tenía una infidelidad… –

– ¿En dónde está ella ahora? –

– Falleció dando luz a mis hermanos… después de eso todo su odio se volcó hacia mí. Afortunadamente nunca ha golpeado a los pequeños. Aunque… –

– ¿Aunque? –

– No… no es nada, solo un pensamiento en mi cabeza. –

– Dímelo. –

– El… no sería capaz de haberla matado ¿Verdad?... el me golpea… pero siempre se detiene a tiempo así que él no lo hizo ¿Verdad? –

Ryo no sabía que decir, simplemente estaba pasmado con el hecho de que ella estuviera aquí, con el hecho de que aquel hombre se convirtiera en alcalde y pensar ahora en que había asesinado a su propia esposa simplemente le hervía la sangre de odio. Era un sentimiento que pensó jamás podría tener siendo una persona que ve lo mejor en los demás un día sí y el otro también. Empezaba a pensar que personas como Asahi Fukada no deberían de existir en el mundo.

– Yo… no lo sé. –

– No quiero pensar en eso más… –

– ¿Te puedo preguntar algo? –

– Dime… –

– ¿Crees que ahora que es alcalde mi vida vaya a ser peor en este lugar? –

– Hum… honestamente no lo creo. –

– ¿Estás segura? –

– A él no le interesabas… lo único que desea es que yo vea lo que sucede a las personas que intenten ayudarme. –

– Así que es más como un castigo para ti. ¿Verdad? –

– Eso creo… –

– Eso es demasiado retorcido. –

– Igual intentaré buscar la manera de sacarte de aquí. –

– ¡No! No lo hagas… –

– Pero… ¡Es injusto! –

– Lo es, pero… no puedes hacer eso, si llegas a hacer algo para molestarlo no sabes lo que podría llegar a pasar, por favor… –

– Pero… –

– Debes prometerlo, no intentes ayudarme, no quiero que por mi culpa tú y tus hermanos estén en peligro nuevamente… –

– … –

– Promételo… –

– Lo prometo… –

Ambos chicos se quedaron callados un momento sosteniendo el teléfono en su oreja.

– Sabes… cuando salieron las noticias me di cuenta que teníamos casi la misma edad. –

La chica intentó cambiar el ritmo de la plática con un tono más alegre.

– ¿Tienes 15 años también? –

– Si, los acabo de cumplir, entré a la preparatoria. –

– Felicidades, yo casi cumplo 16. –

– ¡oh! ¿Qué día es? –

– El 14 de mayo –

– Falta muy poco. ¡te traeré un pastel! –

– No es necesario… –

– Es lo menos que puedo hacer. –

– Pero estarás en problemas si el descubre que estás viniendo conmigo. –

– No te preocupes por eso… no hay forma en que pueda descubrirme, ya me encargué –

– ¿A qué te refieres? –

– Es un secreto. –

– mmm… no puedo terminar de creerlo. –

– ¿Qué cosa? –

– Que una chica tan buena como tu sea hija de ese monstruo. –

De pronto las mejillas de ellas se pusieron rojas al ver los ojos penetrantes de Ryo mientras que una pequeña sonrisa aparecía en su rostro.

– No me considero hija de ese sujeto, quiero creer que soy hija de mi madre y nada más. –

– Tienen 5 minutos, solamente 5 minutos más –

El guardia gritó para que todos los reclusos que se encontraban en la sala se empezaran a despedir de sus visitas, para Ryo el tiempo había pasado demasiado rápido, no se dio cuenta pues su atención se encontraba completamente en ella.

– Volveré cada 15 días. Es lo que puedo hacer de momento… –

– Gracias… um… –

– Saori, me puedes decir Saori –

Saori le dedicó una tenue sonrisa a Ryo quien estaba iluminado del otro lado del vidrio por la chica que tenía frente a él mientras que un dolor en el pecho lo penetraba como una daga al saber que en esas paredes no podía ayudarla en absoluto.

– ¿Está bien si te llamo Ryo? –

– Si… no hay problema. –

– ¡Gracias! Dejé en seguridad un pequeño regalo para ti, por favor recógelo Ryo –

Saori fue lo último que dijo mientras dejaba el teléfono en su lugar y se levantaba de su silla despidiéndose de Ryo. Para él todo esto seguía siendo casi como un sueño o tal vez una pesadilla, el conocer a Saori le había alegrado, pero sentía una cantidad de culpa enorme, el no poder ayudar a una chica tan buena se estaba volviendo demasiado para él.

Cuando pasó por seguridad para volver a su celda los guardas le entregaron una pequeña caja de cartón.

– Ya ha sido revisado su contenido, puedes quedártelo. –

Le dijo uno de ellos mientras le entregaba la caja y lo dirigían a su celda nuevamente. Al entrar el animado anciano Yasu estaba leyendo uno de sus libros.

– ¡Oh! ¡Joven Ryo! ¿Cómo te fue? ¿Quién te visitó? –

– Una chica… –

– ¡Tu novia! ¡oh! Hahaha que afortunada es la juventud –

– No no, no es mi novia. –

– Una chica no vendría a visitarte tan fácilmente con la fama que te cargas chico Hahaha –

Dentro de prisión los reclusos tenían acceso a noticias a través de radio o televisión una hora o dos por día si decían aprovecharlo, algo que Yasu hacía de vez en cuando.

– Las noticias mienten, no sucedieron, así las cosas. –

– ¿No? ¿Entonces cómo fue? –

– No me creerías –

– Inténtalo, cuéntale todo a este anciano. –

Yasu dejó de lado su libro para sentarse cómodamente y escuchar a Ryo quien se acomodaba en su tatami, levantó la mirada y vio al anciano con su típica sonrisa alegre así que decidió dejar caer todas sus cargas y contarle todo a detalle. Duraron varias horas platicando, la molestia de Yasu era notoria conforme avanzaba la historia y este hizo varias preguntas a lo largo de ella. Los compañeros platicaron hasta que dieron casi la 1 de la mañana, que fue cuando Yasu se quedó dormido en su tatami.

Cuando Ryo se quedó solo abrió la caja que Saori le había dado, dentro de la caja había una concha de mar y una hoja escrita por ella que decía lo siguiente.

Si te pones la concha en tu oído podrás escuchar el mar… yo nunca he ido al mar y es uno de mis más grandes sueños. Decidí que quiero ir contigo por primera vez, así que cuando salgas cumple mi sueño y vayamos juntos al mar.

Atentamente: Saori

Ryo se recostó en su tatami leyendo una y otra vez la pequeña carta escrita por Saori a partir de esa noche cada vez que iba a dormir se ponía la concha en su oído para poder escuchar el mar e imaginar que caminaba en la playa junto a Saori, sin pensarlo la chica se había convertido en el motor del futuro de Ryo; un futuro que jamás podría haber imaginado.

Fin del capítulo

Informe
<<Prev
Siguiente >>
Mr Valhalla
Donar
Catalogar
Ajuste
Fuente
Arial
Georgia
Comic Sans MS
Tamaño de la fuente
14
Antecedentes
Informe
Donar
Oh no, este usuario no ha configurado un botón de donación.
English
Español
lingua italiana
Русский язык
Portugués
Deutsch
Éxito Advertir Nuevo Se acabó el tiempo NO Resumen Más detalles Por favor califique este libro Por favor escribe tu comentario Respuesta Seguir Seguido Este es el último capítulo. ¿Estás seguro de eliminar? Cuenta Le hemos enviado un correo electrónico con éxito. Puede consultar su correo electrónico y restablecer la contraseña. Has restablecido tu contraseña con éxito. Vamos a la página de inicio de sesión. Leer El tamaño mínimo de tu portada debe ser de 160 * 160px El tipo de portada debe ser .jpg / .jpeg / .png Este libro aún no tiene ningún capítulo. Este es el primer capítulo Este es el último capítulo Vamos a la página de inicio. * El nombre del libro no puede estar vacío. * El nombre del libro ha existido. Al menos una foto Se requiere la portada del libro Introduzca el nombre del capítulo Crear con éxito Modificar con éxito No modificar Fallar Código de error Editar Borrar Sólo ¿Estás seguro de eliminarlo? Este volumen todavía tiene capítulos Crear capítulo Doblez Eliminar con éxito Introduzca el nombre del capítulo ~ Luego haga clic en el botón 'elegir imágenes' ¿Estás seguro de cancelar la publicación? La imagen no puede ser menor de 300 * 300 Ha fallado El nombre no puede estar vacío El formato del correo electrónico es incorrecto La contraseña no puede estar vacía Debe tener entre 6 y 14 caracteres Verifique su contraseña nuevamente