Prólogo
¿Alguna vez has escuchado sobre la reencarnación? -entre risas- Me refiero a esa típica historia de los libros donde una chica de otro mundo reencarna en su libro favorito y, sin querer, se convierte en la protagonista de esa historia, viviendo así su vida soñada. Siempre terminaba así, ¿verdad? Al menos, eso pensé que me pasaría a mí. Vaya, qué grave error...
Hace tiempo..
—¡Noelia!— Gritos alarmantes resonaban en los pasillos del hospital.
—Sí, sí señor, ¿qué ocurre?— Respondió con voz agitada.
¿Alguno de mis pacientes ha empeorado? ¿Ha ingresado alguien en estado crítico?
La mente de Noelia estaba envuelta en la preocupación por sus pacientes, una doctora excepcional, una persona dedicada que se olvidaba de sí misma por el bienestar de otros. ¿Fue acertado dejar de lado su propia salud? ¿Hizo lo correcto al priorizar a los demás?
Sin darse cuenta, Noelia comenzó a tener una hemorragia nasal; esos llamados no eran para que atendiera a otras personas, sino para que se ocupara de sí misma.
—¡Noelia, por favor, resiste!— Gritó el doctor preocupado por su colega.
Justo cuando terminó de pronunciar esas palabras, el cuerpo de Noelia cayó al suelo como una pluma al aire. Estuvo consciente apenas unos breves segundos, lo suficiente para comprender lo que estaba sucediendo.
—Oh, Dios mío— pense mientras sentía que perdía el control de mis piernas. Senti como mi cuerpo cayó en el suelo del hospital, mientras escuchaba las voces alarmantes de mis compañeros llamándome.
—Yo... Yo lo arruiné... ¿verdad?— Murmuré entre jadeos.
Esas fueron mis últimas palabras, o al menos eso recuerdo cuando despertar aquí.
En Auroria, el imperio de mi libro favorito, "𝑅𝑒𝑒𝑠𝑐𝑟𝑖𝑏𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜𝑠 ".
Fin del capítulo
Informe