Capitulo 1: El primer incidente

Sueños compartidos, es el nombre que recibe el suceso donde dos o más personas tengan el mismo sueño, esto sucede debido a que un fuerte vínculo los une, y de esto hay múltiples personas que dicen haber sido testigos de esto, pero si los sueños se pueden conectar será necesario aquel vínculo.
— Hace frío. — termino murmurando, mientras que lentamente comienzo de despertar por completo. — ¿Dónde?… ¿Estoy? — Mis ojos se abren de par en par al segundo de percatarme que no me encuentro en casa. Ahora estoy en una especie de estación de tren únicamente alumbrada por una lámpara que no para de parpadear.
—¿Esto es una estación?— El lugar parecía ser bastante viejo debido al deterioro que se podía notar en los objetos cercanos, al tratar de investigar los alrededores parecía no haber nada, solo completa oscuridad y una niebla que no permitía ver más allá de aquel banco alumbrado por aquella lámpara vieja.
Al no encontrar como salir de ese lugar, regrese al banco, cerré los ojos y comencé a pensar acerca de donde me encontrara, hacer un poco de memoria para tratar de descubrir el cómo había llegado hasta aquel lugar, pero mi memoria era difusa, no podía recordar con claridad, es entonces cuando a lo lejos un sonido llamo mi atención “¡Chk-chk-chk!”
Al abrir nuevamente los ojos y voltear la mirada hacia el origen del sonido, pude apreciar una luz tenue que se acercaba con cada segundo que pasaba entre la espesa niebla. Esto rápidamente me puso en alerta, asta que ya estuvo lo suficientemente cerca pude percatarme de que se trataba de un viejo tren el cual paro donde yo estaba y abrió sus puertas.
Con cautela me acerqué al tren y aborde, justo cuando termine de entrar las puertas se serraron y el tren nuevamente comenzó a andar. En el interior todo el ambiente misterioso era otro, en los asientos se encontraban muchas más personas, las cuales solo platicaban y reían.
Al tomar asiento en un lugar que se encontraba disponible, voltee hacia la ventana que se encontraba a mi lado, fuera solo se podía ver una oscuridad absoluta. —Tal vez sea un sueño. — Pensé, pero si eso fuera de esa manera. ¿Por qué estoy consciente?
El tiempo pasaba y miles de teorías pasaban por mi mente. Al final nuevamente se escuchó ese sonido. “¡Chk-chk-chk!” ¿Era una nueva estación? ¿Un nuevo pasajero? No lo sabía con claridad. Las personas a mi alrededor comenzaron a bajar lentamente entre rizas. Debido a la curiosidad, me vi tentado a bajar también. Me detuve justo delante de la puerta en donde podía ver un bosque oscuro delante de mí y un frío viento soplando en mi cara. — Tal vez no…
Las puertas se serraron y el tren volvió a encender la marcha. Al final no baje del tren y regrese a mi asiento. — Eso fue extraño. —, murmuré para mí mismo… Sin duda alguna había sido así, por lo que sabía en un sueño, las personas son carentes de todo sentido físico, no puedes sentir dolor, ni frío, nada, pero porque aquí sí. Al final solo escuché una pequeña estática que empezó a lastimarme los oídos.
A pesar de que miraba a todas direcciones, no podía encontrar el origen de donde provenía aquel ruido tan molesto. — Sin duda no es un sueño. — Mis oídos sangraban levemente. — Que se detenga de una vez. — Intente reducir el daño tapándome los oídos con fuerza para no tener que escuchar ese sonido.
“Ring, ring, ring.” Se escuchó en el fondo. Desperté en mi habitación exaltado con las manos en las orejas. Al final bajé mis manos, pero mis oídos dieron un fuerte dolor, al ver mis manos se encontraban cubiertas de sangre. — ¿Qué rayos? — Me pare y dirigí al espejo que se encontraba en el baño, pero me encontraba con el cuerpo adolorido como cuando realizas mucho ejercicio.
Esto sin duda alguna no era algo que debería pasar por un simple sueño. Me limpio la sangre de mis oídos con rapidez, después de todo era día de clases y no quería que mis padres se preocuparan, aun así, me vi tentado a contarles lo sucedido, pero tuve miedo.
Solo me dirigí a la escuela rápidamente para que no hicieran preguntas, para poder encontrar un lugar en donde pudiera pensar tranquilamente, después de todo en la escuela no era alguien muy popular, por lo que nadie me molestaría. Tenía solo a mi amigo Alejandro, así que si lograba eludirlo todo estaría bien.
— Te tengo. ¿Acaso no me escuchaste Ángel? Estoy hablándote desde hace un rato y no respondes. — Me dijo tomándome del cuello, mientras mostraba una sonrisa tonta en su rostro. — Estoy bien, solo no te escuche. — Al final mostré la sonrisa más forzada que pude mostrar mientras soltaba una risa nerviosa. Después de todo no pude escapar de este tipo.

Fin del capítulo