Una princesa del norte, vino a ofrecerse como sacrificio al rey demonio. Excepto que "ella" es realmente el heroe que vino a derrotar al rey demonio. "Así que es cierto que los demonios no pueden diferenciar entre humanos masculinos y femeninos". Con esas palabras, el héroe clava una daga plateada en el punto débil del rey demonio, su corazón... solo para descubrir que había una falla en su inteligencia, y que los demonios no ignoran la diferencia en los sexos humanos. Ahora el héroe ha caído en las garras del rey demonio como su mujer, y su cuerpo está comenzando a cambiar lentamente a uno lujurioso que se complace en que lo llenen de semen.