Capítulo 8: El Sendero de las Estrellas
El bosque se volvía más denso a medida que los héroes avanzaban. Las hojas crujían bajo sus pies, y el aire estaba cargado de una energía antigua. Astra, la Guardiana de los Secretos Estelares, caminaba a la cabeza, su capa ondeando como las alas de un cuervo nocturno.
“Las estrellas nos guiarán”, susurró Astra, señalando hacia el cielo. “Observen”.
Los héroes levantaron la vista y vieron una constelación en forma de espiral brillando sobre ellos. Era el Sello de Luz, la clave para reunir todas las mel estrellas dispersas.
El Desafío de las Estrellas
Cada mel estrella que encontraban les presentaba un desafío único. La segunda estrella los llevó a las profundidades de una cueva, donde enfrentaron a los Espectros de la Duda. Lunara, con su arco y flechas, disparó rayos de luz que disiparon las sombras de la incertidumbre.
La tercera estrella los condujo a un lago encantado. Solarius, con su espada de fuego, luchó contra las Ninfas de la Desesperanza. Porio Porio, con su martillo giratorio, creó un torbellino de esperanza que dispersó sus oscuros cantos.
El Sacrificio de las Estrellas
Cada vez que recuperaban una mel estrella, sentían su poder fusionándose con el suyo. Pero también había un precio. Astra les advirtió:
“Las estrellas son fragmentos del antiguo hechizo. Al usar su luz, también liberamos parte de la oscuridad que sellaron. Debemos ser sabios en cómo empleamos su poder”.
El Encuentro con la Estrella Errante
En el corazón del bosque, encontraron a la Estrella Errante. Era una mel estrella diferente a las demás, su luz parpadeando erráticamente. Astra explicó:
“La Estrella Errante es la más antigua. Contiene la memoria de los tiempos olvidados. Pero también es la más peligrosa”.
Los héroes se miraron entre sí. ¿Deberían usar su poder o dejarla en paz?
La Elección de Porio Porio
Porio Porio se acercó a la Estrella Errante. Su martillo brillaba con la luz de todas las estrellas que habían reunido hasta ahora. Cerró los ojos y escuchó el eco de las estrellas en su corazón.
“La usaremos”, declaró. “Pero no para destruir, sino para sanar. La oscuridad también merece redención”.
La Estrella Errante parpadeó, como si aprobara su elección. Los héroes continuaron su camino, llevando consigo la esperanza y la sombra, sabiendo que su destino estaba entrelazado con el de las estrellas.
Continuará…
Fin del capítulo
Informe