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El Trato

Faltaban un par de semanas para que Jiro cumpliera un año de su sentencia y poco más de tres semanas para que Byakko saliera libre de prisión. Desde la última reunión que tuvieron con las cosas habían cambiado bastante, Ryo había sido aceptado como Aprendiz en la familia del Sur así que los privilegios dentro de la cárcel habían aumentado bastante. Habían sido trasladados a una celda más espaciosa tanto el como el anciano Yasu lo que ayudaba a sus prácticas diarias de Wushu las cuales Ryo iba combinando poco a poco con su estilo de lucha, una combinación entre taekuondo, box y wushu. Aún le era imposible ganarle al anciano Yasu pero al menos ya podía alcanzarlo cuando peleaban.

También se le habían otorgado 4 horas libres al día, 2 de las cuales Ryo dedicaba en el estudio, habían obtenido un permiso especial para que un profesor externo pasara 2 horas al día con Ryo acelerando su educación de preparatoria y poder presentar los exámenes cuanto antes y así poder comenzar con un nivel universitario. Para la familia del Sur la edad de Ryo no era un problema si él estaba dispuesto a aprender; y por supuesto que; en esta área, era algo sencillo para él.

Finalmente, el otro cambio significativo fue la comida, pues después de casi un año de recibir arroz frío y verduras empezó a llegar verdadera comida, siempre caliente, siempre variada y suficiente para poder aportar de manera nutricional a Ryo quien estaba construyendo músculos rápidamente.

Los consejeros de la familia del Sur habían aceptado las condiciones de Ryo principalmente porque el chico era la recomendación directa del anciano Yasu, el hombre que estuvo al frente de la familia por más de 40 años, el anciano no había recomendado ni siquiera a alguno de sus tres hijos; dos de los cuales solicitaron su nombramiento como Aprendices luego de que su padre fuera encarcelado. En cambio, el anciano estaba recomendando a un desconocido y al mismo tiempo un nombre famoso por lo sucedido hace casi un año. Todos en la familia estaban intrigados con la situación que estaba aconteciendo dentro de prisión.

– ¿Te puedo preguntar algo Saori? –

– ¡Por supuesto! –

– ¿Tu padre siempre trabaja en la oficina o suele salir seguido? –

– Eh… ¿Por qué preguntas eso? –

– Me causa curiosidad como un hombre como él engañar a todos… –

– Bueno… no se mucho de su trabajo, no lo veo seguido, solamente visito la casa una vez a la semana para ver a mis hermanos y asegurarme que estén bien… Van a entrar a prescolar este año. –

– ¿Hay manera de que ellos puedan vivir contigo? –

– Se lo he pedido, pero nunca lo ha permitido… creo que tiene miedo de que escape con ellos. –

– Ya veo… dime y si pudieras. ¿Escaparías con ellos? –

– Antes lo pensaba más seguido, hoy ya no pienso en eso, pero se que es imposible, aunque ellos estén conmigo no tengo los recursos para hacerlo… además de que no tengo pasaporte ni nada de documentos de mis hermanos para poder salir, sería en verdad imposible y no jamás los dejaría… Además… –

– ¿Hay otra razón? –

– Si tonto… tu… no dejaría a mis hermanos, pero tampoco a ti… –

A Ryo se le iluminó el rostro y subió la sangre para dibujar tenuemente un rojo en sus mejillas. Llevaba casi un año desde la primera vez que Saori lo había sorprendido en la sala de visita y desde entonces no había pasado un solo día en que el no pensara en ella, y ahora se estaba preparando para dar el siguiente paso.

– Entiendo Saori, solo quiero que sepas que todo estará bien. Yo siempre te cuidaré. –

– Gracias… aunque desearía que estuvieras fuera de aquí. –

– Lo sé y algún día lo estaré. Mientras tanto quiero que sepas que todo estará bien. –

Ryo no podía darle detalles a Saori por lo que simplemente intentó tranquilizarla pues sabía que la próxima vez que la viera Byakko ya estaría en las calles de la ciudad y la reunión con Asahi Fukada se habría dado.

– Te veo en 15 días Ryo. –

Saori colgó el teléfono y se puso de pie, de pronto llevó una de sus manos a sus labios y besó sus dedos para luego llevar sus dedos hasta el vidrio que la dividía con el chico, dejándole un beso en la ventana. Ryo estaba completamente petrificado por aquella escena de la hermosa chica y su tierno gesto, tampoco ayudaba que de la muñeca de Saori alcanzaba a notarse colgando de ella la pulsera que Ryo le había regalado para su cumpleaños hace pocos meses.

La actitud de los guardias había cambiado por completo alrededor de Ryo, antes lo trataban como un chico problema, destruían sus cosas e incluso; como hace casi un año, le habían destruido sus cosas. Hoy en día todos trataban de evitarlo lo más posible, el rumor de que se había unido a la familia del Sur se había expandido y por ende nadie quería involucrarse con ese tipo de situaciones. Además, el físico de Ryo estaba cambiando, faltaban 3 meses para que cumpliera 17 años, pero ya medía 1.80, su cabello empezaba a crecer y aunque era obligatorio para todos los reclusos el cortarse el cabello él había decidido que no lo haría y por supuesto, nadie lo obligó.

– ¿Te sientes listo para salir Byakko? –

Habían pasado dos semanas y finalmente Ryo había cumplido un año de su sentencia, ese día se estarían reuniendo con Byakko quien saldría en 6 días más.

– ¡Claro! Mis hermosas hijas están muy emocionadas, he estado tres años fuera de casa. –

– Creo que nunca lo he hecho, pero ¿Puedo preguntar por qué te encarcelaron? –

Ryo se sentía con curiosidad debido a que se le hacía extraño que una persona tan poderosa como el estuviera detenido. Del anciano Yasu lo entendía porque el decidió cargar la culpa, pero no lo entendía de un líder de otra familia.

– ¡Oh! Nos conocemos desde hace mucho y ¿Apenas me preguntas eso? –

– Solo se me hace extraño. –

– Hace algunos años el gobierno intentó ir contra nosotros y nuestras empresas, nunca obtuvieron lo que quisieron así que lo más que pudieron obtener fue un caso menor de unas embarcaciones que transportaban mercancía a china. Fueron duros con la sentencia creyendo que estando aquí dentro podrían detener a la familia, Hahaha vaya estupidez. –

– Y… ¿No es posible para ustedes simplemente escapar? –

– No es que no sea posible hacerlo, incluso si es por la fuerza… pero sería declarar una guerra al gobierno, además de que inmediatamente te convertirías en un fugitivo. Y hoy en día las familias preferimos vivir más… tranquilamente Hahaha –

– Creí que los yakuzas eran más… violentos. –

– No te equivoques, dentro de las familias suceden muchas cosas, incluso cosas que a niños como tú no le agradarían. Sin embargo, la violencia siempre la dejamos como último recurso, llamar demasiado la atención del gobierno es malo para los negocios. –

– Todo es un negocio para ti Byakko. –

– ¡Lo es! Espero que esta pequeña cosa que haré por ti de encargarme de los hermanos de esa chica me retribuya bien en el futuro. –

– Lo hará. –

– ¿Entonces todo está arreglado anciano Yasu? –

– ¡Todo! La familia del Sur ya se puso en contacto con Asahi, le sorprendió el llamado, pero por supuesto accedió de manera inmediata. Él se reunirá contigo el 3 de mayo, el punto de encuentro será el Hotel Continental, habitación 903 a las 9pm. Es uno de los hoteles que manejamos los del Sur así que no te debes preocupar por policías o micrófonos ocultos. –

– Te agradezco, se vería mal si alguien quisiera destruir a Asahi y me llevara a mí de por medio. –

– Entonces… esto en verdad está sucediendo. –

– ¿Te estás acobardando joven? –

– No es eso… sé que es una locura y en el instante en que la reunión suceda no hay marcha atrás. Solamente que debo averiguar cómo lograré mi objetivo y proteger a todos al mismo tiempo… –

– Tendrás aún 7 años para averiguar eso Hahaha. –

– Es verdad… –

– Cuando salgas brindaremos juntos. –

Byakko extendió su mano para saludar a Ryo, un saludo al que él ya se había acostumbrado.

– No te desanimes joven Ryo, te haré compañía –

El anciano Yasu le dio una palmada con una sonrisa jovial como siempre. Realmente estaba a su cuidado, este hombre era el que día a día procuraba que Ryo estuviera al 100%. Entrenaban juntos, se aseguraba que se alimentara bien y que no faltara a ninguna de sus clases. Yasu le daba orden y propósito en el quehacer diario a su vida.

Las semanas pasaron y finalmente con Byakko fuera de la cárcel llegó el día de la reunión.

Hotel Continental, 03 de mayo del año 2025, 8:30pm

– Falta poco, espero que no nos haga esperar ese maldito. –

Dentro de la habitación más grande del hotel se encontraba sentados en un lado de la mesa principal dos mujeres y un hombre. Al centro Byakko utilizando un traje Dormeuil Vanquish II y un reloj adornando su muñeca mientras aspiraba con fuerza y rigor un puro cubano. A su lado derecho una mujer en sus 50 años utilizando un vestido cernido al cuerpo; sin escote y con el corte 3 centímetros arriba de la rodilla, utilizaba su celular mientras esperaba. Y finalmente de lado izquierdo una mujer mucho más joven, no parecía mayor a 30 años. Utilizaba una falda corta y una blusa blanca con holanes, disfrutaba una bebida mientras que jugaba con sus pies debajo de la mesa.

– Papá. ¿En verdad está bien que engañemos a alguien del gobierno de esta manera? –

La chica a su izquierda se dirigió a Byakko.

– No es engañar, solo vengo en representación del Anciano Yasu, si la mierda salpica será solo a los del sur Hahahah. ¿Verdad que es así Josefine? –

Byakko se dirigió a la mujer que se encontraba a su lado.

– Como consejera puedo decir que respetamos la recomendación de Yasu, así como su juicio en aceptar estas condiciones. No tenemos razón para dudar de él. –

– Han pasado 6 años desde que no tienen un líder. ¿Tanto les cuesta elegir a alguien? Las familias pensarán que son unos inútiles. –

– No elegimos a un líder por cosas banales como la sangre, como es tu caso. –

La mujer volteó a ver de reojo a la chica que se encontraba hasta el otro lado de la mesa.

– Para nosotros es importante el líder, así que, aunque creas que es una molestia… es un proceso importante. Además, aún no se cumple la última condición para que podamos elegir sucesor… –

– Oh… ¿Los rumores son ciertos? –

– … –

– Tsk… Qué complicados son los del Sur. –

La mujer no respondió y siguió mandando mensajes en su celular mientras que la chica seguía observándolos a ambos mientras sorbía su bebida.

– ¿En verdad ese chico es tan importante como para meternos en todo esto? ¿No podemos simplemente matar a la chica? Si él no tiene motivación no tendríamos que meternos con el gobierno… acabas de salir de la cárcel papá… –

– Hahaha, ni se te ocurra cariño, hay algo que aprendí durante los meses que vi a ese chico… Si encuentra la motivación detrás… él no se detendrá por nada, si lo considera justo. Lo hará sin vacilar… Si le haces algo a esa chica me temo que no descansará hasta destruir a nuestra familia entera, esa es la clase de hombre en la que podría convertirse. –

– ¿Y si lo matamos también a él? No habría diferencia… –

– ¡Yuna! ¡No cruces los límites! –

Byakko se levantó un poco de su silla y volteó a ver a su hija mientras que extendía su mano derecha para no permitirle subir más la mano a Josefine, quien ya tenía enfundada una pistola lista y subiendo para apuntar a la joven.

– Tsk… Ryo ya es un Aprendiz de la familia del Sur y lo tratarán casi con tanto respeto como si fuera su líder. Así que cuidado en decir esas estupideces frente a nuestra acompañante. Perdónala Josefine, no ha aprendido lo suficiente aún. –

– Los jóvenes tienen mucho camino que recorrer, para eso estamos los adultos y consejeros. No te preocupes, lo dejaré pasar. Estas aquí para ayudarnos en este asunto así que te estoy agradecida Byakko. –

Josefine bajó la mano y de nueva cuenta reinó el silencio. Pasaron unos minutos y Byakko pidió un vaso con whisky mientras esperaba y otro té frio para su hija hasta que finalmente dieron las 9pm.

TOK TOK.

– Mi señor Byakko, Asahi Fukada está aquí. –

Un hombre con traje negro se asomó por la puerta para anunciar al hombre que había arruinado la vida de Ryo.

– Déjalo pasar, haz la revisión de armas dentro de la habitación. –

– Entendido. –

Un minuto después la puerta se abrió y apareció aquel hombre junto a un acompañante más joven, un hombre de aproximadamente 30 años de edad. Ambos antes de que se pudieran acercar a la mesa fueron cateados por el equipo de seguridad de Byakko y finalmente se acercaron ambos hombres.

– ¡Tú debes de ser el gran Byakko del Oeste! Es un placer conocerte. –

– ¡Asahi Fukada! Ojalá pudiera decir lo mismo. Te dijimos que vinieras solo. ¿Quién es este sujeto? –

Byakko no se molestó en ni siquiera levantarse, Josefine dejó su celular a un lado y observaba con calma los movimientos de Asahi mientras que Yuna simplemente seguía sorbiendo su bebida.

– Tranquilo por favor, no podía venir aquí solo. Soy el alcalde de la ciudad, pero no se preocupen por él, sus labios están totalmente sellados. –

– Déjate de estupideces, sus labios están totalmente sellados pero sus oídos no. Hey chico, no te sentarás con nosotros, siéntate en ese sillón. –

Byakko señaló una sala junto a la mesa en la que estaban sentados.

– Asahi, siéntate mientras preparamos a tu muchacho, Yuna te lo encargo por favor. –

Yuna se puso de pie de inmediato y se dirigió al hombre que venía junto a Fukada.

– Te dijo que te sentaras. ¿Qué esperas? –

Le dijo de manera fría y cortante al hombre al que no le quedó otra opción que obedecer, una vez sentado Yuna sacó de uno de los cajones de la sala unos audífonos “over ear” aislantes de sonido y se los puso al hombre.

– No te preocupes, es un buen chico y quédate ahí, te mostraré mi repertorio de música favorito. –

Yuna volvió a la mesa para desde su celular mandar de manera inalámbrica a los audífonos y subir el volumen para que este no escuchara absolutamente nada.

– Muy bien, ¿Contentos? –

– Hubiera preferido que no lo trajeras, pero sí, está mejor. –

– ¿Así tratas al alcalde de esta ciudad Byakko? –

– Asahi Fukada… te pido que no arruines esta oportunidad que estamos abriéndote, las familias de los 4 puntos cardinales son más grande que esta ciudad. –

– Aún estoy intrigado por la propuesta. No dijiste mucho, así que platícame. ¿De qué trata? –

– Quiero saber primero, ¿Qué tanto sabes de cómo funcionan nuestras organizaciones? –

– Entiendo que ustedes están inmiscuidos en muchos negocios en Japón y diferentes partes del continente. Sé que todas las familias menos la del sur heredan a sus hijos y también sé que actualmente no hay un líder en la familia del Sur. –

– También deberías de saber que cuando te convertiste alcalde de la ciudad ha habido ataques sistemáticos en varios establecimientos protegidos tanto por nosotros como la familia del sur. ¿Lo sabías? –

– Me lo imaginaba. –

– Pensábamos que hacer contigo hasta que surgió una idea interesante. ¿Sabes quién es ella? –

Byakko señaló a Josefine

– No la conozco… realmente jamás había visto a ninguno de los tres, tampoco sé quién es esta chica o porque estaría sentada en la mesa con nosotros, parece de la edad de mi hija. –

Esta vez Asahi volteó su atención a Yuna

– ¿Te agrada? –

– ¿Qué quieres decir? –

– ¿Te parece linda no? –

Yuna torció una sonrisa y se puso de pie para dar la vuelta a la mesa.

– Eh… ¿También estás metido en este tipo de negocios Byakko? –

– ¿Te interesa? ¿Crees que puedas manejarla? –

Yuna se puso detrás de Asahi para luego estirar sus manos y ponerlas sobre el pecho del hombre, para luego desde atrás dar un ligero soplido sobre su oreja derecha lo que provocó un escalofrío por todo el cuerpo del Alcalde de la ciudad.

– Oh… que buen gusto tienes Byakko… –

Yuna dejó de tocar a Asahi y se dirigió a su asiento.

– Ella es mi hija y posible heredera de la familia del Oeste. –

Cuando las palabras salieron de la boca de Byakko, Asahi quedó completamente helado, la sangre se fue de su rostro y su piel se tornó alarmantemente pálida.

– Lo… lo siento… no lo sabía… –

– Hahaha, no te preocupes, no te preocupes, todo está bien. pero entiende esto. Si la vuelves a mirar con esos ojos lacivos que mostraste hace un momento, yo mismo te cortaré tu miembro, incluidas tus bolas de poco hombre, me tomaré el tiempo de cocinarlas a la perfección. Con un poco de ¿Pimienta quizás? Y me aseguraré que te tragues cada maldito bocado. ¿Entendiste? –

– Entendido… entendido… –

– Ahora. ¿Podemos volver al asunto? Esta mujer aquí es una de las que dirige actualmente la familia del Sur, ella es de las encargadas de elegir al próximo heredero. –

– Mucho gusto Alcalde. –

– Si… mucho gusto… –

Asahi seguía terriblemente asustado, pero era algo que a las demás personas sentadas en la mesa, no les importaba al punto de simplemente seguir con la conversación.

– Por supuesto que al igual que el Oeste estamos molestos por esta constante intervención de tu gobierno en nuestro territorio. Sin embargo, creo que nos hemos puesto más creativos al respecto. Vemos esto como una oportunidad de ser más cercanos al gobierno. –

– ¿Y cómo funcionará esto? –

Byakko intervino.

– Existe un heredero para la familia del Sur muy prometedor que conocí en la cárcel. Creemos que será uno de los mejores líderes que esa familia podría tener. Así que la propuesta es la siguiente, deja de atacar todos los establecimientos que pertenezcan a nosotros, de manera inmediata. Eso no es negociable. –

– ¿Y a cambio…? –

– ¿Tienes una hija, cierto? A cambio los del Sur están dispuestos a un matrimonio arreglado. Tu hija se casará con el heredero. Y así las puertas al paraíso se te abrirán. –

– ¿Solo eso? ¿Solo quieren a mi hija? Hahaha –

“Este desgraciado…” Byakko pensó por dentro suyo.

– Cómo sé que él será el heredero? –

– El es el recomendado especial del Suzaku anterior, por el momento es de los que más tiene posibilidades; sin embargo, estamos dispuestos a casar a tu hija con cualquiera que sea el heredero. – Respondió Josefine de manera fría.

– ¡Eso es maravilloso! No tengo que pensarlo, ¡Acepto! –

– Aún no escuchas lo demás… – Replicó Byakko.

– ¿Algún problema? –

– Si aceptas este trato, a partir de ahora nosotros estaremos a cargo de tu hija, podrá vivir una vida normal pero estará bajo nuestro resguardo en tiempo completo. La mudaremos a un edificio controlado por nosotros. –

– ¡hahaha! ¡Ya dije que acepto! Hagan lo que quieran con ella. –

– … ¿No preguntarás ni siquiera el hombre con el que se casará tu hija? –

– No me importa, ¿Cuándo sale de la cárcel? ¿Puedo acelerar el proceso? –

– No, pero te daremos un medio millón de Yenes mensuales para honrar el trato que se ha hecho hoy y hasta el momento que el heredero salga de prisión. ¿Te parece bien? –

– Me parece perfecto. –

Byakko por primera vez se levantó de su silla y le extendió la mano a Asahi quien hizo lo mismo para ambos fundir sus manos en un fuerte apretón.

– Ahora Asahi, lárgate de mí vista. –

– Será un placer. –

Asahi Fukada se alejó de la mesa y le hizo una seña a su compañero para que este lo siguiera y ambos salieran finalmente de la habitación del hotel. Byakko estiró sus piernas y se dirigió hacia el gran ventanal que estaba al otro costado de la mesa en donde platicaron con el alcalde.

– ¿Qué piensas Yuna? –

– … Entiendo mejor a tu heredero Josefine… si pudiera yo misma le hubiera cortado la cabeza en este instante… es despreciable. –

– Hahaha… hija… no nos mancharemos con este asunto… pero entiendo el sentimiento. –

Finalmente, Byakko cumplió lo prometido, las tres personas en la habitación terminaron con un amargo sabor de boca al conocer la terrible y nauseabunda personalidad de Asahi Fukada, un sujeto que se sentía intocable y que en ese mismo instante se había dado el primer paso para que Ryo, un chico de 16 años le cortara la cabeza.

Fin del capítulo

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