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"¿Airic? ¿te refieres al lugar cerca de las Montañas Ric?"

Gakane no podía saber lo que Yuder estaba pensando y parecía sorprendido al escuchar el nombre de la ciudad natal de Yuder.

"¿Lo conoces?"

"¿Cómo podría no saberlo? La Piedra Roja cayó en las Montañas Ric".

"Así es". Yuder sonrió satisfecho. El lugar donde cayó la Piedra Roja estaba bastante lejos de donde vivía Yuder, así que no pudo ver la escena en persona. Sin embargo, todo el cielo se había vuelto rojo y pudo escuchar un fuerte rugido suficiente para sacudir los cielos y la tierra.

En ese momento, se sorprendió y pensó que el mundo se había derrumbado de repente. Esto provocó graves daños en un pequeño pueblo donde Yuder solía vender árboles.

"Entonces, ¿por casualidad... viste la Piedra Roja?"

Como Gakane sólo había oído rumores, preguntó con curiosidad. Yuder tanteó sobre lo que había sucedido en el pasado y asintió con indiferencia.

"¿De verdad? ¿la viste?"

Gakane dio un respingo y gritó. Su cara se puso roja de excitación.

Sólo entonces Yuder se dio cuenta de que debería haber contestado que no lo había visto hacía once años, pero ya había asentido con la cabeza.

"Oí que los caballeros de Su Majestad el Emperador hicieron campamentos de guardia para que nadie pudiera entrar. ¿Cómo viste la piedra? ¿cayó cerca de donde vives? ¿viste la piedra? ¿de qué tamaño es?"

"Espera, yo..."

Yuder dudó por un momento sobre qué decir. ¿Vio la Piedra Roja? Por supuesto que sí. Pero fue en el futuro en este momento después de que se unió a la Caballería.

La piedra había sido recogida por el primer comandante de la Caballería. Y después de eso, los archimagos de la Torre Perla la habían cortado y refinado durante un año.

Desde entonces, la piedra recibe el nombre de "Esfera del Mundo". El nombre se le dio para significar que tenía el poder de sostener el mundo.

El hecho de que la piedra le diera a Yuder una razón decisiva para su muerte en realidad lo tranquilizó.

"No lo vi en detalle. Como dijiste... los caballeros la están custodiando".

"¿Pero no dijiste que la habías visto?"

Gakane era persistente. Se empeñaba en escucharlo de alguna manera.

"Si tengo que mantenerlo en secreto, nunca se lo diré a nadie más. Lo juro por mi espada, por el Templo y por mi madre. Haré todo lo que me pidas".

¿Era Gakane Bolunwald siempre este tipo de hombre? Yuder sintió que su débil impresión de él se derrumbaba considerablemente.

Por muy distante que pareciera, era un joven que no podía contener su curiosidad. Yuder suspiró en silencio y abrió la boca.

"No es algo tan grandioso para que debas hacer tal juramento".

"Si no es algo grandioso, puedes decírmelo".

'Si no me escuchas ahora, te enterarás después de que te acepten en la Caballería. Eres tan persistente'.

Después de pensar así, Yuder recordó que Gakane ya estaba muerto cuando la Piedra Roja fue adquirida y devuelta al mundo.

Entonces, de repente, el joven que tenía delante le pareció un poco lamentable, haciéndole sentir un poco de simpatía. Yuder dudó y comenzó a hablar.

"Es una piedra normal. Tiene el mismo aspecto que cualquier otra piedra, y es del tamaño de un puño".

No le importaba decirle esto. Gakane abrió mucho los ojos ante las palabras de Yuder.

"¿Es tan pequeña? ¿entonces cómo sabes que es la Piedra Roja? Pensé que su color sería rojo porque el nombre es 'Piedra Roja'".

Yuder levantó las comisuras de su boca débilmente para que no se notara. Todo el mundo tenía la misma imaginación. Yuder también lo pensó hace once años.

La razón por la que el nombre era 'Piedra Roja' era porque todo el cielo se coloreaba de rojo cuando caía. Cuando alguien se enfrentaba a la piedra, sólo necesitaba una mirada para sentir que había una energía inusual que provenía de ella. Por eso, cualquiera podía reconocer su identidad de inmediato.

Para la gente común, la piedra era tan abrumadora en energía que ni siquiera podían acercarse a ella.

"No lo sé".

"Así que no lo sabes. Pues tengo curiosidad. Lo sabremos cuando nos unamos a la Caballería, ¿verdad?"

"..."

Yuder se comió el estofado sin decir nada. Gakane también cerró la boca como si no quisiera una respuesta a esa pregunta.

"Ah, cierto. ¿Terminaste la inscripción? Tienes que inscribirte en la prueba para unirte a la Caballería. ¿Sabes cómo?"

Al final de la comida, Gakane levantó la vista de repente. Yuder asintió.

"Lo sé".

No lo había sabido antes. No había nadie que estuviera dispuesto a contárselo con detalle a un pobre pueblerino con una impresión sombría como él. Por eso, hasta el día anterior a la inscripción no recibió por separado la solicitud para el examen.

Tenía vívidos recuerdos de los días tontos en que se había perdido en la amplia Capital mientras trataba de encontrar un lugar donde recibir las solicitudes.

"Hay que llegar a la Corona Azul. Cuando fui allí, la verdad es que estaba bastante lejos para ir andando desde aquí. Sería mucho más fácil que te guiara yo que perderte. ¿Qué te parece?

Quizás porque Yuder le habló de la Piedra Roja, la expresión de Gakane estaba llena de buena voluntad. ¿Cuanto tiempo habia pasado desde que recibio un favor tan puro sin ninguna condicion? Era muy incómodo, pero mientras trataba de no mostrarlo, Yuder lo miró en silencio.

"...De acuerdo".

"Bien".

Gakane sonrió ampliamente. El hombre apuesto también sonrió. Yuder pensó que el mundo era injusto después de mucho tiempo.

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La Corona Azul no estaba lejos del palacio. Era el lugar de trabajo de los funcionarios encargados principalmente de la administración.

En realidad, había bastantes teorías sobre por qué había cambiado a un apodo bastante extraño, "Corona Azul", a pesar de que tenía un nombre formal largo, Paklamannuteia. La teoría se debía a que parte del tejado era azul y había pintadas unas rosas azules en el camino que conducía a la entrada más grande.

Sin embargo, la teoría más aceptada era que la tinta que los administradores utilizaban para firmar los documentos era de un color azul especial.

De pie frente al enorme edificio construido en estilo antiguo, Yuder sintió una mezcla de emociones. Su vida había cambiado por primera vez en esa puerta.

"Afortunadamente, hoy la cola no es tan larga. Entremos".

Gakane miraba a la gente que hacía cola frente a la entrada, asintió con la cabeza y tomó la delantera.

Los que habían acudido a la prueba tenían que hacer cola para presentarse. Esto se debía a que sólo había unos pocos recepcionistas en comparación con los muchos que querían presentarse.

En el pasado, Yuder había tenido suerte de meterse y registrarse justo antes de que terminara el tiempo de registro, pero esta vez no. Cuando se acercaban al final de la cola, la mujer que tenían delante giró la cabeza.

"Hola. ¿Son solicitantes?"

Parecía enfadada y hablaba con rigidez, como si estuviera discutiendo. Yuder no recordaba a esta mujer. Probablemente era una de las que venían aquí porque tenía la habilidad que no se podía usar en la vida real, o porque pensaba que había despertado su habilidad.

Este fue el primer reclutamiento de la Caballería, por lo que había un sinnúmero de personas así. Era una pregunta que habría sido ignorada, pero Gakane respondió amablemente.

"Sí, aunque ya me he inscrito".

"¿De verdad? ¿vienes a ayudar al hombre que tienes al lado?".

"Algo así".

La mujer volvió a mirar a Yuder, que estaba junto a Gakane.

"Entonces ya sabes qué responder cuando te presentes. Por casualidad, ¿puedes decírmelo? Estaba tan nerviosa por ello que no he podido comer nada desde esta mañana".

Sólo entonces los ojos de Gakane se ablandaron aún más porque se dio cuenta de que su expresión rígida era en realidad por estar nerviosa.

"No es gran cosa. Nombre, edad, origen, si tienes un segundo género, luego puedes explicar tu segundo género, y lo más importante es tu habilidad."

Segundo género era literalmente el segundo género de uno, aparte del género visible de mujeres y hombres.

También era una característica nueva que empezó a surgir tras la caída de la Piedra Roja. Al principio, se consideraba una maldición de Dios porque se expresaba arbitrariamente independientemente del primer género. Sin embargo, la respuesta de la gente cambió después de que se revelara que la mayoría de los cambios sólo se producían en aquellos que despertaban sus habilidades.

El Emperador Orr y el Papa anunciaron oficialmente la decisión de establecerlo como "Un segundo género dotado por Dios". Y el público en general, que había estado aterrorizado al saber que sus cuerpos cambiarían, sintieron un gran alivio.

Cualquiera que fuera el primer género, el segundo género llamado "Alfa" podía fecundar a otro segundo género llamado "Omega". Podían emparejarse con otros para tener descendencia, pero la mayoría de los que tenían un segundo género sólo sentían atracción sexual entre ellos.

A primera vista, no parecía mucho más que este conciso asunto. Pero a medida que pasaba el tiempo, se revelaban más y más cosas, y crecían nuevas discriminaciones entre ellos.

Los identificados como "Alfa" solían ser admirados por todo el mundo porque tenían un físico excepcionalmente bueno y fuertes habilidades de Despertar, pero los identificados como "Omega" eran más débiles que los Despertados ordinarios que no tenían un segundo género.

Tanto el celo de Alfa como el de Omega transcurrieron con relativa tranquilidad. Sin embargo, en comparación con el celo de los Alfa, el de los Omega desprendía un fuerte aroma que incluso los no despertados podían oler. Eran criticados como animales que no podían resistir el deseo sexual y eran despreciados en secreto.

Debido a sus olores, muchos omegas habían sido utilizados como juguetes sexuales para los nobles. Habían sido secuestrados y tratados como cosas preciosas e inusuales debido a su incapacidad para funcionar correctamente como personas capaces.

Cuando Yuder murió, la mayoría de los identificados como omegas no podían entrar en la Caballería. Se debía a la percepción discriminatoria de que serían ladrones inútiles incluso después de superar la prueba de acceso.

Fin del capítulo